Una reciente investigación científica ha examinado el impacto negativo del consumo excesivo de café en personas mayores de 60 años. Este estudio ha encontrado que tomar varias tazas diarias puede estar relacionado con diversos problemas de salud.

Este hallazgo invita a reflexionar sobre los hábitos de consumo de café en la tercera edad y su posible repercusión en el bienestar general.

El impacto negativo que tiene tomar varias tazas de café al día después de los 60 años

La investigación científica publicada en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer (AAIC) 2024 ha puesto en el centro de la atención el consumo de café en adultos mayores. 

Este estudio, que incluyó a 8.451 participantes de más de 60 años, reveló que tomar más de 3 tazas de café al día podría estar relacionado con un deterioro cognitivo más acelerado. 

Aunque el café ha sido valorado por sus efectos positivos, como el estímulo del sistema nervioso central y la mejora del rendimiento físico y mental, la nueva evidencia sugiere que la moderación es clave en la tercera edad.

Los investigadores analizaron diferentes patrones de consumo, dividiendo a los participantes en grupos de consumo alto, moderado y nulo. Sorprendentemente, el 18% de los mayores consumía cuatro o más tazas de café al día, lo que podría tener consecuencias negativas. 

Al evaluar la inteligencia fluida, que incluye habilidades como el razonamiento abstracto y el pensamiento lógico, se observó que quienes consumían más café mostraban un deterioro cognitivo más pronunciado.

Este estudio amplía los hallazgos previos, donde se había encontrado que un mayor consumo de café estaba asociado con una disminución más lenta en el deterioro cognitivo. 

Los efectos del consumo de café en la inteligencia fluida

Los hallazgos de la investigación revelan que el impacto del consumo de café en la salud cognitiva de las personas mayores es notablemente diferente según la cantidad consumida. Los investigadores destacaron que:

• Las personas con un alto consumo de café mostraron la disminución más pronunciada en la inteligencia fluida a lo largo del seguimiento.
• Quienes tenían un consumo moderado de café y los que nunca lo consumieron experimentaron un declive cognitivo más lento.
• El consumo moderado de café podría actuar como un factor protector contra el deterioro cognitivo.