Los beneficios de vivir en el exterior después de jubilarse: por qué es una buena idea hacerlo, según los especialistas
Mudarse al extranjero ofrece una combinación única de ventajas económicas, sanitarias y culturales que pueden mejorar significativamente la calidad de vida.
La jubilación es el momento para disfrutar de la vida al máximo y explorar nuevas oportunidades. En lugar de quedarse en su país de origen, muchos jubilados están descubriendo que emigrar al extranjero puede ofrecer una serie de ventajas significativas.
Vivir en el exterior después de jubilarse permite a los pensionados estirar más sus ahorros y también les brinda acceso a beneficios fiscales, atención sanitaria de calidad a costos reducidos, y una experiencia cultural rica y diversa.
Servicios más accesibles
Uno de los beneficios más atractivos de jubilarse en el extranjero es la accesibilidad en los servicios. Al comparar el costo de vida en países como Estados Unidos con el de diversas naciones en desarrollo, los jubilados pueden encontrar que vivir en el exterior es mucho más económico, de acuerdo al sitio web Global Citizen.
Esta diferencia permite extender significativamente los ahorros durante la jubilación. Países como España ofrecen un estilo de vida mucho más accesible que en EE.UU., amplificando el poder adquisitivo de tu pensión.
Beneficios fiscales para poder sacarle el mejor provecho al dinero
Además del ahorro de costos, jubilarse en el extranjero también puede generar beneficios fiscales lucrativos. Esto se traduce en ahorros adicionales que pueden mejorar la calidad de vida.
Los expatriados estadounidenses, por ejemplo, pueden vivir en el extranjero y reducir drásticamente, si no eliminar, sus facturas de impuestos. Así, aumentan sus ingresos netos de jubilación, permitiéndoles disfrutar de una mayor tranquilidad financiera.
Calidad en la atención sanitaria
Jubilarse en el extranjero no significa comprometer la calidad de la atención sanitaria. Muchos países, especialmente en Asia Oriental y América Latina, ofrecen excelentes instalaciones de salud a una fracción del costo comparado con EE.UU. o el Reino Unido.
Los jubilados pueden beneficiarse de una atención más personalizada, tiempos de espera más cortos y políticas de seguro médico accesibles que cubren una amplia gama de tratamientos y procedimientos.
Cultura gastronómica
Una ventaja menos obvia, pero significativa, de jubilarse en el extranjero reside en la cultura gastronómica local. Las naciones en desarrollo a menudo dependen de ingredientes frescos y locales que mejoran el valor nutricional de su cocina.
Esto contrasta marcadamente con los alimentos altamente procesados que se consumen ampliamente en países más desarrollados, ofreciendo a los jubilados la oportunidad de disfrutar de una vida más saludable y, potencialmente, más larga.
Vivir en una nueva comunidad
Optar por jubilarse en un país extranjero también abre oportunidades para la inmersión cultural, lo que puede conducir a una vida enriquecida. Vivir entre los locales, aprender su idioma y participar en sus tradiciones puede proporcionar un sentido más profundo de pertenencia y comunidad.
Esta experiencia, inalcanzable dentro de los confines de tu país de origen, puede traer alegría y realización durante los años dorados.
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Seguridad para una jubilación tranquila
La seguridad es una preocupación primordial para los jubilados, y muchos países populares entre los expatriados ofrecen un entorno de vida sereno y seguro.
Naciones como Portugal, Costa Rica y Tailandia son conocidas por sus locales amigables, bajos índices de criminalidad y climas políticos estables. Por lo tanto, los jubilados pueden disfrutar de un estilo de vida tranquilo sin preocuparse constantemente por su seguridad personal.
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