La historia detrás de los caramelos favoritos de Lionel Scaloni: quién los fabrica
Los Sugus nacieron en Suiza y llevan más de 90 años en el mercado. Surgieron como el proyecto de diversificación de una chocolatera histórica.
¿Quién no se ilusionó alguna vez con aquellas bolsas de golosinas de fin de cumpleaños? Podían traer desde chocolatines hasta chicles, aunque algunas más ostentosas regalaban un alfajor. Pero lo que no podía faltar eran los caramelos masticables Sugus, con su abanico de colores y sabores. Esta marca cumplió 90 años en el mercado y es una de las favoritas de la selección argentina, en particular de Lionel Scaloni.
Todo empezó como un proyecto de negocios de la chocolatera Suchard. La empresa fundada por Philippe Suchard en 1825 buscaba diversificar su portfolio de productos, ya que los veranos eran difíciles para la venta de chocolate. Por eso, su director general, Hans-Conrad Lichti, emprendió un viaje por Europa para buscar la golosina ideal que complementara su oferta.
En su extenso recorrido, Lichti encontró una receta de caramelos blandos frutales en Cracovia. Al parecer se trataba de una idea que había llego desde Inglaterra al mercado polaco. El ejecutivo adquirió la patente y se llevó la receta a Suiza para afinar los detalles. Se trataba de un dulce que podía masticarse, pero también era lo suficientemente suave como para dejarlo que se derritiera en la boca.
Lanzamiento de Sugus
En 1931 la compañía presentó los Sugus en cuatro versiones: ananá, frambuesa, limón y naranja. A cada uno le asignaron un color representativo de la fruta que les daba su sabor característico. No sabían cuál elegir para el de ananá y finalmente optaron por el azul, que luego se convirtió en genérico para otras golosinas. En tanto, para el nombre tomaron la primera silaba de Suchard y la convirtieron en un palíndromo para que fuera fácil de record.
Rápidamente el producto ganó popularidad en Suiza, sin embargo su expansión internacional se puso en stand by con el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Una vez terminado el conflicto, la firma golosinera volvió al ruedo y lanzó los caramelos Sugus en varios países de Europa.
Por caso, a España llegaron en 1961. Ahí también construyeron una planta que se mantuvo activa hasta 1987, cuando mudaron la producción a la Argentina. Tres años después Suchard fue adquirida por Philip Morris, que desembolsó u$s 3800 millones y la fusionó con Kraft, su pata alimenticia.
La conexión argentina
Los sabores cambiaron y se ampliaron con el tiempo. En 1934 sumaron el verde de menta y en los 90 la frutilla reemplazó a la frambuesa original. Además, aparecieron otros productos, como los caramelos confitados, los cuales se volvieron populares en los cines, teatros y eventos.
A partir del 2000, la cordobesa Arcor compró la licencia para elaborar los Sugus en el país y trasladó la línea de producción a su fábrica en Tucumán. A cambio le dio la marca de jugos en polvo Verao a Kraft-Suchard. En ese entonces, según Clarín, la etiqueta de caramelos blandos de colores facturaba alrededor de $ 6,5 millones por año.
Por su parte, a nivel global, W. Wrigley Jr. Company, conocida por sus chicles, se quedó con la división de golosinas de Kraft. Tres años más tarde, Mars desembolsó u$s 23.000 millones y se fusionó con Wrigley, a la cual le transfirió sus marcas dulces no chocolatosas.
Si bien se habló mucho sobre los productos que la selección actual campeona del mundo llevó en su expedición a Qatar, en particular de la yerba, uno de los infaltables eran los Sugus. "No somos de pedir nada, lo que sí cuando llegamos al vestuario hay una bolsa de caramelos Sugus", contó el director técnico, en diálogo con el programa de radio Vuelta y media, de Urbana Play FM. Y agregó: "Hay de todo, surtidos, yo como el rojo, me como 40 antes de empezar el partido. El resto va agarrando, te aseguro que de la bolsa esa quedan pocos antes de empezar el partido. Está ahí arriba de la mesa y es como que los tenés que comer".
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