Confirmado: tener una vida sedentaria afecta la memoria, según los resultados de una investigación científica
Investigadores confirman que un estilo de vida sedentario puede deteriorar la memoria y tener otros efectos en la salud.
El impacto de tener una vida sedentaria va más allá del aspecto físico y de los efectos en la salud corporal. Según los resultados de una investigación científica reciente, llevar una vida sedentaria afecta tanto al cuerpo como a la memoria.
Investigadores de Finlandia analizaron estudios previos y encontraron que las personas que hacen ejercicio tienen mejor memoria de trabajo que las personas que pasan mucho tiempo en el sillón sin hacer actividad física.
¿Cómo tener una vida sedentaria afecta a la memoria?
El estudio realizado por científicos de la Universidad de Jyväskylä buscó investigar cómo la falta de ejercicio afecta el rendimiento cognitivo, en particular la memoria de trabajo, que es esencial para procesar información y realizar tareas.
Los resultados sugieren que las personas que practican deportes tienen una memoria de trabajo más eficiente que aquellas que llevan una vida sedentaria, ya que los deportes requieren tomar decisiones rápidas y constantes.
Los investigadores revisaron 21 estudios con más de 1400 participantes, en su mayoría atletas de disciplinas como básquet, béisbol y esgrima. Descubrieron que los atletas tienen una ventaja significativa en la memoria de trabajo en comparación con los no atletas, especialmente frente a aquellos con una actividad física mínima.
Aunque no se puede establecer una relación de causa y efecto directa, los estudios indican que el ejercicio regular tiene un impacto positivo en la memoria, destacando la importancia de un estilo de vida activo para mantener una buena salud cognitiva.
Beneficios de incorporar actividad física para mejorar la memoria
Incorporar ejercicio a la rutina diaria no solo mejora la memoria de trabajo, sino que también trae otros beneficios cognitivos y físicos. A continuación, algunos de los principales motivos para moverse más y sentarse menos:
- Mejora la concentración: el ejercicio aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, lo que ayuda a mantener una mente alerta y concentrada.
- Reduce el estrés: la actividad física libera endorfinas, lo que contribuye a reducir el estrés y la ansiedad, mejorando el bienestar general.
- Previene el deterioro cognitivo: la práctica regular de ejercicio puede ayudar a prevenir enfermedades como el Alzheimer y otras formas de demencia.
- Aumenta la energía: contrario a lo que podría pensarse, hacer ejercicio aumenta los niveles de energía a largo plazo, permitiendo realizar las tareas cotidianas con mayor facilidad.
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