Amparo de farmacias contra el DNU: sus cinco argumentos contra la venta libre de medicamentos
Los farmacéuticos fueron a la Justicia contra el DNU de Javier Milei, que interpretan como una "mercantilización" de la salud. Por qué piden dar marcha atrás y argumentan que los cambios afectarán a los pacientes
Los farmacéuticos presentaron este mediodía un amparo contra el DNU que empezará a regir a la medianoche y que interpretan como una "mercantilización de las farmacias" y perjudicial para la población. La Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) organizó una concentración frente a Tribunales con el eslogan de "defender la salud pública y la profesión" para acompañar la presentación judicial que busca dar marcha atrás con los cambios que Javier Milei impulsa para el sector.
Al reclamo de "la salud no es un negocio", se sumaron agrupaciones como la Federación Farmacéutica Entidad Nacional (Fefara), la Federación Argentina de Cámaras de Farmacias (Facaf), la Asociación de Propietarios de Farmacias Argentinas (Asofar), el Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos (Ceprofar) y la Asociación de Farmacias Mutuales y Sindicales (Afmsra).
En diálogo con El Cronista, explicaron que el amparo es un rechazo completo al decreto -ya que, aclararon, no se puede hacer de forma parcial-, pero está dirigido a los artículos referidos a la industria que permiten que se vendan medicamentos en cualquier comercio de la vía pública -no solo farmacias, sino también kioscos, supermercados, estaciones de servicios y más establecimientos-, que habilitan que no sea requisito obligatorio que el farmacéutico permanezca en la farmacia para dar atención al paciente y que derogan la reducción de fondos para investigación.
En ese sentido, COFA apuntó que "se pretende convertir a la farmacia en un mero comercio, al servicio de la voracidad económica de unos pocos, y que el medicamento deje de ser un bien social para pasar a ser un objeto de consumo. Hay desconocimiento de las consecuencias graves que traerá. Es un retroceso y una medida inaudita en cualquier país serio", afirmó la entidad que encabeza la demanda.
Cinco motivos por los que farmacéuticos dicen que el DNU es perjudicial para el paciente
Para los profesionales, la expansión del modelo de cadenas como Farmacity, favorecida por las medidas, harían desaparecer a 12.000 farmacias históricas de barrio de todo el país, pero además sería nociva para el paciente por cinco motivos:
1. Apuntan que "es falso el argumento de que bajarán los precios" : "Ya pasó en Chile. El mercado se monopolizó en tres grupos, que se quedaron con más del 90%. Aumentaron los precios y favorecieron a ciertas marcas. Se mató a la producción nacional, que en la Argentina es mayor, porque varios laboratorios exportan a más de 20 países. Los remedios no van a bajar. El precio lo fijan los laboratorios, no las farmacias", analizó Ricardo Pesenti, presidente de COFA.
2. Aseguran que "es perjudicial que una farmacia atienda sin farmacéuticos", teniendo en cuenta que cualquier persona sin título habilitante podrá hacerlo. "No habrá un profesional que garantice, bajo su responsabilidad, la calidad, el origen y la seguridad de los medicamentos", advierten, y aclaran que además de la dispensa, los farmacéuticos ofrecen servicios como control de la presión arterial, seguimiento de tratamientos de pacientes y entrega de aparatos de glucosa.
"El DNU lleva a la destrucción de la actividad, minando 20 artículos de la Ley 17.565 de ejercicio profesional, ya que se quita la condición de establecimientos sanitarios. Sería como un consultorio sin médico. Como profesionales de la salud expertos en medicamentos, los investigamos, controlamos y dispensamos. Somos imprescindibles, sobre todo en este contexto de mayor demanda de atención. El DNU nos considera descartables, ignorando las consecuencias que implica", comparó Rubén Sajem, director de Ceprofar.
3. Afirman que "se pone en peligro la salud de la sociedad" al autorizar la comercialización de medicamentos de venta libre por fuera de farmacias, que deja sin efecto la ley aprobada en 2009, que estableció que la dispensa solo se podría realizar en farmacias y detrás de mostrador. De esta manera, alertan sobre el riesgo de una compra impulsiva y la automedicación.
"Los medicamentos de venta libre no son inocuos. Todos los días atendemos a personas que piden uno que no necesitan o es incompatible con otro fármaco que toman. Mal utilizados pueden ser tóxicos o causar daños graves. Abrir un canal alternativo implica que van a ser entregados de cualquier forma y sin control. Si hay desvíos en la calidad o falsificación, no va a haber forma de detectarlos oportunamente ni de retirarlos del mercado", describió Sajem.
"A partir del decreto desregulador de Cavallo se empezó a vender medicamentos por fuera de farmacias. Siempre fueron más caros, implicaba un paso más en la distribución. En inspecciones a súpers, almacenes y kioscos, se hallaron drogas adulteradas y falsas. Incluso se ofrecían como venta libre los que necesitan receta. La norma de 2009 ordenó la situación", recordó.
4. Se oponen a la prohibición de prescribir un nombre comercial: de ahora en más, los médicos deberán colocar en la receta la droga genérica, sin sugerencias de marcas, por lo que, adelantan el consumidor deberá ser más conciente de lo que se lleve.
"¿Quién va a ayudar al cliente en la toma de decisión si la receta viene sin marca? Normalmente, que se indique una sugerida hace que compitan los laboratorios, contrariamente a lo que postula el DNU. Por principio activo, hay muchas opciones. La industria nacional es fuerte y se sostiene por el circulo virtuoso de la cadena: el laboratorio, la droguería y la farmacia, con la recomendación del profesional a cargo", explicó Pesenti, y ejemplificó con el caso de drogas como la libotiroxina, que se usa para problemas de tiroides y no se puede reemplazar un activo por otro.
"Una variación mínima hace que el tratamiento cambie. No se pueden intercambiar marcas, sí o sí requiere que se mantenga la misma. Si la persona no lo sabe y el farmacéutico no se lo precisa, se corre riesgo de que el tratamiento sea ineficaz. No es cuestión solo de administrar la dosis", comentó Pesenti en referencia a que el DNU obliga a los médicos a indicar la concentración de la droga en la receta, y aclaró: "hoy, la marca prescrita por el médico es sugerida, pero la potestad la tiene el paciente, con el asesoramiento del farmacéutico".
5. Apuntan que al permitir que estén en manos de sociedades anónimas, el decreto alienta la ampliación de cadenas en detrimento de las farmacias tradicionales de barrio administradas por sus dueños, en un 60% farmacéuticos. Esto haría que desaparezcan las que están en localidades pequeñas y pueblos, ya que abriría el juego a que entren grandes jugadores.
Isabel Reinoso, expresidenta de COFA y del Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires (PBA) citó los antecedentes de El Salvador y México: "Fueron cuestionados, ya que pacientes que se atendían en consultorios de farmacias salían con prescripción de 10 a 15 medicamentos. Lejos de bajar los costos, este modelo degradó el estado de salud de la gente por abuso de medicación. Se fomenta que las cadenas aumenten sus ventas, pero sin beneficio sanitario ni económico", concluyó.