¿Qué hacer si me despidieron? Cómo recuperarme y no caer en depresión

Algunas de las causas que explican por qué una persona sufre de depresión pueden estar vinculadas a una mala experiencia en el terreno laboral. Haber sido despedido y perder una fuente de trabajo sin dudas que dejan un vacío que, en ocasiones, resulta difícil de llenar.

En este sentido, resulta fundamental indagar en el origen de ese trastorno y entender que la situación por la que se está atravesando tendrá un final en el corto plazo. 

Para ello, existen algunos consejos que permiten reencauzar los proyectos de vida así como también cambiar el foco que se tiene respecto de una determinada circunstancia.

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¿Qué es la depresión y cuáles son los principales síntomas?

Según la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadísticos de los Trastornos Mentales (DSM-5), elaborado por la American Psychological Association (APA), la depresión se define como un conjunto de diversos síntomas que pueden expresarse en diferentes circunstancias y combinados entre sí.

Entre los más comunes, que indicarían que una persona atraviesa por este tipo de trastorno, se destacan:

1. Un estado de ánimo triste, que puede extenderse durante la mayor parte del día.
2. Anhedonia: implica una disminución significativa del interés o el placer en la mayoría de las actividades.
3. Cambios significativos en el peso, ya sea pérdida o aumento.
4. Problemas de sueño, como insomnio o hipersomnia.
5. Agitación o ralentización psicomotora.
6. Fatiga extrema o pérdida significativa de energía.
7. Sentimientos de inutilidad o culpa excesiva e inapropiada.
8. Dificultad para concentrarse, pensar o tomar decisiones.
9. Pensamientos recurrentes de muerte o ideación suicida.

¿Cómo proceder en caso de haber sido despedido?

Perder un puesto laboral, lo que significa indirectamente un recorte en los ingresos económicos, puede desencadenar una depresión. Sin embargo, existe una serie de procedimientos y actitudes a tener en cuenta que ayudarán a sobrellevar los difíciles contextos.

1. Acepta lo sucedido

Lamentarse y crearse presuntos escenarios sobre lo que hubiese sucedido si se actuaba de otra manera, no conduce a buen puerto. El duelo es una parte natural del proceso de recuperación y es normal durante las primeras etapas sentirse agobiado o triste. 

Uno de los consejos es permitirse no estar feliz en su totalidad y reconocer cuáles son las emociones que lo invaden a uno. Frente a eso, los tiempos de recuperación pueden variar, pero es importante comprender que no existe un momento exacto en el que la tristeza caducará. Dejar que fluyan los sentimientos en el tiempo que sea necesario.

2. No lo tomes personal

En ocasiones los despidos no están asociados a una responsabilidad concreta del empleado echado. Ya sea por recorte de personal o porque una empresa se funde, pueden ser múltiples las razones que llevaron a tomar esa decisión. 

Entender que la culpa no siempre es de quien fue afectado por esa medida, puede servir en un comienzo para encarar este tipo de situaciones desde otras perspectivas.

3. Toma acción inmediata

Aceptar que la decisión está tomada y que esa es la realidad que se atraviesa debe servir como un disparador para buscar un horizonte prometedor. Tomar cartas en el asunto, sea buscando un nuevo proyecto o realizando terapia, forma parte de los consejos para lidiar con estas situaciones.

4. Mantén una actitud positiva

Es sabido que caer en el pesimismo y la negatividad no sólo es más sencillo sino que también pueden afectar la percepción de uno. Resulta necesario no caer en pensamientos derrotistas y apostar por que el futuro venidero sea más exitoso que los tiempos que se viven. 

Mantener una actitud positiva ante todo es fundamental, teniendo en cuenta que todos los procesos terminan y no se vive por siempre en una eterna agonía.

5. Reinvéntate

Un despido laboral puede significa el comienzo de una nueva etapa, para pensar nuevos proyectos y darle iniciativa a aquellas metas que estaban ocultas. 

Incluso, se pueden explorar opciones como el emprendimiento, el desarrollo de habilidades adicionales o la búsqueda de un empleo que haga sentir a uno más realizado.