El café ya no es esencial y preocupa el futuro de las cafeterías de especialidad
Hace dos semanas el café dejó de ser considerado un bien esencial lo que generó cambios en las condiciones de pago y faltantes. Cómo impacta esta situación en el bolsillo de los argentinos
Al igual que muchas otras, la industria cafetera atraviesa un presente complejo y un futuro incierto. Es que, al sector se le sumaron nuevas trabas para importar y los precios se duplicaron en solo una semana y ya se registran faltantes. Menús acotados y desabastecimiento es el nuevo escenario que se empieza a notar, especialmente, en las cafeterías gourmet.
Hace dos semanas el café fue retirado de la lista de productos importados esenciales. De esta forma dejó de estar exceptuado del plazo de 180 días de pago al exterior. En pocas palabras: los importadores compran el grano verde, pero deben pagarlo dentro de seis meses o más al precio al que esté el dólar en ese momento.
Esto se traduce en un aumento de más del 160% en los precios. Es que ahora, los importadores de café le venden a los tostadores tomando como referencia el dólar MEP, cuando hace solo 20 días atrás lo hacían con el dólar oficial. "Un café que se pagaba $ 8000 el kilo hoy sale más de $ 20.000", indicaron desde el sector. "A esto se suma que muchos proveedores no quieren vender de cara al balotaje", agregó.
"Hoy los que corren riesgo son las cafeterías más chicas. El café de especialidad creció muchísimo en el último año pero esto le pone una traba. Las cafeterías chicas, que compran 50 kilos de café al mes, no pueden sostener este aumento de precios, explicó Javier Boustani, dueño de Kapselmaker.
La empresa, con su propio local a la calle en Palermo, cuenta hoy con 60 variedades de cápsulas que son compatibles con las de su mayor competidor Nespresso. Además, le produce las cápsulas de café a Café Martínez, Tienda de Café, El Bohio y hasta a la bodega Rosell Boher, entre otras.
"Nosotros tenemos stock, porque la empresa se endeudó previendo esta situación, pero dependemos de que nos aprueben pagos a proveedores para abastecernos en el futuro cercano. Hay un pago en stand by desde el 7 de octubre", dijo Boustani. Además, remarcó que ya sufren el desabastecimiento: "Tenemos faltantes de ciertas variedades como el café colombiano, el proveniente de África y el descafeinado".
La situación de Juan José Fernández, dueño de la marca Fedora Specialty Coffee que tuesta y comercializa café de especialidad, no es diferente. "Tenemos aumentos de más del 165% en el insumo básico. A eso se suma que muchos proveedores no nos quieren vender. Trasladar esos aumentos a nuestros consumidores es imposible. Hoy no tenemos café y la situación preocupa de cara a las próximas semanas", contó.
"El café podría alcanzar entre $ 1000 y $ 2000 por taza debido a la nueva resolución que lo vincula al dólar MEP, un aumento del 165% en una semana", agregó la fuente que aseguró que "hoy muchos proveedores no quieren vender" y especulan con "un bien que escasea". "Sin embargo, estamos haciendo nuestro máximo esfuerzo para mantener la calidad del producto a un buen precio", concluyó Fernández.
Para Boustani el escenario es complejo y pone en jaque a los negocios más chicos. "Para muchos de los locales que abrieron en el último año será muy difícil sobrevivir. Un café de especialidad con un abocado de palta va a costar $ 9000 y hay un mercado muy pequeño dispuesto a pagarlo", sostuvo.
Qué pasa con las grandes cadenas
Si bien el mayor impacto lo sienten las cafeterías gourmet, las grandes cadenas también deben afrontar aumentos y faltantes. "Al cambiar los plazos de pago los proveedores en el exterior nos aumentan los precios. No podemos abonar en el momento y eso tiene un costo", explicó una importante fuente del sector con más de 60 años en el mercado.
Por su parte, Marcelo Salas, dueño de Café Martínez, reconoció que el escenario es complejo. "No tenemos el stock que nos gustaría tener; el necesario para la demanda que tiene nuestro negocio", explicó.
"El stock del café no está en los niveles normales y lo cierto es que está caro porque hay incertidumbre de cara al balotaje", agregó Salas.
Por su parte, Martín Cabrales, dueño de la marca que lleva su nombre señaló: "No solo debemos afrontar aumentos en el grano de café sino en todos los insumos necesarios para comercializarlo. Hoy tenemos stock, pero entendemos que el presente es complejo para las cafeterías de especialidad".
En la Argentina, según datos de la Cámara Argentina de Café, se consume 1 kg de café por persona al año. Lo cierto es que se trata de un producto 100% importado que proviene de Brasil, Colombia, Ecuador y países de Centro América.
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