El secreto para unas articulaciones sanas, un sistema inmunológico fuerte y un cuerpo libre de inflamación
Elaborado mediante la larga cocción de huesos de animales, este líquido ha obtenido reconocimiento por su valiosa composición nutricional.
El caldo de huesos ha trascendido su mera definición de sopa para convertirse en un auténtico elixir de salud, gracias a su rica composición nutricional.
Este líquido, obtenido mediante la cocción prolongada de huesos de animales, ha experimentado un notable aumento en popularidad en los últimos años, emergiendo como un superalimento con múltiples beneficios para el organismo.
De esta manera, se presenta como un aliado ideal para tener unas articulaciones sanas, fortalecer el sistema inmunológico y mitigar la inflamación corporal.
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Los beneficios del caldo de huesos que pocos conocen
El caldo de huesos es una fuente natural rica en colágeno, una proteína fundamental para la salud de las articulaciones, cartílagos, ligamentos y tendones.
En primer lugar, su consumo ayuda a mantener articulaciones flexibles y móviles, disminuyendo el desgaste ocasionado por el dolor y la fricción. Esta característica lo hace especialmente valioso para atletas, individuos con artritis o aquellos preocupados por mantener la salud articular.
En segundo lugar, fortalece el sistema inmunológico gracias a la presencia de aminoácidos como la glicina, prolina y glutamina, que son esenciales para su funcionamiento. Estos aminoácidos colaboran en la lucha contra infecciones y enfermedades, lo que contribuye a mantener el cuerpo sano y resistente.
Por último, los aminoácidos y minerales presentes en el caldo tienen propiedades antiinflamatorias que pueden contribuir a disminuir la inflamación crónica en el cuerpo.
¿Cómo se prepara el caldo de huesos?
A continuación, te explicamos cómo preparar caldo de huesos de forma rápida y sencilla.
Ingredientes
Puedes utilizar huesos de pollo, ternera, cerdo o pescado, preferiblemente con tuétano y cartílago, para obtener un caldo más rico en colágeno.
Además, necesitarás:
- Agua
- 1 cebolla
- 2 zanahorias
- 1 tallo de apio
- 2 dientes de ajo
- 1 hoja de laurel
- 1 cucharadita de sal marina y pimienta negra
- 2 cucharadas de vinagre de manzana
Preparación
- Lava los huesos con agua fría para eliminar cualquier impureza.
- Opcionalmente, puedes asar los huesos en el horno a 200°C durante 30 minutos para potenciar su sabor.
- Luego, coloca los huesos en una olla grande y cúbrelos con agua.
- Añade las verduras y especias.
- Lleva la mezcla a ebullición y luego reduce el fuego a bajo.
- Cocina a fuego lento durante 12-24 horas, dependiendo del tipo de huesos que utilices.
- Una vez listo, retira la olla del fuego y permite que el caldo se enfríe ligeramente.
- Cuela el caldo con un colador fino para eliminar cualquier residuo.
- Deja que el caldo se enfríe por completo.
- Retira la capa de grasa solidificada que se forma en la superficie.
- Almacena el caldo en la nevera en un recipiente hermético por 3-4 días o congélalo por hasta tres meses.
¿Qué cantidad de caldo de huesos puedo consumir por día?
No existe una dosis estándar establecida para el consumo de caldo de huesos, ya que la cantidad recomendada puede variar según las necesidades individuales. En general, se recomienda limitar su ingesta a una taza por día.
Es importante tener en cuenta que el caldo de huesos puede contener niveles elevados de colesterol. Además, su contenido de sodio puede ser alto, sobre todo si se añade sal durante la preparación.
Por otro lado, se debe considerar su concentración considerable de purinas, que podría aumentar el riesgo de gota en ciertos individuos.