

Se acerca el 3 de noviembre y aumenta la presión en la campaña republicana para impulsar las chances del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que en las encuestas de intención de voto para los comicios presidenciales está 10 puntos detrás del candidato demócrata Joe Biden.

En un mitín en Minnesota, Trump hizo hoy grandes promesas económicas, condicionadas: a ser reelecto, y a ahondar la grieta con China. Prometió crear 10 millones de puestos de trabajo en 10 meses, en parte estableciendo créditos fiscales para las empresas que trasladen sus instalaciones manufactureras a EE.UU. desde el gigante asiático.

"Crearemos créditos fiscales para las empresas que traigan empleos de China a EE.UU.", dijo y amenazó con quitar contratos federales a firmas que subcontraten la fuerza laboral a China. Washington viene tomando medidas en múltiples frentes para modificar los vínculos económicos con China, con restricciones a empresas como el gigante tecnológico Huawei, prohibiciones de aplicaciones populares como TikTok y decretos para garantizar la producción local de productos clave.

El mandatario vaticinó que la economía local se recuperará con fuerza del impacto causado por la pandemia de coronavirus, siempre y cuando él sea reelecto. "Lo que hicimos juntos es nada menos que un milagro económico y ahora lo estamos haciendo de nuevo", proclamó. Por el Covid-19, el PBI estadounidense se contrajo un 32,9% en el segundo trimestre de 2020.
"Construimos la mayor economía de la historia del mundo y ahora tengo que hacerlo de nuevo", insistió y auguró más recortes de impuestos y desregulaciones para alentar las inversiones en el país, aunque sin dar detalles.
"Terminaremos con nuestra dependencia de China. Fabricaremos nuestros medicamentos y suministros críticos aquí en Estados Unidos", sostuvo en aparente referencia a una orden ejecutiva firmada en julio para impulsar la producción de fármacos y equipos médicos.














