

Inmerso en una escalada de presión política por la inflación, alta y sostenida, el gobierno de Estados Unidos decidió comenzar el 2022 con medidas intervencionistas.

La primera será una ofensiva contra los mayores productores de carnedel país, a los que Joe Biden acusa de excesiva concentración económica, a la que señala como una fuente clave de vulnerabilidad en la cadena de suministro de alimentos del país, y una de las causas de la elevada inflación.
LA CARNE VACUNA TREPÓ 21% EN NOVIEMBRE
La situación es especialmente grave en el sector de la carne vacuna, cuyos precios aumentaron en noviembre un 21% en relación con el 2020, según datos federales. Los precios de los alimentos en general también aumentaron -un 6,4%-, y el índice de la carne, las aves, el pescado y los huevos se disparó un 13%.
Sólo cuatro empresas controlan el 85% del mercado de la carne vacuna, el 70% del mercado del cerdo y el 54% del mercado de las aves de corral, explicó hoy la Casa Blanca, que hace semanas argumenta que la ruptura de los monopolios fomentará la competencia y hará bajar los precios.
LAS PRIMERAS medidas
Por lo pronto, el gobierno estadounidense anunció hoy que destinará 1000 millones de dólares a ayudar a productores independientes de carne y aves de corral, con el objetivo de socavar a los cuatro poderosos productores de carne a los que acusa de ser responsables del aumento de los precios al consumidor.

¿Y DESPUÉS?
Hay más indicios de dónde podrían ser las próximas intervenciones del gobierno en la economía: en noviembre pasado, Biden le pidió a la Comisión Federal de Comercio que investigara si las compañías petroleras y de gas estaban presionando indebidamente los precios de la energía.














