La guerra de Rusia contra Ucrania tuvo un primer día de tensa calma. Pero en el segundo día de la invasión, este viernes todo es terror y desesperanza. El presidente Volodímir Zelenski confirmó que Rusia avanza sobre Kiev a sangre y fuego.

El ejército de Putin, uno de los más sofisticados del mundo, está tomando zonas civiles como blanco de sus ataques por aire, tierra y mar. De hecho, este viernes comenzó con intensos bombardeos contra Kiev.

Se teme que Rusia tome la capital de Ucrania en las próximas horas. El segundo día de la invasión se inició en la madrugada con al menos dos fuertes explosiones en el centro de Kiev, con edificios civiles destruidos.

Al promediar la mañana se registraban disparos y explosiones en barrios de la ciudad, mientras tropas ucranianas se enfrentaban con blindados rusos en las localidades de Dymer e Ivanik, a 45 y 80 kilómetros de Kiev.

Mientras crece el número de muertos, el gobierno de Ucrania prohibió a los hombres de 18 a 60 años dejar el país. Y Estados Unidos prometió el envío de armas para militares y civiles que forman milicias urbanas a pedido del gobierno ucraniano.

"Putin dijo que los civiles no eran objetivo, pero es otra de sus mentiras. Esta noche, comenzaron a bombardear barrios residenciales. Esto nos recuerda a la ofensiva nazi de 1941", dijo Zelenski en un video difundido en redes sociales.

Según fuentes oficiales de Ucrania, el ejército ruso intentó tomar el control de aeropuerto de Hostomel pero no pudo. En tanto, hubo grandes combates con vehículos blindados rusos al noroeste de Kiev. La situación obligó al ejército de Ucrania a volar un puente sobre el río Teteriv para detener el avance ruso.

"La última vez que nuestra capital conoció algo similar fue en 1941 cuando fue atacada por la Alemania nazi. Ucrania venció ese demonio y vencerá también este", afirmó el canciller ucraniano Dmytro Kuleba.

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