El Papa pide por el salario universal: “Ningún trabajador sin derechos"
Lo escribió en una carta que les envió a los movimientos sociales. En su bendición de Pascua, pidió una condonación de la deuda a los países pobres y que se "relajen las sanciones internacionales".
El papa Francisco propuso "pensar un salario universal" para los trabajadores de la economía popular que luchan por "tierra, techo y trabajo", al tiempo que convocó a los movimientos populares a reflexionar "el después" de la pandemia de coronavirus y encarar un proyecto "centrado en el protagonismo de los pueblos".
En una carta enviada a los movimientos populares de todo el mundo y cuyo contenido difundió la agencia Télam, el Papa saludó la tarea de los trabajadores de la economía popular, a quienes describió como "un verdadero ejército invisible que pelea en las más peligrosas trincheras" en medio de la pandemia de Covid-19.
"Un ejército sin más arma que la solidaridad, la esperanza y el sentido de la comunidad que reverdece en estos días en los que nadie se salva solo", planteó Jorge Bergoglio en la carta en la que recordó los tres encuentros que ha tenido con los representantes de los movimientos populares en 2014, 2015 y 2016.
"Muchos de ustedes viven el día a día sin ningún tipo de garantías legales que los protejan", lamentó Francisco en la misiva fechada este domingo. Y, en esa línea, se preocupó especialmente por "los vendedores ambulantes, los recicladores, los feriantes, los pequeños agricultores, los constructores, los costureros, los que realizan distintas tareas de cuidado".
"Ustedes, trabajadores informales, independientes o de la economía popular, no tienen un salario estable para resistir este momento ... y las cuarentenas se les hacen insoportables", les dijo para plantear a continuación que "tal vez sea tiempo de pensar en un salario universal que reconozca y dignifique las nobles e insustituibles tareas que realizan; capaz de garantizar y hacer realidad esa consigna tan humana y tan cristiana: ‘ningún trabajador sin derechos’".
Contra los tecnócratasEn la carta, Francisco se manifestó esperanzado en "que los gobiernos comprendan que los paradigmas tecnocráticos (sean estadocéntricos, sean mercadocéntricos) no son suficientes para abordar esta crisis ni los otros grandes problemas de la humanidad".
El papa Francisco también pidió este domingo, al impartir desde el Vaticano su bendición de Pascua, una condonación de la deuda a los países pobres y que se "relajen las sanciones internacionales" contra las naciones más afectadas por la pandemia.
En una Basílica de San Pedro vacía, rezó especialmente para que haya "esperanza a quienes aún están atravesando la prueba, especialmente a los ancianos y a las personas que están solas". Y recordó a quienes viven "un tiempo de preocupación por el futuro que se presenta incierto, por el trabajo que corre el riesgo de perderse y por las demás consecuencias que la crisis actual trae consigo".
Antes de hacer el tradicional pedido de paz por los conflictos actuales en el mundo, entre ellos Venezuela, Yemen, Siria e Irak, el Papa aprovechó para dirigirse de pleno a la comunidad internacional.
"Considerando las circunstancias", pidió que "se relajen además las sanciones internacionales de los países afectados, que les impiden ofrecer a los propios ciudadanos una ayuda adecuada, y se afronten por parte de todos los países las grandes necesidades del momento, reduciendo, o incluso condonando, la deuda que pesa en los presupuestos de aquellos más pobres".
Antes de su mensaje, el Papa celebró la misa de Pascua en la Basílica de San Pedro, acompañado por unos pocos diáconos, el coro del lugar y los dos símbolos a los que les confió el fin de la pandemia: la Virgen Salus Populi Romani y el crucifijo que según la tradición católica salvó a Roma de la peste en el siglo XVI.
Fuente: Télam