Misterio develado

Una investigación científica reveló qué nos pasa cuando tenemos que esperar y por qué nos ponemos impacientes y ansiosos

La investigación científica ofrece un vistazo revelador sobre cómo la espera impacta nuestro estado emocional.

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La espera es una experiencia universal que todos enfrentamos en algún momento de nuestras vidas. Ya sea en la fila del supermercado o esperando una respuesta importante, la impaciencia puede surgir de manera repentina.

Una nueva investigación científica nos ofrece una visión reveladora sobre este inconveniente. Los científicos descubrieron cómo nuestro cerebro procesa el tiempo y por qué algunas personas son más pacientes que otras.

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¿Por qué aumenta nuestra impaciencia cuando tenemos que esperar?

La espera puede ser especialmente desafiante cuando estamos cerca de alcanzar el final esperado. Esta sensación de urgencia puede tener un impacto significativo en nuestras decisiones y comportamientos.

Un estudio estadounidense develó el misterio sobre qué provoca la impaciencia y ansiedad durante la espera (Fuente: iStock)

Según un estudio científico publicado en la revista Social Psychological and Personality Science, la frustración aumenta a medida que nos acercamos al final de algo que nos importa. 

  • 1. La tensión de la expectativa: investigadores de la Universidad de Texas en Austin exploraron cómo las personas experimentan la espera cuando están próximas a su conclusión.

    Descubrieron que la anticipación del fin inminente aumenta la impaciencia, generando una tensión emocional que influye en nuestras elecciones.

  • 2. Preferencia por la finalización: los estudios revelaron que, independientemente de la duración de la espera, la gente tiende a volverse más impaciente conforme se acerca el final.

     Esta impaciencia conduce a una preferencia por opciones que permitan concluir antes las tareas, incluso si implica trabajar más o pagar un precio más alto.  

Las personas suelen ponerse más impacientes cuando se acerca el final de lo que están haciendo (Fuente: iStock)
  • 3. El deseo de logro: Annabelle Roberts, coautora del estudio, destacó que la impaciencia no solo se trata de buscar recompensas inmediatas, sino también de alcanzar metas y eliminar pendientes de nuestra lista.

     Esta necesidad de logro puede motivar comportamientos aparentemente contradictorios, como trabajar más o pagar más para terminar antes.  

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Las mejores estrategias para gestionar la impaciencia 

Los hallazgos de esta investigación sugieren que la anticipación del final puede desencadenar una sensación de urgencia que influye en nuestras decisiones.

Una fila en el supermercado o para buscar empleo, son dos espacios que generan mucho estrés y ansiedad (Fuente: iStock)

Esto hace que cada individuo busque las mejores herramientas para lidiar con la impaciencia en situaciones que, para él, son críticas y le generan ansiedad: 

  • 1. Experiencias de espera menos frustrantes: comprender la psicología detrás de la impaciencia puede ayudar a diseñar esperas más tolerables en mercadotecnia y servicios.

  • 2. Mejora del liderazgo y la motivación: reconocer la impaciencia puede mejorar la motivación del equipo al comprender sus necesidades emocionales.

  • 3. Toma de decisiones informadas: aprender a ser paciente en la espera y tomar decisiones financieras reflexivas para el futuro.

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