Líder vs jefe

Las 7 claves fundamentales que separan a los verdaderos líderes de los simples jefes

Liderar y conducir no es lo mismo. En esta nota están las siete claves para saber cómo liderar realmente a un equipo y romper con el paradigma clásico de jefe con el objetivo de mejorar la productividad.

Uno de los debates que más suele darse entre los ejecutivos de las empresas es el de que hace a un buen jefe. Y uno de los principales conceptos que suele surgir de estas charlas es el de que no se debe pensar en cómo ser buen jefe, sino que se debe pensar en cómo liderar de forma correcta (rompiendo con algunos parámetros clásicos de cómo se deben comportar los jefes).

"El liderazgo no consiste en dirigir a otros y tener muchos seguidores", asegura el escritor best seller Robin Sharma -autor de libros como "El monje que vendió su Ferrari" o "El club de las 5 AM"- mientras que agrega: "Consiste en ayudar a la gente a liberar plenamente su talento persiguiendo una visión que tú le has ayudado a entender que es valioso y tiene sentido".

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Con esto en mente, armamos una guía con las siete claves que deben tener en cuenta los jefes para poder romper con los parámetros clásicos que suelen haber en las empresas y comenzar a liderar de verdad.

Un buen líder saca lo mejor de sus trabajadores.

QUERer A TU EQUIPO

La primera de las bases en el buen liderazgo se centra en formar un buen ambiente de trabajo. Y para eso es clave poder relacionarse con las personas del equipo, formando amistades, interesándose por su vida fuera de la oficina e incluso organizando actividades extra laborales con el único objetivo de pasar un buen momento. Es importante remarcar que esto se hace con el objetivo de crear un buen ambiente de trabajo y nunca debe ser realizado de forma forzosa (ya que en esa ocasión puede tener efectos adversos).

SABER DELEGAR

Una vez que estos lazos de confianza se establecen, el siguiente paso está en aprender a delegar las diferentes tareas, dando responsabilidades a quien se lo merece y aprendiendo en el proceso cuáles son las capacidades de cada uno de los empleados. Esto se puede lograr asignando las tareas, transmitiendo cuales son los objetivos y haciendo seguimientos grupales periódicos del trabajo realizado.

SER UN GUÍA

En tercer lugar está la idea de que un buen líder es aquel que puede guiar a sus trabajadores, sirviendo como el ejemplo de lo que deben ser y como deben trabajar. Es por eso que el esfuerzo no tiene que estar puesto en controlar cada acción de los empleados, sino que se debe enseñar desde el ejemplo el comportamiento ideal del trabajador.

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CAPACIDAD DE ADAPTARSE

Una de las falencias clásicas de los jefes está en creer que los métodos para realizar los trabajos son únicos. En una época donde el avance de la tecnología suele ser más rápido que nunca, estar dispuesto a aprender nuevas técnicas y adaptarse a los nuevos elementos es una de las bases en un líder. Pero esto no va solo para las formas de producción, ya que también sirve el poder adaptarse a los cambios que tienen los empleados, entenderlos y poder cambiar las formas con el objetivo de ayudarlos.

El jefe debe liderar y no ordenar.

NO ASIGNARSE TODO EL MÉRITO

Algo que suele arruinar muy rápidamente el ambiente de trabajo se da cuando un jefe se asigna el mérito de algo que fue realizado en equipo -mientras que también suele ser perjudicial cuando culpa a su equipo por un error-. En cambio, un buen líder debe ser capaz de darle el mérito correspondiente a su equipo (destacando incluso cuando algún empleado trabaja mejor), mientras que debe aceptar la responsabilidad en el momento que las cosas salen mal -y ser el primero en buscar solucionar el problema-.

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NO TENERLE MIEDO AL RIESGO

"El que no arriesga, no gana". Esta frase motivacional clásica suele ser la que diferencia a los jefes de los líderes. Un jefe suele no tomar riesgos, mientras que un líder incentiva a probar cosas nuevas, evalúa realmente si es posible realizarlas y sabe entender cuando es buena idea realizar alguna acción arriesgada. En este consejo la base está en que los líderes saben medir el riesgo sin transmitir miedo a sus trabajadores.

MOTIVAR COMO LÍDER

Por último pero no menos importante, el entender cómo motivar puede ser un factor fundamental a la hora de ser un líder. El jefe clásico suele motivar desde el miedo, con la posibilidad del despido o el retiro de horas siendo las formas más clásicas de hacerlo. En cambio, un buen líder sabe animar a sus trabajadores desde el ejemplo, mostrando estar predispuesto para todo y dando el ejemplo de cómo debe ser la actitud a la hora de trabajar.

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Comentarios

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  • MAAA

    Marco Antonio Arslanian Arslanian

    21/09/21

    Excelente!!!

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