Impresionante descubrimiento: científicos hallaron un tesoro oculto de más de 7000 años debajo del hielo polar

En una emocionante expedición científica realizada recientemente en el Parque Provincial Mount Edziza, ubicado en Columbia Británica, Canadá, un grupo de arqueólogos desenterraron una fascinante colección de 56 artefactos antiguos, con una antigüedad estimada de 7.000 años. 

Este notable descubrimiento fue posible gracias a dos inviernos consecutivos con niveles extremadamente bajos de nieve, lo que permitió la exploración de áreas previamente inaccesibles durante el verano de 2019, según informa el Miami Herald.

Entre los tesoros desenterrados se encuentran elementos como piezas de cestería confeccionadas con corteza de abedul, ejes de proyectiles, bastones de madera, herramientas talladas en hueso y asta, así como un calzado confeccionado con piel cosida. 

Estos artefactos ofrecen una valiosa perspectiva sobre las prácticas y el estilo de vida de los antiguos miembros de la comunidad indígena Tahltan, perteneciente a una de las Primeras Naciones de Canadá, según detalla un informe publicado en la revista Journal of Field Archaeology.

Explorando el parque Provincial Mount Edziza

Aunque el Parque Provincial Mount Edziza es conocido por sus formaciones volcánicas, su relevancia cultural para la comunidad indígena Tahltan se destaca aún más. 

Aunque previamente se habían identificado canteras de obsidiana y artefactos relacionados en la zona, los hielos cercanos no habían sido explorados minuciosamente hasta ahora.

Investigación de artefactos preservados por el hielo

El equipo de investigación, esta conformado por eminentes expertos en la materia, entre ellos figuras destacadas como Duncan McLaren, Brendan Gray, Rosemary Loring, Tsm Igharas Igharas, Rolf Mathewes, Lesli Louie, Megan Doxsey-Whitfield, Genevieve Hill y Kendrick Marr. 

Los especialistas demostraron un interés singular en la posibilidad de desenterrar artefactos que, en condiciones normales, habrían experimentado un inevitable deterioro con el paso del tiempo. 

La singularidad de este proyecto radica en la asombrosa preservación de estos objetos, un fenómeno atribuible a las condiciones excepcionales del hielo.