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Con el objetivo de entender qué sucedió con Doggerland, una pequeña extensión que conectaba Europa con la región oriental de las Islas Británicas, un grupo de investigadores de la Universidad de Bradford empleo una técnica conocida como magnetometría en el marco del proyecto Europe's Lost Frontiers.

Según los expertos, este método permitirá hallar pruebas que confirmen la existencia de civilizaciones antiguas bajo el mar del Norte, sin necesidad de realizar excavaciones.

Los arqueólogos mantienen la hipótesis de que estas tierras fértiles estuvieron habitadas por lagunas, ríos y bosques durante el Mesolítico, un intervalo intermedio en la Era de la Piedra.

El método que permite identificar civilizaciones pérdidas bajo el Mar del Norte

En el marco del proyecto Europe's Lost Frontiers, los científicos británicos emplearon dispositivos denominados magnetómetros. Estos instrumentos poseen la capacidad de detectar campos magnéticos.

Esta metodología permite elaborar mapas de estructuras y formaciones geológicas enterradas, sin recurrir a excavaciones.

"Las sutiles variaciones en el campo magnético pueden señalar transformaciones en el paisaje, como la presencia de zonas de formación de turba y depósitos sedimentarios, así como áreas afectadas por la erosión, como los cauces de los ríos", detalló Ben Urmston, uno de los investigadores principales del estudio.

Búsqueda arqueológica sin precedentes

Investigadores compiten contra el tiempo para documentar los vestigios de Doggerland. La urgencia radica en que esta zona está experimentando transformaciones debido a la instalación de parques eólicos de gran envergadura.

Vince Gaffney, uno de los autores del estudio, explicó: "Explorar los paisajes sumergidos en el Mar del Norte constituye uno de los últimos desafíos sobresalientes en el campo de la arqueología. Esta tarea adquiere aún mayor urgencia debido al veloz avance de la región del Mar del Norte en el ámbito de las energías renovables".

¿Qué es Doggerland?

Doggerland es la denominación que arqueólogos y geólogos asignaron a una antigua extensión de tierra ubicada al sur del mar del Norte, que conectaba Gran Bretaña con Europa. Esta área geológica estuvo expuesta hasta aproximadamente el año 6500 o 6200 a.C.