

La modernización de las fuerzas aéreas en Latinoamérica tiene un protagonista indiscutido y es el avión sueco JAS 39 Gripen, desarrollado por Saab y operado por una de las milicias más pujantes de la región, ya que su nueva incorporación supera en capacidades tecnológicas y operativas a cualquier otro ejécito latino actualmente en servicio.
Este salto cualitativo posiciona al Gripen como la nave más poderosa de América Latina, gracias a una combinación única de radar AESA, sistemas avanzados de guerra electrónica, misiles de largo alcance Meteor y una arquitectura digital que lo ubica al nivel de las fuerzas aéreas más modernas del mundo.
¿Cuál es el país que incorporó al avión más poderoso de la región?
Durante décadas, la defensa aérea latinoamericana se apoyó en cazas de generaciones anteriores, principalmente de origen francés, como los Mirage III, Mirage V, Mirage F1 y Mirage 2000, además de sus derivados IAI Kfir y Atlas Cheetah. Si bien estas aeronaves cumplieron un rol clave, hoy presentan limitaciones frente a los estándares tecnológicos actuales.
Con la incorporación del Gripen E/F (F-39) de Suecia, Brasil pasó a disponer del avión de combate más avanzado y poderoso de la región, superando en capacidades tecnológicas y operativas a cualquier otra plataforma actualmente en servicio.
Estos avances del siglo XXI comenzaron con una renovación parcial, con la incorporación de F-16 en Chile. Sin embargo, la decisión del país brasileño fue mucho más profunda y estratégica, al apostar por una plataforma de última generación capaz de garantizar superioridad aérea durante las próximas décadas.

¿Cómo es el avión más poderoso de Latinoamérica?
El Gripen E/F introdujo en Sudamérica capacidades inéditas y las siguientes ventajas:
- radar AESA de última generación,
- sensores fusionados,
- sistemas avanzados de guerra electrónica,
- comunicaciones seguras,
- el enlace de datos Link BR2, que permite operar en red con otras plataformas aéreas, navales y terrestres.
Sin embargo, el elemento decisivo es su armamento. El misil Meteor, con alcance superior a los 100 kilómetros otorga a Brasil una capacidad de combate más allá del alcance visual (BVR) sin precedentes en América Latina.
Ninguna otra fuerza aérea regional dispone hoy de una combinación equivalente de sensores, misiles y guerra electrónica.
El punto de inflexión fue el programa FX-2, lanzado por Brasil en 2009 para seleccionar su nuevo caza multirrol. En esa competencia, Saab se enfrentó a gigantes de la industria como Dassault, con el Rafale, y Boeing, con el F/A-18 Super Hornet. Tras un riguroso proceso de evaluación, Brasil eligió en 2013 al Gripen NG, hoy Gripen E/F, como su futuro sistema de armas.
¿Cuál es la importancia de este avance para Brasil?
La elección de esta nave no solo respondió al costo, sino a la superioridad tecnológica integral del avión. El Gripen fue seleccionado como reemplazo de los Mirage 2000, los F-5 modernizados y, a futuro, de los AMX A-1, consolidándose como el eje central del poder aéreo brasileño.

Brasil recibió sus primeras unidades en 2019 y ya produce parte de la flota localmente, acumulando experiencia en ensamblaje, mantenimiento y entrenamiento. Esta capacidad industrial refuerza la autonomía estratégica del país y consolida al Gripen como el pilar del poder aéreo más avanzado de la región.
El liderazgo tecnológico brasileño permitirá que el Gripen se incorpore en otros países. Colombia, con una flota limitada de IAI Kfir, y Perú, que evalúa el futuro de sus Mirage 2000 y MiG-29, observan al avión sueco como la opción que permitiría alcanzar un salto cualitativo similar en capacidades aéreas.
Con el Gripen consolidado como la plataforma más avanzada del continente, Sudamérica ingresa en una nueva etapa de modernización militar, donde la superioridad aérea, la autonomía tecnológica y la cooperación industrial redefinen el equilibrio regional.















