La caída de la actividad económica, una inflación anual de tres dígitos, los estrictos controles de capital y la incertidumbre política debilitarán la calidad crediticia de las empresas en Argentina durante lo que resta de 2023 y en 2024. Según un informe de Moody's Investors Service, las condiciones de crédito se deteriorarán salvo en el sector de petróleo y gas, donde las métricas seguirán siendo sólidas, aunque la demanda local y el poder adquisitivo se debiliten.

"Esperamos que la economía argentina se contraiga en torno al 3,5% en 2023 y un 2,5% adicional en 2024, y que la inflación se acelerará a alrededor del 200% en 2023 y del 350% en 2024", sostuvo la calificadora.

El estudio cuestionó la devaluación posterior a las PASO, que alimentó aún más la inflación y reforzó la dinámica recesiva al endurecer las condiciones financieras y aumentar los costos de la deuda en dólares.

"Una grave sequía ha reducido el rendimiento de las cosechas. Los daños económicos se traducen en perturbaciones directas del suministro y en la pérdida de ingresos de exportación", agregó.

"Las elecciones presidenciales aumentan la incertidumbre sobre las políticas futuras y su eficacia para hacer frente a los grandes desequilibrios macroeconómicos", alertó Moody's.

Según el estudio, también disminuirá el poder adquisitivo de los consumidores, con salarios muy por debajo de la inflación.

"La debilidad de los resultados de explotación, la falta de financiación exterior y las recientes restricciones al acceso a divisas aumentarán el riesgo de reestructuración de la deuda", agregó sobre el panorama financiero.

Sin embargo, Moodys sostiene que "las empresas más grandes podrán capear un entorno operativo problemático y los riesgos laborales con modelos de negocio integrados, grandes cuotas de mercado, acceso al capital y una sólida liquidez".