Entre enero y septiembre de este año el atraso en los pagos se saltó en el sistema de las sociedades de garantía recíproca del 0,8% al 1,6%.
Si bien las cifras son bajas, llega a alarmar son los números dentro del segmento pymes, que del 7% que estaban en el primer mes del año treparon al 10% en septiembre, el último dato revelador por el sector, de acuerdo a una información exclusiva que accedió este diario.
Reactivación
De todos modos, los principales actores del sistema remarcan que “se está viendo estas semanas una mejoría desde noviembre por la baja en las tasas que reactiva el segmento”.
Vale destacar que las SGR cumplen un rol irremplazable en el desarrollo productivo argentino: han asistido a más de 100.000 mipymes en todas las provincias, sosteniendo más de 500.000 empleos formales y movilizando más de $ 3,8 billones en crédito productivo.
El 35% del stock de préstamos bancarios dirigidos al segmento pyme se encuentra garantizado por SGR, mejorando los perfiles de riesgo y facilitando el acceso a condiciones más competitivas.
Financiamiento
De acuerdo con el sector, el volumen del potencial de financiamiento garantizado asciende a más de $ 3,8 billones, equivalente al 0,5% del PBI, ello sin contar el efecto multiplicador que el sistema derrama en la economía, como crédito, producción, empleo y pago de impuestos.
El ascenso en la mora de las pymes con SGR pasó luego de que en los peores momentos de demanda de dinero los bonos CER hayan llegado a rendir más de 30% real a un año.
Ahora, la apuesta oficial reside en que la baja de tasas y la consolidación de expectativas marque el camino para una reactivación del crédito que vuelva a funcionar como motor de crecimiento.
Motor de crecimiento
Si bien los créditos al sector privado representan un porcentaje muy bajo del producto bruto en comparación con los demás países de la región (por ejemplo, Brasil tiene una incidencia 5 veces mayor de los créditos al sector privado sobre el PBI) el margen en Argentina deja lugar a la posibilidad de un crecimiento fuerte y sostenido en los próximos años, según señala un informe del Centro CEPA.
Pero ese potencial de crecimiento requiere menores tasas y, también, una baja en la morosidad de las familias, que actualmente se encuentra en máximos y creciendo: 8,2% créditos personales en la serie que va desde 2009 hasta agosto de este año.
“Si bien la baja de tasas reduce el valor de las cuotas, creemos que será necesaria una recuperación de los niveles de ingreso de las familias para que el crédito termine de despegar”, completan.
Morosidad récord
Lo cierto es que la morosidad de los préstamos, especialmente a las familias, muestra un nivel récord y ascendente, 8,2% en préstamos personales frente al 3,6% un año atrás.
Desde este lugar difícilmente se logre una reducción hacia los niveles promedio sólo con una reducción en las tasas de interés, sino que es necesario un aumento en los ingresos de las familias.
Estancamiento
Hasta que la mora no empiece a disminuir será un factor que ralentice el crecimiento del crédito y por tanto de la economía, que se encuentra en un fuerte periodo de estancamiento desde febrero de este año.
“El acomodamiento de la política monetaria será clave para el crecimiento del crédito, pero sin una comunicación clara acerca del corredor de tasas, el proceso de la normalización puede encontrarse con problemas en el camino”, concluyen en CEPA.
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