El stock de pasivos remunerados del Banco Central cayó otro escalón tras la última licitación de deuda que realizó el ministro Luis Caputo. Con la baja, el presidente Javier Milei avanza en su plan de desarmar por completo estos instrumentos para "sanear" la hoja de balance del BCRA, con el objetivo final de levantar los controles cambiarios.
A la espera de los datos oficiales, los analistas estiman que el total de pases quedó en alrededor de $ 20 billones. La cifra surge en base a los $ 3,5 billones adjudicados el jueves, provenientes principalmente de los bancos que desarmaron pases, lo cuales se restan al stock de $ 24 billones que había previo a la licitación de Caputo.

También estiman que el desarme total de los pasivos remunerados del Banco Central podría terminar entre finales de junio y principios de julio a través de otro par de licitaciones de deuda. No obstante, no descartan que la entidad deje algún monto chico y que la cuenta por este concepto no quede totalmente en cero.
"En adelante, los pases tendrían que ir gradualmente convirtiéndose en algo simbólico. Posiblemente, dentro de un mes podamos pensar que ya esté completa la migración de los pasivos remunerados del Banco Central hacia letras de corto plazo del Tesoro", señala Adrián Yarde Buller, economista jefe de Facimex Valores.
Mayor debilidad para el Tesoro
Los analistas de Romano Group afirman que la estrategia de migración de pesos hacia Tesoro se encuentra en sintonía con la intención del equipo económico del Gobierno de "sanear" la hoja de balance del Banco Central y, con ello, avanzar de manera más rápida en su objetivo de liberar los controles de capitales.
"Esto implica una menor emisión de pesos endógena y, consecuentemente, una menor oferta monetaria, plausible de generar presiones cambiarias. Pero las curvas de títulos en pesos y en dólares nos hacen suponer que aún los controles férreos de carteras van a mantenerse por un tiempo más", destacan.

Sin embargo, resaltan que la estrategia de migración de pesos coloca al Tesoro en "una posición más débil", ya que su perfil de vencimientos de deuda comienza a engrosarse cada vez más en la parte corta, pudiendo generar inestabilidad en la curva en la medida en que el mercado financiero se encuentre con alguna mala noticia.
"Por el momento, no prevemos que algo de esto ocurra en el corto plazo y consideramos que la prudencia marcada por la Secretaría de Finanzas en la segunda licitación de deuda del Tesoro en cuanto a montos adjudicados es una buena señal para el mercado en ese sentido", agregan.
Los analistas de PPI también destacan que la migración no significa desaparición de la deuda pública en pesos, sino sólo un cambio de manos de una entidad a otra, el cual implica que el Tesoro quedará más comprometido en mantener la disciplina fiscal para poder pagar o mantener vigente el roll over de los vencimientos.
La próxima licitación de deuda del Tesoro, de acuerdo con el cronograma, se realizará el 12 de junio y las condiciones se darán a conocer dos días antes. Allí, Caputo enfrentará vencimientos por alrededor de $ 5,1 billones, explicados prácticamente por la Lecap de junio, y volverá a halar más pesos de los bancos desde el BCRA hacia el Tesoro.














