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Por qué los mercados podrían dispararse a fin de año

La Reserva Federal de Estados Unidos dio un golpe maestro al recortar drásticamente las tasas de interés sin disparar las alarmas de que está tratando de evitar una recesión.

La opinión generalizada desde hace tiempo es que el final de este año será difícil para los inversores. Las grandes acciones tecnológicas ya están caras desde cualquier punto de vista, y la gran sensibilidad de los mercados a cualquier mínimo error en los datos económicos apunta a un periodo prolongado de incómoda volatilidad. Además, Estados Unidos vuelve a celebrar elecciones en noviembre con resultados, digamos, potencialmente extremos.

Pero la Reserva Federal de EE.UU. dio un golpe maestro este mes al recortar drásticamente las tasas de interés sin disparar las alarmas de que está tratando de evitar una recesión. Desde entonces, los ánimos han cambiado: ¿y si los activos de riesgo no se desploman, ni siquiera tropiezan, sino que tienen un frenesí? [NdeR: melt up, una mejora sostenida e inesperada del rendimiento de un activo, impulsada en parte por una estampida de inversores que no quieren perderse la suba, más que por mejoras de sus fundalmentals].

Los datos históricos lo confirman. Los recortes de las tasas de interés estadounidenses de cualquier magnitud suelen coincidir con descensos de las acciones y otros mercados de riesgo si se producen en una recesión o en torno a ella, pero no si la economía marcha razonablemente bien, como parece ser el caso ahora.

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Deutsche Bank señala que, si se repasan todos los ciclos de bajada de tasas en EE.UU. de los últimos 70 años, la relajación vinculada a una recesión no suele impedir que el índice de referencia S&P 500 de las acciones estadounidenses caiga en los meses siguientes. "Sin embargo, si tenemos un ciclo de relajación sin recesión, los mercados tienden a volar", escribió el estratega Jim Reid en el banco. "De hecho, a poco menos de dos años de dichos ciclos, el movimiento promedio ha sido casi un 50% al alza. ¿Alguien quiere ver el S&P 500 en 8450 a finales de 2026?"

Es probable que esto sea un poco ambicioso, como dice Reid, porque las acciones de EE.UU. ya habían subido antes del recorte de tasa de EE.UU., logrando el mayor ascenso previo a la suba de tasas de la historia en ese periodo de 70 años. Por lo tanto, este resultado podría estar ya priceado, e incluso podría significar que si se produce una recesión -es una posibilidad remota, pero nunca se sabe- las caídas del mercado podrían ser especialmente dolorosas.

Pero los inversores parecen estar dejando de lado ese riesgo por ahora. Las acciones han alcanzado varios máximos históricos más desde la decisión de la Fed.

Una de las principales razones es que la Reserva Federal ha convencido al mercado de que está adoptando una postura proactiva, tratando de alejar a la economía de un desplome del mercado laboral antes de que se produzca. Las proyecciones de tasas a largo plazo publicadas en el momento de la decisión de política monetaria sugieren que los dirigentes aún esperan recortar las tasas bastante más, lo que a su vez sugiere que saben que aún tienen medio pie en el freno.

La compañía de research TS Lombard se encuentra entre los que afirman que esto presenta la posibilidad de un "melt up" de los activos de riesgo. "El hecho de que la Fed parezca dispuesta a seguir aplicando recortes de tasas agresivos en esta economía es un factor alcista para la renta variable y el crédito de baja calidad", escribieron la semana pasada sus analistas.

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Absolute Strategy Research también afirma que lo peor de la recesión económica puede haber pasado ya sin que nos hayamos dado cuenta. Como señalan Ian Harnett y David Bowers, los defaults de la deuda corporativa estadounidense parecen haber alcanzado ya su punto máximo, un resultado que, de demostrarse, sería "tremendamente positivo para la Fed, la economía estadounidense y los inversores en renta variable y crédito de EE.UU."

A finales del año pasado y principios de éste, algunos estaban convencidos de que la agresiva suba de las tasas de interés terminaría con los balances de las empresas y provocaría una ola de quiebras, pero ese espectáculo de terror no se ha materializado. Por el contrario, la tasa de default de la deuda corporativa estadounidense a 12 meses ya ha empezado a descender desde el 4,8% de junio, según datos de S&P Global. La agencia de calificación espera que la tasa baje hasta 3,75% para junio, o incluso 2,75%, en un escenario optimista.

Hasta aquí todo de color de rosa. Pero ahora ha llegado un apoyo adicional de -entre todos los lugares- China, cuna de la perfomance verdaderamente sombría del mercado este año. En primer lugar, el banco central y los reguladores financieros lanzaron la semana pasada una serie de medidas de estímulo que incluyen recortes de las tasas de interés, más apoyo al mercado inmobiliario e incluso esfuerzos dirigidos específicamente a levantar las acciones. "Nos sorprendió la amplitud de las medidas y su alcance, todo al mismo tiempo", dijo Laura Cooper, estratega con sede en Londres de la firma de inversión Nuveen.

Al día siguiente, las autoridades chinas fueron aún más lejos, prometiendo intensificar el apoyo fiscal. En conjunto, esto propició una ganancia de casi el 16% para el índice de acciones chinas CSI 300, su mejor semana desde 2008. China ha desplegado una red de seguridad para la economía que también podría apoyar a los inversores nacionales y extranjeros. Los mercados europeos también se contagiaron de las buenas vibraciones. Barclays lo califica como un "rally anticipado de Papá Noel" para los mercados bursátiles.

El mayor riesgo ahora podría ser que las perspectivas de EE.UU. y del mundo sean lo suficientemente sólidas como para que los recortes de tasas previstos, que están apuntalando al menos algunas ganancias del mercado, no sean necesarios después de todo. Pero cada vez da más la sensación de que hay que buscar razones para sentirse miserable en un mundo en el que la economía estadounidense se mantiene bastante bien y los grandes bancos centrales nos cubren las espaldas. El camino de menor resistencia parece ser el de más, potencialmente rápidas incluso, ganancias.

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