El secreto de las tecnológicas latinas para seguir creciendo, mientras en EE.UU. la industria está en crisis
Los empresarios acostumbrados a una política impredecible y a una economía poco convencional están demostrando que pueden hacer frente a las crisis de financiación mejor que sus contrapartes en Estados Unidos.
Cuando Estados Unidos estornuda, América latina se resfría, dice el refrán. Sin embargo, mientras el sector tecnológico estadounidense se vio sacudido por los despidos masivos, su contraparte más al sur parece sorprendentemente animado.
Lejos de despedir, Mercado Libre, la respuesta latinoamericana a Amazon, está contratando. Contratará a 13.000 personas más este año y sus acciones han subido un 55% desde el 1 de enero, superando ampliamente al índice tecnológico Nasdaq.
Su CEO, Marcos Galperín, afirma que las contrataciones confirman la filosofía de expansión gradual y constante de la empresa. "Cuando todo el mundo exageraba [went overboard], nosotros no", explica. "Asumimos riesgos, probamos cosas nuevas, pero intentamos no volvernos locos".
Cómo América latina se convirtió en la próxima gran frontera de la tecnología
A pesar de tener los mismos problemas de financiación que los estadounidenses, los directivos tecnológicos latinoamericanos son más optimistas por varias razones. En primer lugar, las lagunas de desarrollo de la región se traducen en mercados potenciales más grandes. Las empresas de comercio electrónico tuvieron que construir redes logísticas completas en países que carecían de ellas y desarrollar nuevos sistemas de pago para consumidores acostumbrados al dinero en efectivo. Ahora pueden cosechar los frutos.
"El conjunto de oportunidades es mayor en América latina que en los mercados más desarrollados... porque se están construyendo mercados que antes no existían", afirma Nicolás Szekasy, cofundador y socio gerente de Kaszek Ventures, la mayor empresa de venture capital de la región. Y apunta al gran banco digital brasileño Nubank, valorado actualmente en u$s 30.000 millones. "No hay Nubank en EE.UU. porque los bancos tradicionales ofrecían una experiencia digital suficientemente buena".
Millones de latinoamericanos que carecían de cuentas bancarias se han incorporado al sistema financiero gracias a las fintechs de la región. "En Argentina, la gente que hace música en el subte tiene un código QR", dice Galperín. "La gente que vende cosas en la calle tiene un código QR. Eso formaliza la economía como ninguna otra cosa".
Entre los beneficiarios se cuentan start-ups como la brasileña Dock, que proporciona la tecnología para que otras empresas ofrezcan servicios financieros. Su CEO, Antonio Soares, la describe como "uno de los mayores motores de la inclusión financiera".
En segundo lugar, las tecnológicas latinoamericanas han tenido que superar obstáculos más difíciles. Francisco Álvarez-Demalde, cofundador y socio director de Riverwood Capital, afirma que la complejidad de los sistemas fiscales y la burocracia en países como Brasil estimuló la innovación. "Una empresa que ha sido capaz de crear un producto para un mercado tan complejo está totalmente preparada para entrar en otros mercados", afirma.
En el Latam Tech Forum de Riverwood celebrado en Miami el mes pasado, los fundadores de nuevas empresas reconocieron que las condiciones de financiación mucho más duras los habían obligado a centrarse en ampliar su negocio principal de forma rentable y reducir costos. Pero siguen siendo optimistas a largo plazo.
Servicios digitales, el nuevo modelo de crecimiento que necesita América Latina
Según la asociación latinoamericana de capital privado LAVCA, la inversión de venture capital en la región se redujo a u$s 800 millones en el primer trimestre de este año, apenas más de la cuarta parte de lo invertido un año antes. Las valoraciones son más bajas y las nuevas empresas están posponiendo sus planes de salir al mercado.
Pero para los empresarios acostumbrados a navegar entre inflaciones anuales de más del 100% (Argentina), seis presidentes en cinco años (Perú) o bruscos bandazos de la política económica (Colombia y Chile), las condiciones financieras más estrictas parecen menos amenazadoras de lo que podrían parecer a un empresario estadounidense.
Otras tendencias están ayudando a la región. Las empresas estadounidenses están reduciendo sus costos subcontratando el desarrollo de software en lugares más baratos de América latina, lo que impulsa la industria tecnológica local. Según la Unesco, México, Colombia y Chile tienen una proporción de estudiantes que se gradúan en disciplinas STEM superior a la de EE.UU.
MercadoLibre: Marcos Galperín desnuda los problemas de la Argentina y cuenta sus planes en la región
Y aunque las formidables barreras geográficas de América latina, como la cordillera de los Andes o la selva amazónica, han obstaculizado el comercio físico, no suponen ningún obstáculo para la difusión de software y servicios online en países con culturas similares que hablan dos lenguas principales estrechamente relacionadas.
Por ahora, los inversores parecen contentos de seguir apostando por los emprendedores de la región, aunque a menor escala. Álvarez-Demalde afirma que las empresas del portfolio de Riverwood registraron el año pasado el mayor crecimiento de su historia. Szekasy afirmó que Kaszek no tuvo "ningún problema" en recaudar casi u$s 1000 millones a principios de año para invertirlos en start-ups. Puede que el sector tecnológico latinoamericano no sea tan febrilmente exuberante como en el boom de 2021, pero aún no ha sufrido un fuerte resfriado.
Compartí tus comentarios