Confirmado por el SEPE: las 4 formas en las que puedes autodespedirte y cobrar paro e indemnización
El Estatuto de los Trabajadores contempla situaciones en las que el empleado puede rescindir su contrato y acceder a prestaciones.
En el ámbito laboral español, los empleados cuentan con mecanismos legales para proteger sus derechos frente a incumplimientos por parte de sus empleadores. Una de estas herramientas es la extinción voluntaria del contrato por causas justificadas, comúnmente conocida como "autodespido".
Este procedimiento permite al trabajador finalizar su relación laboral y acceder tanto a una indemnización como a la prestación por desempleo, siempre que se cumplan ciertas condiciones establecidas en el Estatuto de los Trabajadores.
Qué es el autodespido y en qué situaciones se aplica
El autodespido está regulado en el artículo 50 del Estatuto de los Trabajadores, que especifica las causas por las cuales un empleado puede solicitar la extinción de su contrato con derecho a indemnización y paro. Existen cuatro situaciones que permiten al trabajador acogerse a este derecho.
1. Modificaciones sustanciales en las condiciones de trabajo
Si la empresa introduce cambios significativos en aspectos esenciales del contrato sin respetar los procedimientos legales, y estos afectan negativamente al trabajador, este puede solicitar la extinción del contrato.
Estas modificaciones pueden incluir alteraciones en la jornada laboral, horario, sistema de remuneración o funciones que menoscaben la dignidad del empleado. Es fundamental que tales cambios no hayan sido consensuados y que perjudiquen al trabajador de manera evidente.
2. Falta de pago o retrasos continuados en el salario
El impago o los retrasos reiterados en el abono del salario pactado constituyen un incumplimiento grave por parte del empleador. Se considera suficientemente grave la acumulación de más de tres mensualidades impagadas, incluyendo las pagas extra, y, en su caso, el pago delegado durante la baja médica. Los retrasos también pueden constituir un incumplimiento grave, pero hay que valorar el tiempo de demora y si son suficientemente reiterados.
3. Incumplimiento grave de las obligaciones contractuales
Cualquier incumplimiento grave de las obligaciones por parte del empresario, como la falta de medidas de seguridad e higiene en el trabajo, pagos fuera de nómina sin cotizar o cargas de trabajo desproporcionadas, puede justificar el autodespido.
Por ejemplo, la negativa de la empresa a reintegrar al trabajador en sus anteriores condiciones de trabajo tras una sentencia judicial que haya declarado injustificados ciertos cambios.
4. Movilidad geográfica que implique cambio de residencia
Si la empresa decide trasladar al trabajador a un centro de trabajo que requiere un cambio de residencia, el empleado puede optar por extinguir su contrato y recibir una indemnización. Este derecho está contemplado en el artículo 40 del Estatuto de los Trabajadores, que permite al empleado rescindir su contrato con una indemnización de 20 días de salario por año de servicio, con un máximo de 12 mensualidades, si el traslado le resulta perjudicial.
Quiénes pueden aplicar el autodespido
Para ejercer el derecho al autodespido, el trabajador debe recopilar pruebas que demuestren el incumplimiento por parte de la empresa. El proceso generalmente implica presentar una demanda ante el Juzgado de lo Social, donde se evaluarán las evidencias aportadas.
Siempre es recomendable contar con el asesoramiento de un abogado especializado en derecho laboral para garantizar que se sigan los procedimientos adecuados y se protejan los derechos del trabajador.
La indemnización que corresponde al trabajador en caso de autodespido es equivalente a la establecida para los despidos improcedentes. Esto significa que recibiría 33 días de salario por cada año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades. Además, tendrá derecho a la prestación por desempleo en las mismas condiciones que si hubiera sido despedido.
Qué tener en cuenta en estos casos
Es importante destacar que, aunque el trabajador inicie el proceso de autodespido, en la mayoría de los casos deberá continuar desempeñando sus funciones hasta que se obtenga una resolución judicial favorable. Abandonar el puesto de trabajo sin una causa justificada podría interpretarse como una baja voluntaria, lo que afectaría negativamente los derechos del empleado.
El autodespido es una herramienta legal que permite a los trabajadores en España proteger sus derechos frente a incumplimientos graves por parte de sus empleadores. Conocer las causas que lo justifican y el procedimiento a seguir es esencial para garantizar una salida laboral con las compensaciones correspondientes. Ante cualquier duda, es aconsejable buscar asesoramiento legal para asegurar el correcto ejercicio de este derecho.