Un nuevo funcionario del Gobierno presentó la renuncia: quién es y los motivos
Un funcionario ligado a Cancillería amenazó a un director de un organismo importante de pesca por la presencia de un barco chino en Mar Argentino.
Una nueva renuncia sorprende al Gobierno de Javier Milei. Se trata de Julián Suárez, director saliente de Control y Fiscalización Pesquera, quien la presentó hoy. Esta oficina es un organismo dependiente de la Subsecretaria de Pesca de la Secretaría de Bioeconomía, bajo la dirección de Fernando Vilella.
Su salida generó controversia debido a los detalles que rodean su dimisión. Según fuentes citadas por Noticias Argentinas, el ex director habría recibido una llamada amenazante de un funcionario de Cancillería, liderada por Diana Mondino.
Esta llamada se dio cuando Suárez estaba investigando un caso de pesca ilegal de merluza negra por parte de un busque pesquero de capitales chinos en el sur del país.
Los detalles de la renuncia
En su carta de renuncia dirigida al subsecretario de Pesca, Juan Antonio López Cazorla, Suárez expresó que su dimisión es "indeclinable", y señaló que sería su último día en el cargo que ocupaba como Director.
Julián Suárez cuenta con una trayectoria de 15 años en el servicio público y ha sido considerado un funcionario experto en la materia. Tras el escándalo, se convirtió en el último funcionario en abandonar el gobierno de momento.
Su renuncia no se debe solamente al llamado. Según informes de la revista especializada Puerto, se le había pedido que arme una lista de cincuenta nombres para despedir y preparara una desregulación que eliminara resoluciones y disposiciones del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.
La gota que rebalsó el vaso fue la presión telefónica para favorecer al barco pesquero llamado "Tai An", propiedad de un empresario chino radicado en Tierra del Fuego, quien estaba pescando merluza negra ilegalmente en una zona prohibida del Mar Argentino.
Según informa Noticias Argentinas, el funcionario que llamó a Suárez tenía vínculos familiares con la ministra Mondino y ordenó de manera intimidante que el barco no regresara al puerto. Cazorla intervino en el hecho, pero la situación generó fuertes tensiones dentro del organismo.
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