

Después de presentarse ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) e inversores en Washington DC, a quienes aseguró que tiene el apoyo "total" oficial para implementar el ajuste fiscal, Silvina Batakis volvió al país en medio de versiones de un ascenso de Sergio Massa a un rango de 'superministro' y el beneplácito del mercado, que encontraría un interlocutor conocido.
La titular del Palacio de Hacienda ingresó cerca del mediodía a la Casa Rosada y se retiró sin hacer declaraciones después de dos horas de reunión con Alberto Fernández. La funcionaria tenía previsto detallar las gestiones antes los organismos internacionales. La reunión tuvo lugar luego de que el presidente Alberto Fernández, se reuniera por la mañana con Massa en Olivos, según detalló El Cronista.
A menos de un mes de asumir, Batakis se enfrentaría con un nuevo esquema de confirmarse el ingreso de Massa al Gabinete. Las fuentes oficiales ratifican su continuidad y se analiza un rol más cercano al de ministra de Hacienda.

En términos económicos, el mercado espera una señal fiscal fuerte del Gobierno, con medidas que respalden los anuncios. Pero ante todo, el reclamo es el ordenamiento político del Frente de Todos y consideran que la figura de Sergio Massa podría zanjar las diferencias entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
La señal fiscal es necesaria poner fin a la volatilidad cambiaria que amenaza además con erosionar el clima social por su impacto en la inflación: la incertidumbre de julio llevará al índice de precios a un máximo mensual en 30 años, con un 8% y siembra un piso de 6 a 7% para los meses restantes hasta fin de año.

Batakis asumió el 4 de julio, tras la renuncia de Martín Guzmán el sábado dos. Anunció un paquete de ajuste fiscal del que sólo se confirmó el congelamiento de contrataciones en la administración pública.













