El presidente Javier Milei le prometió a la Mesa de Enlace que el próximo impuesto a bajar serán las retenciones, esta vez de manera definitiva. Lo hizo después de una reunión que estaba planificada para durar 50 minutos y se extendió a una hora y media.

En el primer encuentro mano a mano con el sector, el mandatario repitió el compromiso hecho en la apertura de 2024. Eliminar los derechos de exportación. Pero antes, un recorte que será definitivo.

La agenda de bajas seguirá por el impuesto a los débitos y créditos, algo que el ministro de Economía, Luis Caputo, había comprometido revisar en su encuentro con las entidades que nuclean a los productores.

La agenda no contó con una esperada visita del presidente al playón donde horas antes había descendido el primer animal de la 137° Exposición Rural que se extenderá del 17 al 27 de julio. Para el sábado 26 contarán con la presencia del presidente en el acto de apertura, en el cual además se espera que haya importantes anuncios. Si bien no hubo mayores precisiones, la expectativa ronda que se trate de anuncios para todo el sector productivo.

En un encuentro, considerado cordial, los representantes del agro, Andrea Sarnari (FAA), Lucas Magnano (Coninagro), Carlos Castagnani (CRA) y Nicolás Pino (SRA) expusieron la situación del sector, impactada por el tipo de cambio, el margen de ganancias, las retenciones y la desregulación de organismos clave, como el INTA.

Los referentes sectoriales no se fueron con precisiones sobre plazos concretos para la quita de retenciones, pero si con el compromiso de que será el próximo impuesto en ser tocado, y que su baja será definitiva. El argumento sigue vinculado a que el superávit fiscal lo permita. En el primer semestre del año, según el Instituto de Análisis Fiscal (IARAF), los derechos a la exportación representaron el 4,9% de los recursos tributarios.

Aunque sin tiempos, los representantes se quedaron conformes con el compromiso y los consideran una buena señal del sector.

Sin embargo, no se abstuvieron de criticar el tributo. Fue Pino el que enfatizó, antes del cara a cara con Milei, que "la situación es calamitosa" y que las retenciones "son el impuesto más nefasto que se puede aplicar".

El mandatario además expuso una lista de diez medidas para el sector productivo, de las cuales cuatro ya fueron aplicadas.

Mientras tanto, las bases están inquietas. La caída de los precios internacionales, la permanencia de las retenciones y la suba de los insumos medidos en dólares afectan a la rentabilidad de los productores. En materia de precios, la Bolsa de Rosario informó que la harina de soja, principal producto exportado (13,4% del total), tocó mínimos en 15 años.

La cuestión de la rentabilidad también puso sobre la mesa la próxima campaña de la gruesa. Con la fina ya en marcha y con la rebaja de retenciones vigente hasta marzo para el trigo y la cebada, la discusión pasa por la campaña del año próximo.

Por lo pronto, el Gobierno espera, según publicó en el anticipo del Presupuesto 2026, que lo recaudado por derechos de exportación aumente un 66,7% interanual.

Sin embargo, coinciden en que la recuperación de la rentabilidad no se dará por una suba del tipo de cambio, ya que el 90% de los insumos están medidos en dólares. Sino, insisten, debe ser vía baja de impuestos, un eje central de la gestión nacional que promete mayores avances a futuro. Además, aseguran que el Gobierno buscará frenar corridas con un colchón suficiente de dólares. Por el tipo de cambio no vendrá la recuperación de la rentabilidad.

El desafío está en que los productores entiendan que ahora el tipo de cambio flota, arriesgaron algunos, y que las compras que concretaron para atesoramiento durante la campaña están centradas en una confusión en ese sentido. El sector le midió la temperatura al Gobierno, y entendió que especular pierde sentido, como cuando se esperaba que se sostenga la baja de retenciones, que había sido anunciada como temporal y hasta mitad de año.

Planteada en particular la necesidad de tener políticas sectoriales para las economías regionales, el presidente sostuvo que él se ocupa de la macroeconomía, y que lo sectorial vendrá por el crecimiento de la misma. No conformó.

En materia de desregulación, la preocupación se la llevó el INTA. Los referentes sectoriales plantearon que es necesario revisar cómo se hará la reforma del organismo, ya que hay zonas en las que es esencial que se mantenga, como en la Patagonia. Lo que se llevaron es un compromiso de diálogo y la sugerencia de que avancen en esa materia con el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, y el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, quien tendrá bajo su mando el organismo.

Al respecto, espera tener encuentros esta semana para tener un mayor diálogo sobre el futuro del organismo, que tiene incidencia nacional y vínculo directo con los productores.

Por último, la infraestructura fue un factor clave de la discusión por su impacto en la productividad. Fue Sarnari quien enfatizó en la necesidad de avanzar y con urgencia en las concesiones o el mantenimiento. "Hay rutas que, con esta cosecha, quedaron intransitables. Con una o dos cosechas más, no vamos a poder seguir transitando por las rutas", dijo la dirigente de la Federación Agraria. Pino también apunto a este tema y planteó que "de nada sirve producir si no lo podemos transportar".

Otros temas que fueron tratados fueron la reforma laboral, que se estima que se enviará en diciembre, con un Congreso ya renovado, la licitación de la Hidrovía, el Banco Nación, la barrera patagónica que protege a la región como libre de aftosa, el acuerdo con la Unión Europea, entre otros.