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El embajador norteamericano Marc Stanley pidió que hubiera un acuerdo entre el oficialismo y la oposición cuanto antes. Fue su respuesta a la propuesta que hizo Horacio Rodríguez Larreta, quien dijo que el próximo gobierno tendrá que ser de coalición. Lo que no sucede en el conjunto de la sociedad, instalada en la grieta política, fue casi un ruego del círculo rojo que se reunió en la 19º reunión del Consejo de las Américas que volvió a sesionar en forma presencial, después de dos años de pandemia.

Sergio Massa, entonces, subió la apuesta. Al término de su discurso, donde se lamentó que una cosa es lo que dicen los dirigentes públicos en privado y otra muy distinta lo que declaran en público, expresó su deseo de llevar adelante políticas con acuerdo de la oposición. Y lanzó un enigmático.

Dijo que "en la noche que se anunció mi designación (como Ministro), un dirigente de la oposición me llamó para felicitarme. Al otro día, a las 8.30 de la mañana, tenía de nuevo un llamado de él, y me extrañó que volviera a llamarme, si ya habíamos hablado la noche anterior".

El titular de Economía anticipó que no iba a decir de quién se trataba y le pidió a los periodistas que veía desde el estrado que no le escriban a su celular para preguntarle el nombre, porque no lo diría. "Es algo que debe quedar en el ámbito de lo privado", precisó.

En cambio, sí contó que el dirigente en cuestión le preguntó si haría públicos los llamados que recibió de la oposición. "Porque me va bien en una posición dura, y si sabe que te llamé no va a caer bien en mi electorado", agregó.

Obviamente que Massa sabía que se despertaría a partir de entonces una gran intriga entre quienes escuchaban. ¿Quién es el dirigente que lo llamó para felicitarlo y después pidió que lo mantenga en reserva?

¿LARRETA? ¿MORALES? ¿RITONDO?

"¿Habrá sido Horacio Rodríguez Larreta?", se preguntó un empresario sentado entre las primeras filas del salón del Hotel Alvear. "No creo", le contestó otro que estaba a su lado. "Justamente, Larreta no es de los que tiene una posición dura, todo lo contrario, fijate que hoy propuso un gobierno de coalición". ¿Entonces? ¿No lo habrá llamado? "Bueno, eso puede ser, siempre dijeron que son amigos".

Hay quienes piensan que pudieron ser los radicales, básicamente el gobernador Gerardo Morales, que mantiene un vínculo estrecho con Massa, al punto que comparten una alianza de gobierno en Jujuy. Pero el jujeño no es el único que mantiene un buen vínculo con peronistas. Lo mismo sucede con Martín Lousteau y Facundo Manes, que mantuvieron reuniones importantes con Juan Schiaretti, el gobernador de Córdoba que está alejado del mundo K.

Un dirigente porteño asegura que Massa se refirió al diputado Cristian Ritondo, ex ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, y uno de los responsables de darle gobernabilidad a la gestión de María Eugenia Vidal a través del acuerdo con la oposición, que llevó -por ejemplo- a diputados massistas a presidir la Cámara de Diputados provincial.

"Me suena que puede ser Cristian", confió el porteño a El Cronista, "porque hoy está duro y él naturalmente tiene una vocación dialoguista, por peronista pero también por personalidad". Un diputado de la Nación, finalmente, sentenció: "el que esté libre del pecado de hablar con peronistas, que tire la primera piedra".