Pymes advierten que la producción está afectada por falta de importaciones

Desde el sector reclaman que para que ingrese una máquina al país hay que "desglosarla aduaneramente" en distintos equipos y, al estar retrasadas las licencias no automáticas, la fabricación comienza a crecer pero no se puede terminar de poner en marcha.

 Mientras la falta de reservas cada semana influye más sobre el comercio exterior, las pequeñas y medianas empresas experimentan una lenta mejoría en el nivel de actividad, que las obliga a importar para seguir expandiéndose. En enero la producción de pymes industriales creció 0,3% interanual, de acuerdo a los datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). 

Las limitaciones para importar tienen grises y diferentes aristas. Los productos que mayor dificultad tienen actualmente para ser autorizados son los que dependen de las licencias no automáticas (LNA), suelen ser bienes terminados, como de capital. En contraposición, el ingreso de insumos suele hacerse a través de licencias automáticas (LA) y no estaría presentando problemas. 

Más del 80% de lo que importa nuestro país se utiliza en la producción nacional como insumos, bienes intermedios o bienes de capital: "se dan casos que por no poder importar un componente de 500 dólares, no se puede terminar un bien de 50.000 dólares que debe exportarse", explicó a El Cronista Alfredo Bonazzi, presidente de la Cámara Argentina de la Máquinas Herramientas y Tecnologías para la Producción (Carmahe)

Desde la oficina del Ministerio de Producción, que actualmente administra las licencias, explicaron a este diario que la política de sustitución de importaciones que aplican apunta a no dejar ingresar ningún bien que se produzca nacionalmente.

Sin embargo, Bonazzi apuntó: "hay productos que no se fabrican en el país, pero caen en una posición aduanera que requiere una LNA" y agregó: "en muchos casos para que ingrese una máquina al país hay que 'desglosarla aduaneramente' en distintos equipos, que representan el 5% de la maquinaria para los que tenemos que pedir LNA".

Los sectores de pymes exportadoras más fuertes de nuestro país son las que realizan bienes de capital, energía o agro. Un ejemplo concreto es el caso de las fabricantes de transporte de hormigón. Para poder exportar el transporte se necesitan un componente clave: reductores epicicloidales, que para ingresar al país requieren LNA.

El secretario de comercio exterior de CAME, José Luis Lopetegui, coincidió en que hay repuestos de algunas máquinas que dependen de LNA y no se autorizan: "lo más terrible del sistema es que no podemos hablar con nadie. Presentamos los reclamos, pasan meses y no tenemos forma de saber si lo leen o no lo leen porque no nos contestan". 

Más allá de la pérdida de divisas que significa para el Gobierno la aprobación de importaciones, no hay que perder de vista que el comercio exterior es el único que accede al tipo de cambio oficial. El año pasado, con la brecha cambiaria que tocó 150% desde la cartera que conduce Matías Kulfas advirtieron que hubo comportamientos especulativos, como el adelantamiento de importaciones.

Lopetegui concluyó: "en los pocos casos que nos contestan nos suelen decir que podremos importar una menor cantidad que en 2020. Es ilógico, el año pasado no se trabajó nada". 

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