

El 10 de marzo se realizará en Neuquén la primera elección general del año. Ese día se definirá si el MPN vuelve a ganar la elección en la provincia –como lo hizo siempre desde 1962– y continúa Omar Gutiérrez como gobernador o si la oposición da la sorpresa.
Se espera una elección pareja entre tres fuerzas. Por Unidad Ciudadana el candidato es Ramón Rioseco, ex intendente de Cutral Co. Y por Cambiemos se presenta el intendente de la capital, el radical Horacio “Pechi Quiroga.
En diálogo con El Cronista, Quiroga reconoce que el país vive una situación “compleja y mortificante y cree que no se debería negar una PASO entre Macri y un eventual candidato radical.

Quiroga buscará poner fin a doce triunfos consecutivos del MPN en la gobernación
-¿Cómo está hoy Neuquén?
Es una provincia que necesita construir su futuro. La proyección de los recursos es muy interesante, pero el problema es que tenemos un gobierno de gastadores compulsivos y seriales. El futuro depende de reconvertir esta economía rentista y prebendaria en una productiva y laboriosa. Es la provincia que menos exporta de la Patagonia. Tenemos que exportar mucho, y no solo gas y petróleo, sino también manufacturas.
-¿Qué evaluación hace del gobierno actual en la provincia?
Es un gobierno que cree que una provincia puede progresar al ritmo de los dirigentes sindicales, que son una manga de prepotentes y patoteros, que creen que poniendo cara de malo y tocando fuerte los bombos se marca el paso al rimo de ellos. Esto hay que cambiar en Neuquén.
-¿Qué expectativas tiene para el 10 de marzo? ¿Cree que le pueden ganar al MPN?
Será una elección pareja. Por un lado está el candidato de Cristina Kirchner, que fue un gobierno nacional muy perjudicial para Neuquén. Nos depredaron los recursos sacándolos a un precio vil. T después está el MPN, que gastan a cuenta y ya los conocemos. Yo creo que vamos a ganar, la gente está harta. Hablo del MPN pero también de lo que fue el kirchnerismo, el gobierno más corrupto de la historia.
Por el contrario, el MPN es de origen peronista, los dos tienen una visión populista que implica gastar más de lo que se tiene. Más allá de sus esfuerzos de Rioseco al decir que Cambiemos tiene dos candidatos, acá los que tienen el mismo ADN son ellos. Yo no tengo nada que ver, no tengo ese ADN.
-¿Cómo está la imagen de Macri en Neuquén?
Yo no voy a ser necio de no reconocer que hay una situación compleja, hasta mortificante. Argentina tiene problemas estructurales que no se han podido resolver. Pero la gente no quiere volver al pasado, a los que usan la mentira como práctica de gobierno. Macri quiere construir sobre la verdad, no quiere hacer trampa al solitario. El costo es la situación de angustia que se está viviendo, pero no debe ser en vano.
-Desde hace algunas semanas varios radicales plantean con más fuerza la posibilidad de ir a unas PASO frente a Macri a nivel nacional. ¿Qué le parece esta posibilidad?
La UCR tiene todo el derecho de llevar un candidato a presidente en unas PASO. Aunque creo que Macri debería ser reelecto como presidente. Es un gran sacrificio que se está haciendo. Soy de un partido orgánico, se resolverá. Mi opinión es que Macri tiene que continuar siendo presidente. Pero mi opinión puede perder, así funciona la democracia.
-¿Cómo evalúa al gobierno de Cambiemos? ¿Y a la UCR dentro de Cambiemos?
Estamos cruzando un río muy torrentoso. Hay algunos que no quieren seguir esforzándose y están mirando para atrás con alguna nostalgia. Y eso es mirar el populismo, que gastaba más de lo que tenía y que se hacía trampa al solitario. Hay que cruzar al otro lado de la orilla para llegar a la verdad, mejorar la producción, ser más eficientes y mejorar generación de empleo genuino. Y hay que sacar presión impositiva a la actividad privada y el estado debe gastar menos.
Este Estado es un cáncer de la actividad privada, es un socio parasitario que impide que crezca la economía. Los subsidios deben ser explícitos. Y no se puede financiar planes sociales a través de organizaciones que tienen como contraprestación cortar rutas y calles. Esto no favorece a nadie. Los planes deben tener contraprestación salir a buscar trabajo, capacitarse y cumplir con las responsabilidades.
-Dice que el Estado debe bajar impuestos, pero este Gobierno los subió.
Son efectos no deseados de la aplicación de una política donde la obsesión, justificada, es bajar la inflación. Todavía no la hemos podido controlar, ni tampoco controlar el gasto corriente. Se hizo detrás de una política que creíamos mágica, el gradualismo. Lo primero que tendríamos que haber dicho era gradualismo a cuánto. No es lo mismo un año y medio que 148 años.
Es que algún sector del gobierno separa gestión de política, y la política es la gestión. Ellos piensan que la gestión política es una cosa aparte de la ejecución presupuestaria, que la política es vieja.
-Y usted reivindica la política de antes.
Yo soy mezcla de siglo XX con XXI. A mí me parió un comité, pero acepto la revolución digital. En la ciudad de Neuquén, hicimos una administración sana y superavitaria. En los 16 años tuvimos superávit. Tenemos 470 empleados menos que hace 4 años. Esto lo queremos hacer en toda la provincia. Porque hoy Neuquén es el reinado de los ñoquis y punteros. Los que cobran sin ir a trabajar. No son servidores públicos, son una manga de vagos que tocan bombos con cara de enojados.













