

Argentina transita diciembre de 2025 en un escenario político y económico marcadamente diferente al clima de tensión que precedió a las elecciones legislativas del 26 de octubre.
La victoria del oficialismo en los comicios, que fortaleció la posición del presidente Javier Milei en el Congreso, trajo consigo una sensación de mayor previsibilidad política en el corto plazo.
En este escenario, el dólar muestra una relativa estabilidad en la previa a las fiestas de fin de año, contrastando con la volatilidad que caracterizó otros momentos del 2025.
Sin embargo, esta aparente calma en los indicadores macroeconómicos no se traduce completamente en el ánimo de los argentinos de a pie.: así lo señala la última encuesta de AtlasIntel y Bloomberg, realizada entre el 22 y 27 de noviembre de 2025 a 3.111 personas.
El relevamiento observa que persisten preocupaciones profundas sobre la situación económica personal, el empleo y, especialmente, la corrupción.
La corrupción destronó a la inflación: el nuevo número uno de las preocupaciones
La corrupción se posiciona como el principal problema que identifican los argentinos en la actualidad, con un 44% de los encuestados señalándola como una de las preocupaciones más importantes del país.
Este dato marca un cambio estructural en el ánimo social y refleja una creciente percepción de que la falta de transparencia e integridad en las instituciones públicas es el obstáculo fundamental para el desarrollo del país.

Con las audiencias por la Causa Cuadernos en curso y los principales funcionarios actuales señalados en casos como las presuntas coimas en ANDIS o el Caso Libra, los argentinos vuelven a preocuparse por la corrupción.
Le sigue muy de cerca el desempleo, con un 40.3%, mientras que los altos precios y la inflación aparece ahora en tercer lugar con un 34.7%.
Con un crecimiento de la preocupación por el desempleo cercano a los 10 puntos porcentuales, se refleja la preocupación por la situación de la industria, el crecimiento dispar y la recesión,
Otras preocupaciones relevantes incluyen la situación económica general (26.7%), el debilitamiento de la democracia y las instituciones (23.3%), la impunidad y el sistema judicial (22.6%), la inseguridad (20.9%), y la educación (18.9%).
La situación económica actual: una evaluación mayoritariamente negativa
Cuando se les preguntó a los encuestados sobre la situación económica del país en este momento, las respuestas revelanron un panorama profundamente pesimista: un contundente 64% la califica como “mala”, mientras que solo un 21% la considera “buena” y un escaso 15% dice que es “normal”. Esta evaluación tan negativa refleja el malestar generalizado con el rumbo económico nacional.
La percepción sobre el mercado de trabajo es aún más crítica: un alarmante 69% evalúa la situación laboral como “mala”, apenas un 13% como “buena” y solo un 18% como “normal”. Estos números dramáticos reflejan la enorme dificultad que muchos argentinos enfrentan para conseguir empleo o mejorar sus condiciones laborales, especialmente entre los jóvenes.
Sin embargo, cuando se les pregunta por su situación familiar, aunque la evaluación sigue siendo negativa, mejora relativamente: el 51% califica su situación económica familiar como “mala”, un 27% como “normal” y un 22% como “buena”.
Si bien más de la mitad reconoce estar en una situación mala, el hecho de que sea 13 puntos menos que la evaluación del país sugiere que las familias argentinas están encontrando estrategias de supervivencia o contención que les permiten amortiguar parcialmente el impacto de la crisis nacional.
Expectativas económicas: pesimismo con matices de esperanza
El informe también indagó sobre las expectativas económicas a seis meses vista, y aquí el panorama muestra una sociedad dividida entre el pesimismo y una cautelosa esperanza.
Respecto a la situación económica del país, las expectativas son preocupantes: el 44% cree que empeorará, mientras que el 41% espera que mejore y apenas un 15% piensa que seguirá igual. Esta división casi por mitades entre optimistas y pesimistas refleja la profunda incertidumbre sobre el rumbo económico nacional.
En cuanto al mercado de trabajo, el pesimismo es aún mayor: el 46% espera que empeore en los próximos seis meses, el 38% cree que mejorará y solo el 16% piensa que se mantendrá igual. Estas expectativas negativas sobre el empleo son particularmente alarmantes dado que el desempleo ya es el segundo problema más mencionado por los argentinos.
Las expectativas sobre la situación familiar muestran un panorama igualmente dividido: el 38% espera que empeore, el 36% que mejore y el 26% que se mantenga igual. Aunque las expectativas familiares son levemente menos pesimistas que las del país, la realidad es que más de un tercio de los argentinos anticipa un deterioro en su economía doméstica durante los próximos seis meses.
Por otro lado, cuando se les pregunta cómo se sienten respecto de su futuro financiero personal, las respuestas revelan un panorama de cautela:
- 16% se siente “muy optimista”
- 17% se siente “optimista”
- 18% se siente “neutral”
- 25% se siente “un poco pesimista”
- 26% se siente “muy pesimista”

Al sumar las respuestas negativas, el 41% de los argentinos tiene una visión pesimista sobre su futuro financiero, mientras que solo un tercio mantiene el optimismo.
Esta distribución refleja una sociedad que no perdió completamente la esperanza, pero que tampoco tiene certezas sobre la mejora de su situación económica.















