Martín Guzmán pone a prueba su receta para bajar la inflación y reclama más poder de decisión
A la espera del dato de inflación de marzo, que puede superar el 6% y tras las críticas abiertas del cristinismo a la política antiinflacionaria, Martín Guzmán reiteró su enfoque fiscal y monetario. Reparos desde el albertismo.
"En su semana más difícil, trabajó para que llegue gas de Bolivia y electricidad de Brasil". Con algo de sarcasmo, en el Palacio de Hacienda remarcan que el ministro de Economía, Martín Guzmán, siguió con su agenda y consiguió resultados que mejoran las perspectivas energéticas para pasar el invierno, ante la escasez de GNL y la merma en la generación hidroeléctrica. Mientras tanto, el kirchnerismo apuntaba contra el funcionario y le pedía un plan para controlar la inflación que vaya por carriles opuestos a lo que pregona el académico de Columbia. En Hacienda esperan que la ofensiva crezca luego del miércoles.
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Ese día, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de marzo. Como adelantó El Cronista, estará por encima del 6 por ciento mensual, de acuerdo con fuentes oficiales. Será la marca más alta de la "era Alberto" y se acercará al 6,6% mensual que marcó en septiembre de 2018, en lo peor de la corrida cambiaria que Mauricio Macri nunca supo frenar. Como anticipo, el IPC de la Ciudad de Buenos Aires cerró en 5,9%.
Resistencias internas
Guzmán se focalizó en la agenda energética mientras la inflación aceleraba. Repudiado por el cristinismo y resistido por Sergio Massa, desde aquel viaje a Francia para ganar tiempo con el Club de París y participar de la cumbre de la Agencia Internacional de Energía, las críticas al ministro por no ponerse al frente de la "guerra contra la inflación" llegaron, incluso, desde despachos ocupados por funcionarios cercanos al presidente Alberto Fernández.
Allí también notan que no da respuestas ante el principal problema de la economía. El ministro reclama más poder de decisión, mientras se estanca la segmentación de tarifas.
El jefe de Hacienda había adelantado que la inflación de marzo empezaba con 6. A la dinámica propia se sumaban, este mes, los aumentos estacionales de marzo (educación, energía e indumentaria) y los derivados de la invasión rusa a Ucrania, con foco en alimentos derivados del trigo y aceites. El problema global es manifiesto, con España y Países Bajos con inflaciones anuales cercanas a los dos dígitos y Alemania con el mayor registro desde la reunificación.
Martín Guzmán resiste los embates del kirchnerismo y saca cuentas antes de reunirse con el FMI
Pero Guzmán siguió con su agenda energética. Tras avalar paliativos como el adelantamiento de paritarias, la suba de la Tarjeta Alimentar y el bono a jubilados y titulares de Potenciar Trabajo, voló a Brasil. En un encuentro con empresarios, el viernes, reiteró que "la inflación es una de las prioridades de la política económica" y que la reducción del financiamiento monetario al Tesoro "es muy importante para la estabilidad macroeconómica, la estabilidad cambiaria y para abordar el problema de la inflación". No hubo más definiciones sobre precios.
A Guzmán le recriminan su enfoque ortodoxo para abordar la inflación. Según su visión y lo acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), esta se reduciría paulatinamente como resultado de un camino hacia el equilibrio fiscal, la menor emisión monetaria que eso traería aparejado y la suba de tasas de interés. Nada que ver con la inflación "oligopólica" que proclama el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, desde la vereda cristinista.
Mientras, la inflación global golpea con fuerza y bloquea cualquier atisbo de respuesta del ministro. La meta de inflación anual acordada con el FMI -no estructural, por lo que no bloqueará el envío de fondos- se recalibrará en breve.
"El ministerio de Economía tiene que bajar líneas claras de política económica que reduzcan la volatilidad y preserven ingresos populares, si no, esto se va poner feo", advirtió Feletti la semana pasada en Radio Con Vos y reiteró su reclamo de subir retenciones a las exportaciones agroindustriales. "Hay funcionarios que creen que van a solucionar las cosas siguiendo los consejos de (Daniel) Funes de Rioja (...) Si seguimos así, vamos a terminar yendo a las elecciones con la boleta de Kristalina Georgieva", provocó, en IP, el senador Oscar Parrilli.
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