

En un mano a mano con El Cronista,Mario Grinman, presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), analizó el panorama económico y expresó su opinión sobre diferentes tópicos de la coyuntura actual: el congelamiento de los precios, el manejo del Gobierno para con los empresarios y lo que necesita el país para estar mejor.
Sus declaraciones fueron emitidas el jueves pasado, durante un almuerzo organizado por el Consejo Interamericanos de Comercio y Producción (CICyP) en el Hotel Alvear de Recoleta.

- ¿Cómo ve el panorama de los negocios y de la macroeconomía actualmente en la Argentina?
- Los negocios y la economía se mueven por expectativas. Expectativa negativa, no funciona. Expectativa positiva, estamos todos contentos y es lo que está sucediendo en la Argentina. Nosotros, los empresarios, vemos que esto empezó a repuntar de forma gradual. A partir de agosto ya empezaron a haber señales interesantes.
Pensamos que el 2022 también va a ser un año interesante de crecimiento. Obviamente hay que repuntar todo lo que se perdió en el 2020, pero te diría que en un mes o dos meses estaríamos en los niveles del 2019.
Lo más importante es que se tiene que terminar esa crispación permanente entre Gobierno y oposición, y distintos sectores de la economía. Hay que pensar un poco más en aquellas personas que están en situación de pobreza, el 40% y el 10% en la indigencia.
La crispación, las peleas entre Gobierno, oposición y otros sectores no conducen a nada.Hay que generar un buen clima de confianza y generar expectativas positivas. Mientras sigamos echando culpa uno contra el otro de quién es el responsable de lo que nos ha pasado, eso no va a suceder. Hay que sentarse, dialogar y, en algún momento, deponer algunas actitudes duras que no conducen a nada. Hay que construir el país y se lo puede construir entre todos los actores de la economía y de la sociedad.
- ¿Considera que el Gobierno está ayudando a los empresarios y está contribuyendo a que mejoren las expectativas?
- El Gobierno concurrió con ayudas de distintas naturaleza, teniendo en cuenta las pocas herramientas que tiene. Porque el Gobierno nacional no tiene la Reserva Federal como los Estados Unidos. Concurrieron a ayudar. Pero lo que no está sucediendo de ambos sectores, llámese oficialismo u oposición, es bajar líneas de diálogo y de tranquilidad.
Hay muchas cositas dando vuelta que no nos generan tranquilidad, muchas de ellas tienen que ver con el orden, con los problemas en el Sur, con el terrorismo; con el ataque a un medio de prensa, con que no se puede transitar permanentemente en las calles de Buenos Aires porque todos los días hay piquetes y movilizaciones... todas esas cosas generan enojo y crispación. Y lo más importante: falta de confianza.Cuando no hay confianza, no hay previsibilidad; y cuando no hay previsibilidad, los empresarios no invierten.
- En lo que se refiere al congelamiento de los precios, una de las últimas medidas económicas que el Gobierno puso en marcha, ¿cuál es su postura al respecto?
- Nosotros ya emitimos nuestra opinión sobre el congelamiento de los precios, es una medida que nunca funcionó. En la Argentina se aplicó por primera vez en el año 1939 y de ahí para adelante no funcionó en la Argentina, no funcionó en el mundo, no puede funcionar una medida de esa naturaleza. Pero bueno, el Gobierno insiste y ellos tienen la potestad de llevarlo adelante. Pero los resultados no serán distintos a lo que sucedió siempre, siempre fracasó y no sirve como medida de contención de la inflación.
- ¿Qué medidas debería llevar adelante el Gobierno para que Argentina pueda estar mejor económicamente?
- El Gobierno tiene que bajar la pelea, bajar la crispación. En ese ámbito, por más medidas que se tomen, mientras exista esa pelea de ‘vos sos el culpable', no va a ser posible. Lo que se necesita primero es poner orden. Pongan orden con la Constitución en la mano.












