Elecciones 2023

Massa quiere un Gobierno de unidad nacional: los pro, los contra y los antecedentes históricos

El ministro-candidato deslizó los lineamientos centrales del plan para gobernar con dirigentes de otros partidos y empresarios. Los problemas que se le presentan en el corto plazo. Experiencias históricas.

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La estrategia de Sergio Massa de avanzar hacia un gobierno de unidad nacional que sume transversalmente a gran parte de los partidos políticos de la Argentina en crisis cosecha hoy limitaciones y alertas: esto es, la puja de egos, un esquema difuso de lineamientos de trabajo, la dificultad para desplegar consenso básicos y un sistema presidencialista argentino que juega en contra.

Desde el massismo aseguran que la intención original del ministro-candidato es la de emular en la crisis actual de Argentina el Pacto de la Moncloa de España. Ese acuerdo histórico buscaba con Adolfo Suárez a la cabeza en octubre de 1977 avanzar en un programa político y económico con medidas tendientes a estabilizar la administración de un país acechado por la pobreza y el pasado de la dictadura franquista.


La idea que mencionó abiertamente Massa sobre un gobierno de unidad nacional hasta ahora es establecer acuerdos en la política de distribución de ingresos y la mejora de participación del salario de los trabajadores, entre otros temas. Aunque dejó en claro un tema: "el que tomará las decisiones seré yo", dijo. Ese es el límite firme que se impuso. Este planteo se diferencia del esquema de gobiernos parlamentaristas de coalición ya que la Argentina cuenta con un sistema presidencialista fuerte.

Ejes de consenso y el Congreso

Allegados al candidato presidencial de Unión por la Patria dijeron a El Cronista que Massa propone un gobierno de unidad nacional "no para encajar uno u otro nombre, sino para hacer las políticas de Estado y llevar a cabo los consensos que Argentina necesita para recuperar su estabilidad. El camino es el consenso".

Los ejes centrales de ese consenso básico estarían dados en torno a la economía, seguridad, educación y salud.

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También desde el massismo se prefiguran que el proyecto de unidad nacional se constituya "donde estén Los mejores, con las mejores ideas, con las mejores propuestas". Allí se contempla la incorporación no solo de dirigentes políticos sino también técnicos y con sectores de la sociedad, empresarios, trabajadores, productivos.

El jefe de bloque de diputados oficialistas Germán Martínez dijo que para "pensar un gobierno de unidad nacional como el que plantea Massa hay que dejar atrás la idea de caras y un organigrama. La idea es mucho más ambiciosa que una mera distribución de cargos. Lo interesante que plantea Massa es que dentro del gobierno de unidad nacional estén presentes todos los sectores dispuestos a defender una política pública central para ese gobierno".

En este sentido, el jefe de bancada de diputados de Unión por la Patria dijo a este medio que "desde el Congreso se deberá tomar el guante de esa propuesta de unidad nacional para darle sustento parlamentario a ese gobierno de unidad nacional por lo que todos los partidos vamos a tener que trabajar aún más que hoy en la construcción de consensos". 

No será nada sencillo alcanzar acuerdos parlamentarios porque cualquiera sea el presidente que sea electo deberá contar con un Congreso donde no hay una mayoría cómoda para lograr quórum propio ni en el Senado ni en diputados.

Ejemplos históricos

El historiador Roberto Colimodio destacó a El Cronista que "en nuestra historia el primer gobierno de coalición nació con la Patria en 1810, y fue la llamada Primera Junta; décadas después las alianzas personales y partidarias llevaron a la presidencia a los grandes hacedores de la Nación moderna como Mitre, Sarmiento, Avellaneda, Roca".

Además, Colimodio remarcó que en el siglo XX con el establecimiento del voto universal se afianzó un sistema bipartidista y contemporáneamente las alianzas preelectorales en formas de Frentes/Uniones que no siempre contenían la idea de un gobierno de coalición, sino más bien una integración de sus hombres al Poder Ejecutivo y el compromiso de acompañar la política personalista presidencial en las Cámaras. "El camino de transformación de una alianza electoral triunfante a un gobierno de coalición no fue fácil", añadió.

El ejemplo inmediato de un gobierno de coalición fue la Alianza UCR-Frepaso (1997-2001), primera coalición gubernamental de la historia argentina moderna. Más tarde se dio la crisis política del 2002 con Eduardo Duhalde que impuso un gobierno de unidad tras la renuncia del presidente Fernando de la Rúa. 

Chiche Duhalde rememoró ante El Cronista esos caldeados días de crisis en la Argentina y destacó que "no le será nada fácil a Massa armar un gobierno de unidad nacional ya que la mayor parte de los dirigentes hoy no están a la altura de las circunstancias de una crisis como la que transita la Argentina".

A la vez, la ex ministra de Desarrollo Social en el gobierno de Eduardo Duhalde recordó que durante la crisis de 2001 se estableció una mesa de diálogo con la iglesia, los movimientos sociales, los empresarios y los partidos políticos que consensuaba con el gobierno interino las medidas y además había liderazgos fuertes como el de Raúl Alfonsín y Duhalde. "Hoy no se ve ese escenario y no será fácil armar un gobierno de unidad nacional", dijo Chiche Duhalde.

Complicaciones de armado

El consultor político Carlos Fara remarcó que la política argentina no tiene una cultura de coalición gobernante porque existe un sistema presidencialista muy fuerte. "Esto se hace por necesidad y no por lógica política" subrayó. 

Fara mencionó así los casos de gobiernos de la Alianza, el de Macri y el de Duhalde como ejemplos de gobiernos de coalición que no dieron buenos resultados en la Argentina y remarcó que "sólo puede funcionar con un presidente fuerte que conduzca la situación política pero el mismo sistema presidencialista impide que haya un esquema de gobierno de coalición".

Para el presidente de la Auditoria General de la Nación y referente de la UCR, Jesús Rodríguez, la idea de Massa de gobierno de unidad nacional "va en contra de la capacidad de alternancia del poder que debe tener una democracia". No sólo esto. El ex diputado radical y ex ministro de Economía de Raúl Alfonsín dejó en claro que "la oposición no debe sumarse a ningún gobierno y debe ser oposición responsable desde el Congreso".  

El politólogo Andrés Malamud fue más pesimista aún sobre la propuesta de Massa. "Los gobiernos de unidad nacional se forman en casos de crisis extraordinarias como guerras o catástrofes sociales. Hay dos condiciones necesarias: que la existencia del país o de la sociedad esté en riesgo y que gobierno y oposición compartan el diagnóstico y el objetivo. Esas condiciones hoy están presentes, pero en Israel", dijo en diálogo con El Cronista.

Además, Malamud se preguntó: "¿Crisis existencial y diagnóstico compartido? No parece".

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  • EDB

    Enrique de Biedma

    30/10/23

    La unidad nacional de Massa es: Todos para mi. Su primer candidato a Diputados en Maximo Kirchner.
    Todo dicho.

    Responder