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El tuit incompleto de Milei, el temor en Rosada al "Síndrome Perú" y el futuro de CFK

El fallo contra la expresidenta reordena el tablero político. El mensaje que desató las alertas entre quienes miran desde el oficialismo el impacto de la sentencia en el largo plazo. Y la maniobra para eludir el próximo interrogatorio de Francos

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No importaba cuánto se la esperara ni que el día estuviera marcado en rojo en el calendario: la condena a Cristina Kirchner y su consiguiente proscripción estremecieron el tablero político nacional como hacía tiempo no ocurría. Al día siguiente, la consultora Ad Hoc, que mide el termómetro de la conversación en redes sociales, informó que la sentencia de la Corte Suprema había sido el tercer evento político con mayor impacto digital desde la asunción de Javier Milei, con más de un millón de menciones en apenas 24 horas y penetración en múltiples capas de audiencia.

Dos días después, la misma firma corrigió la estadística: en apenas tres jornadas, el tema no solo había superado en volumen de interacciones digitales por 2,7 a 2,5 millones el caso #LIBRA -que lideraba el ranking hasta entonces-, sino que incluso había desplazado al último hito de la narrativa libertaria: la perforación del piso inflacionario con un 1,5% en mayo.

El episodio volvió a instalar a Mauricio Macri en la agenda pública, bajo sospechas por su eventual influencia sobre el máximo tribunal, aunque en su entorno lo niegan. El expresidente regresó así al centro de la escena cuando muchos lo daban por terminado. ¿Fue una vendetta el disparador que encendió el motor judicial para terminar de definir la suerte de CFK?

La jugada de jaque mate que hizo naufragar la ley de Ficha Limpia, el veto a su participación en la alianza ganadora en Chaco e incluso el cachetazo electoral en la Ciudad de Buenos Aires, su cuna política, alimentan las hipótesis. Desde el PRO insisten en que la única responsabilidad recayó en los magistrados.

"Cristina Kirchner fue presa en el gobierno de Milei, no en el de Macri. ¿Cómo van a leer eso los que votan amarillo?", retrucó uno de los alfiles digitales del mileísmo. Pero lo cierto es que el sacudón fue tal que más de uno en la Casa Rosada se aferró al palo mayor ante una ola que amenazaba con voltear la embarcación. "Si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar", cantaba esa noche el peronismo en las calles. Según reconstruyen fuentes del oficialismo, la orden original desde Balcarce 50 fue dejar pasar la tormenta.

Una versión que circuló entre allegados al Presidente relata que el borrador del tuit presidencial tenía apenas dos palabras: "Justicia. Fin.", redactadas en Buenos Aires. Pero a último momento se agregó una posdata que sirvió para despacharse contra los periodistas que desde semanas atrás habían sugerido un pacto entre Milei y Cristina: "La República funciona y todos los periodi$ta$ corrupto$, cómplices de político$ mentiro$o$, han quedado expuesto en sus opereta$ sobre el supuesto pacto de impunidad." Según esa misma fuente, la frase final se escribió desde el otro lado del mundo.

La publicación desató una cadena de reacciones entre seguidores y referentes violetas, para sorpresa de quienes pedían mayor prudencia en las horas más calientes tras el fallo. Pero quizás porque no hubo un llamado explícito de la expresidenta a romper la concordia, el vórtice de emociones cruzadas -bronca, tristeza, desconcierto- se disipó pronto. La amenaza de una erupción social se redujo a un par de facultades tomadas, un acampe en Tribunales que nunca ocurrió y algunos accesos cortados brevemente.

Para el miércoles por la mañana, el Gobierno respiraba aliviado. Fue entonces cuando más de uno en la cúpula oficialista infló el pecho para celebrar: "Cristina y Macri son cosa del pasado. No se dieron cuenta aún de que la gente ya los jubiló". Aunque no caben dudas de que la polarización favorece el juego de la Rosada, una parte de la usina estratégica de LLA cree que el mayor costo lo absorberá la otra mitad del eje ordenador

"La Libertad Avanza queda consolidada como el anti-peronismo. Por un lado nos juega a favor, pero por otro no tanto, porque queremos ser algo más amplio", explicaron desde las periferias del Triángulo de Hierro. "Además, dispersa la posibilidad de un frente opositor: la UCR no va a querer pegarse al ‘Cristina chorra'. Basta ver el tuit de Lousteau", completaron en alusión al posteo del presidente de la UCR esa misma noche.


El temor a la "perunización" de la política

La lectura, sin embargo, no es tan lineal. Ver presa a Cristina incomoda a más de un dirigente oficialista, que interpreta que la Justicia cruzó una línea peligrosa. "¿En qué país va preso un Presidente? Los presidentes son la garantía de la institucionalidad. Que vaya preso un ministro, puede pasar. Pero un presidente...", deslizó un referente libertario.

Esa inquietud no es abstracta. Un reconocido editorialista sugirió que la preocupación en la Rosada no solo responde a una cuestión de principios, sino que se vincula directamente con el expediente LIBRA y los posibles alcances que podría tener. 

Mientras la Justicia en Estados Unidos avanza con mayor celeridad, en Comodoro Py el expediente se mueve con mayor letargo y la comisión LIBRA en Diputados ni siquiera logró constituir sus autoridades. El oficialismo busca controlarla para frenar la investigación. "Fingimos demencia", reconoció a El Cronista uno de los 14 miembros del sector. "Si eso avanza, es una implosión para el Gobierno. Es tan fácil como que revelen quién tenía la clave alfanumérica. Eso no es un dato público. El que disponía de ese dato es el responsable", explicó.

Dentro de una semana, el jefe de Gabinete Guillermo Francos deberá presentarse en el Senado para su informe mensual. De más de mil preguntas, el listado se depuró a poco más de 900. El grueso gira en torno a LIBRA, otra vez. El Gobierno busca negociar en Labor Parlamentaria una exposición acotada a tres horas y centrada en dos temas. No será sencillo. El presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, está sumergido en la tarea por la confianza que tejió con el líder del interbloque peronista, José Mayans.

El 29 de abril, Francos ya había acudido a Diputados por la estafa cripto. En Jefatura de Gabinete quieren remitirse a esas respuestas para eludir el tema todo lo posible. Desde otra ala de la Casa Rosada relativizan el vínculo entre LIBRA y la condena a CFK, y ensayan una lectura más institucional del daño: "No es LIBRA lo que nos preocupa. Es el hecho de la condena en sí. No queremos una 'perunización' de la política. En Perú la macro funciona porque hay políticas de Estado, pero los presidentes van presos como si nada", describieron dos fuentes de LLA a este medio.

En los últimos 23 años, siete de los diez mandatarios peruanos terminaron en prisión, separados por juicio de vacancia o forzados a renunciar. Alan García, dos veces presidente, se suicidó para evitar ser detenido por presunta corrupción. "¿El mensaje es que Milei puede terminar en la cárcel por cualquier cosa que firma? ¿Cómo te condiciona eso para gobernar?", insisten desde un sector oficialista que mira con recelo los últimos acontecimientos y temen un "Síndrome Perú" en la Argentina


El futuro de CFK y el peronismo incompleto

Como sea, la salida involuntaria de Cristina de la escena electoral obliga a reescribir una estrategia que muchos creían cerrada. Parte de la Casa Rosada se siente envalentonada. Otros, más cautos, prefieren observar en silencio. La batalla clave será el 7 de septiembre, en la provincia de Buenos Aires. Los tiempos corren: en 24 días vence el plazo para definir alianzas, y diez días después, las listas.

El peronismo ensaya una unidad con fotografías incompletas. Lo que no pudieron -o no quisieron- lograr los operadores bonaerenses, lo facilitó un canal de streaming, que reunió en relativa armonía a referentes de Axel Kicillof y La Cámpora, enfrentados hasta hace horas por el desdoblamiento y el abandono a Cristina.

La caravana que promete acompañar este miércoles a la expresidenta en su última comparecencia judicial puede leerse de múltiples maneras: como la entronización de una líder popular sin rivales, consagrada por la proscripción; o como la caída de una figura cuyo silencio obstruye la construcción de una nueva alternativa. Cada quien prefiere una lenta distinta

El devenir de los acontecimientos dirá si el destino de Cristina arrastra al peronismo hacia una nueva espiral de fragmentación o, por el contrario, si abre el camino a una etapa de reconciliación interna y reencuentro con las capas sociales capaces de revivirlo, una vez más, de entre las cenizas.

Un dato de una encuesta de Zuban Córdoba y Asociacdos que circuló tras el fallo trajo cierto alivio a la Casa Rosada: el humor social mostró una fuerte polarización. La diferencia se acentúa según el voto en el balotaje. Pero el desagregado por edad arroja un hallazgo inquietante para el peronismo: entre los 16 y 30 años, el 70% apoya la condena a CFK.

En gran parte, es una generación que nació o creció políticamente con el kirchnerismo como regla, no como alternativa al PJ neoliberal de los ‘90. Muchos de ellos votaron a Macri en 2015. Ocho años después, prefirieron a Milei. La dificultad del peronismo para reinventarse y hablarle a esas nuevas generaciones no cambió desde noviembre de 2023. La política argentina, sí.

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