El fracaso de la ley ómnibus en Diputados esta semana podría derivar en otro dolor de cabeza para el oficialismo. Las acusaciones del presidente Javier Milei a ciertos gobernadores y sus diputados por la derrota en el recinto ilusiona a Unión por la Patria. La bancada apunta a rechazar en el Senado el DNU 70, que modifica cerca de 300 leyes.
La Libertad Avanza no tardó en encontrar culpables por el revés de la Ley de bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos en la Cámara de Diputados.
Minutos después de que Oscar Zago, jefe de bloque, pidiera votar la vuelta a comisión del megaproyecto, los diputados y funcionarios de LLA apuntaron directamente a los gobernadores. Los acusaron de "traidores" que, supuestamente, se habían comprometido a que sus diputados iban a acompañar el texto en la votación en particular, pero que finalmente les soltaron la mano.
Las acusaciones fueron por Twitter, con nombre y apellido. Los libertarios apuntaron, entre otros, a los gobernadores o diputados que responden a Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Martín Llaryora (Córdoba), Gustavo Sáenz (Córdoba), Rolando Figueroa (Neuquén), Alberto Weretilneck (Río Negro) y Hugo Passalacqua (Misiones).
Todos ellos tienen senadores que les responden. El último caso es el de la neuquina Lucila Crexell, que en los últimos días oficializó su alineamiento con el gobernador de Neuquén.
"Las acusaciones de Milei resonaron positivamente en el Senado", dijo una fuente de Unión por la Patria. En concreto, apuestan a que más de uno de esos gobernadores les baje la señal a sus senadores para que voten en contra del DNU.
El interbloque que conduce José Mayans tiene 33 senadores (cuatro por debajo del quórum). A estos números hay que sumarle que, por caso, la rionegrina Mónica Silva ya avisó que vota en contra del decreto "con las dos manos".

Es decir, la oposición en el Senado está a tres bancas de reunir los votos para rechazarle el mega DNU a Milei. Para que pierda vigencia, tal cual establece la ley que regula los trámites de decretos de necesidad y urgencia que tiene como autora a la expresidenta Cristina Kirchner, plantea que el texto debe ser rechazado por ambos cuerpos.
A esto se le suma que, tras los agravios de Milei a la UCR, que tiene 13 bancas, una fuente parlamentaria del Senado aseguró: "Después de los últimos días todo puede pasar, hay muy mal clima en el bloque".
Otros radicales, en cambio, son más cautos. Alertan que, luego del revés con la ley ómnibus, voltearle el DNU a La Libertad Avanza sería una excusa más que tendría el oficialismo para "victimizarse".
"No veo al bloque quedando pegado con los K", dijo un radical, que al mismo tiempo alertó que "el costo político, después de lo sucedido en Diputados, sería enorme".
Mientras UP se ilusiona con reunir los votos para rechazar el DNU, la titular del Senado, Victoria Villarruel, sigue demorando la convocatoria a la sesión pedida por los senadores de ese espacio para la semana pasada, para el decreto "de oficio" en el recinto. Así lo habilita la ley en caso de que la comisión bicameral encargada de despachar el asunto no lo haga.
La explicación que dan desde el oficialismo para no convocar a la sesión es que están a la espera de que el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, eleve los nombres de los diputados propuestos por los diferentes bloques para la conformación de la bicameral. Saldado ese trámite, aseguran que tratarían el tema de forma ordenada: primero en comisión y luego en ambas cámaras.
Pero lo cierto es que Menem, pese a que ya recibió las propuestas por parte de los bloques, sigue sin firmar la resolución, por lo que la conformación de la bicameral sigue trabada. Cuando se consulta en el entorno del riojano por ese trámite, responden que, por ahora, "no hay novedades".
En Diputados, Unión por la Patria está más lejos que en el Senado: reúnen 100 diputados, cuando el quórum es de 129. Podrían sumar, además, a los 5 diputados de la Izquierda.
Pero en la bancada que conduce Germán Martínez no descartan que la jugada prospere. "Necesitamos tiempo", dijo un diputado de ese espacio.
"Están los votos para voltearlo pero no las colas para el quórum", sintetizó un diputado allegado a uno de los gobernadores que los libertarios tiene entre ceja y ceja.
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