Ingreso a la OCDE: los sectores que más ganan y cómo se beneficia Argentina

De la mano del gobierno de Javier Milei se afianza el ingreso de la Argentina a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) tras el ida y vuelta que se generó entre la gestión de Mauricio Macri que propició la postulación y la de Alberto Fernández que omitió dar una respuesta formal a la invitación del organismo.

La visita del secretario de OCDE, Mathias Cormann, a la Argentina, en mayo, cuando entregó el roadmap a la canciller, Diana Mondino, fue clave para iniciar políticamente el proceso de adhesión que "llevará un tiempo", señaló José Antonio Ardavín, jefe de la Oficina para América Latina del Secretariado de Relaciones Globales del organismo económico.

Luego de la autoevaluación que debe realizar el país para aproximar la legislación local a los estándares de la OCDE, el memorándum iniciará un proceso técnico que requerirá la revisión de 26 comisiones internas, agregó el economista que lleva 18 años en la institución.

"Con el ingreso de Argentina, Brasil y Perú la OCDE representará el 80% del PIB y la población de América latina", destacó Ardavín, en diálogo con El Cronista luego de su participación en el Foro Público Empresarial de la Asociación Iberoamericana de Cámaras de Comercio, Industria y Servicios (AICO) que organizó la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), en Buenos Aires.

 Además, indicó que con la incorporación de Argentina, Brasil e Indonesia 16 de los 20 países del G20 serán miembros del organismo de cooperación internacional.

El funcionario aseguró que la región tendrá protagonismo en los próximos años pero destacó que "Argentina en particular tiene mucho con que jugar en este momento geopolítico en el que la digitalización y la sustentabilidad son los dos grandes ejes de modernidad", dijo y se enfocó en los recursos energéticos y los alimentos.

-¿Cuánto puede demorar el ingreso de Argentina a la OCDE?

- El proceso cada vez se ha ido extendiendo un poco más, se ha hecho más complejo. Son 26 comités, con lo cual es un proceso que durará algunos años. Pero lo importante es usar el proceso como palanca de transformación y los beneficios se extienden desde luego durante la membresía. Chile acaba de cumplir 10 años de membresía, México cumple este año 30 años, Colombia lleva 3 y Costa Rica 2.

- Ese proceso ¿ya empieza a generar reformas?

-Claro, ya empieza a generar reformas. Es un proceso transformacional que va a permitir a Argentina, como a todos los países, repensarse y alcanzar ciertas reformas con el apoyo de la OCDE que, a veces son difíciles, pero en el fondo ayudarán a mejorar a los ciudadanos.

-¿Cuál es el común denominador entre los países que hoy en día están invitados a participar?

- Siempre, por un lado, son países que aspiran a tener mejores políticas y que presentaron su interés. Luego son países que tienen una relevancia geopolítica muy importante. Hoy hay, desde luego, un impulso muy importante para que países del Sureste Asiático se incorporen. El hecho de que Indonesia y Tailandia hoy sean candidatos es un hito importante que va traer una visión distinta a la OCDE, como la que aporta hoy América Latina.

Con el ingreso de Argentina, Brasil y Perú la OCDE representará el 80% del PIB y la población de América latina, lo cual va a cambiar también la naturaleza de la OCDE y convertirla en un organismo mucho más latinoamericano en su membresía y en la relevancia que tienen estos países en sus decisiones y en su visión de los estándares que se van creando.

Además, con la incorporación de Argentina, Brasil e Indonesia 16 de los 20 países del G20 serán miembros del organismo.

- La amplitud fortalece a la OCDE como bloque ¿Cuáles son los beneficios para los países de la región?

-Los beneficios son muchos. A veces uso un ejemplo que es muy claro en América latina. A nosotros nos gusta mucho que tengamos a nuestros jugadores de fútbol en los equipos más destacados. Ustedes han tenido a (Lionel) Messi en el Barça, en el Paris y ahora en el Miami, pero también a muchos otros jugadores. Y cuando juegan en esos equipos, la verdad es que juegan con los mejores del mundo y su nivel de juego no se les ajusta a la baja, no les hacen más amplia la portería ni les dan más tiempo. Juegan con las reglas que juegan los mejores y tienen que ajustarse a ese nivel de juego. El ponerse a jugar y a competir con los mejores siempre te hace mejor.

  Entonces, eso es lo que hace la OCDE permitiendo que cada uno de los funcionarios públicos tenga la oportunidad de revisar sus políticas y de reflejarse en un espejo en el que están otros 38 países que están haciendo las mismas cosas, que tienen hoy el reto de cómo internacionalizar su economía, de cómo digitalizar su economía, de cómo ser más inclusivos en la economía. Todos estos temas, todos los gobiernos se los plantean y el escuchar a otros cómo lo están haciendo ayuda enormemente en el proceso de reformas. Creo que esa es la gran ventaja de estar en este club de las mejores políticas públicas.  

-¿Cuáles son los principales sectores candidatos a la transformación?

- En general América Latina, pero Argentina en particular tiene mucho con que aportar en este momento geopolítico en el que la digitalización y la sustentabilidad son los dos grandes ejes de modernidad. Por un lado, en la región hay importantes reservas de minerales críticos, Argentina es parte de este triángulo del litio, donde se concentra una gran parte de este recurso que es fundamental para la transición digital y verde. 

En este sector, lo importante es ir avanzando en el proceso de valor para que no solamente salga un recurso y esa materia prima. Ssiempre nos hemos enfocado como región en la materia prima, pero es importante ir avanzando en la cadena de valor y eso implica tecnología, capacitación, talento para que aquí se produzcan eventualmente en el futuro las baterías de litio y no necesariamente en el exterior.

-¿Algún otro con mayor potencial?

-Sudamérica en general juega un papel fundamental en la seguridad alimentaria del mundo y creo que ahí hay un gran papel que jugar y, por otro lado, la sustentabilidad. Somos una región en general en la que el nivel de sol y viento es muy superior a otras latitudes por lo que hay un potencial enorme para las energías renovables, y podemos construir y ser parte de la solución a los desafíos climáticos que hoy afectan a muchos lugares del mundo.

-¿Puede contribuir la OCDE en la formalización de la economía?

-Desde luego que sí. El gobierno (de Javier Milei) está haciendo su trabajo al priorizar la estabilidad macro; ahí se solucionan muchos de los problemas de las empresas porque hoy pueden empezar a obtener créditos a tasas mucho más bajas y eso, junto con la apertura económica y de capitales, va a traer enorme cantidad de inversión.

- Eso implica la salida del cepo

-Si, en la Argentina desde luego se necesitan ciertas restricciones por la situación particular que ha vivido, pero, en su momento, hay un espacio para organizar la apertura de capitales, que va a permitir que, como sucede en muchos países, haya un flujo de capitales mucho más importantes hacia el país.

- ¿Cuánto cuesta el ingreso a la OCDE?

-El proceso desde luego tiene un costo; va a haber en los próximos años una cantidad importante de misiones, de técnicos, etc., todos los países pagan más o menos lo mismo y siempre se cobra por el proceso que se hizo, que dura varios años. No tengo las cifras exactas, pero es un proceso y eventualmente habrá también una cuota de membresía que se calcula con diversos criterios incluido el tamaño de la economía.

-¿Hay algo de lo disruptivo de la figura de Javier Milei que puede generar rechazo?

- Nosotros trabajamos con los gobiernos y estamos encantados de trabajar con el de Argentina; una de las cosas que más apoya la OCDE es que somos democracias, creemos en la democracia y reconocemos que son las democracias quienes las conforman. En la OCDE más o menos la mitad de los gobiernos son de centro izquierda y la mitad son de centro derecha, con lo cual, con todos los gobiernos trabajamos.