

El ajuste en la estructura de la administración nacional de Javier Milei sigue adelante e incorpora a su lista de cierres y recortes nuevas áreas del organigrama estatal, incluso en el ámbito de la Defensa. Como lo había anticipado el portavoz Manuel Adorni, la disolución del INADI era solo la primera en una larga serie de institutos públicos que sufrirían la misma suerte. En el mejor de los casos continuarían no sin antes resignar una parte importante de su planta contratada.
Esa poda ya tiene un número en el caso de los institutos y servicios que comprenden el universo de organismos en la órbita del Ministerio de Defensa. Paradójicamente, unas de las carteras que más se busca empoderar desde lo retórico, al mando de Luis Petri, ya debió resignar la jerarquización salarial de las fuerzas armadas y se evalúa también la continuidad de un 20% del personal contratado en el Instituto Geográfico Nacional, el Servicio de Hidrografía Naval y el Servicio Meteorológico Nacional. Así lo denuncian los gremios y sus trabajadores y trabajadoras.
En los tres casos, implican personal de formación y conocimientos técnicos muy específicos que trabajan en planta transitoria, algunas y algunos desde hace varios años, con contratos renovables que trascendieron más de una gestión nacional. Así y todo, tampoco Defensa podría eludir la poda que se extiende a toda la administración nacional y mientras carece todavía de una estructura organizativa aprobada: con tres meses de funcionamiento, las designaciones salen a ritmo pausado.
Desde la Asociación de Trabajadores del Estado denuncian que el 31 de marzo, cuando se termine la extensión dispuesta por DNU de tres meses para los contratos que habitualmente se renuevan de manera anual, el Ejecutivo podrían dar de baja una gran cantidad de ellos. En rigor, hasta un tercio de la administración nacional reviste bajo esta modalidad de contrato temporal, precarizada por su extensión en el tiempo. Equivale a unos 70 mil cargos en toda la estructura pública nacional.
A la incertidumbre laboral que atraviesa una parte de la dotación nacional se suma un clima enrarecido en los lugares de trabajo a partir de la información parcial brindan las nuevas autoridades

En el Instituto Geográfico Nacional, por caso, hubo una primera reunión de sus trabajadores y trabajadoras con el director nacional designado por la gestión libertaria el pasado viernes donde les comunicaron que ya se había confeccionado un listado de cargos a quienes no se les renovaría el contrato a partir del 31 de marzo. Dos días después, el pasado lunes, hubo una nueva cita, esta vez con el presidente del instituto. Allí les dijeron que la lista no era definitiva.
"No hay negociación posible y todo lo manejan con un hermetismo que es exasperante. No sabemos cuál es el criterio para decidir quiénes siguen y quiénes no", cuenta Leandro, parte de las filas del organismo, en diálogo con El Cronista. Prefiere omitir su apellido por temor a represalias.
"Acá trabajan desde estudiantes avanzados de carreras muy específicas hasta graduados con formación técnica. Y ya estamos muy por debajo de la dotación óptima para que funcionen estos organismos con lo cual hay áreas que tienen solo una o dos personas nomás. Si las sacas, corres el riesgo que cierren y cómo las reactivás en un futuro -se pregunta-. A priori, parece un recorte sin estudio o análisis alguno, solo para que cierre el Excell".
En las oficinas del Instituto Geográfico Nacional trabajan unas 270 personas de las cuales casi la mitad, unas 110, se encuentran bajo esta modalidad. Paradójicamente, hasta la asunción de Javier Milei y la implementación de su política de recortes, era uno de los organismos donde se buscaban permanentemente nuevas incorporaciones por las dificultades para hallar perfiles técnicos acorde.

Con sus 140 años de historia, el Instituto Geográfico Nacional ha sido un engranaje fundamental en el desarrollo cartográfico de la Argentina, directamente vinculado esta actividad con la reafirmación de los derechos territoriales y soberanos del país. Incluso ha trabajo, en los últimos años, en el diseño del nuevo mapa de la Argentina con su plataforma continental extendida a partir de las gestiones realizadas, a lo largo de sucesivas gestiones desde los '90s ante las Naciones Unidas. Quizás una de las políticas de estado más eficiente que sobrevivió los cambios de color en el Gobierno nacional.
En otro aspecto mucho más directo y cotidiano, desde el Instituto Geográfico Nacional se generan los datos que toman los GPS para brindar coordinadas. Esta información no solo se provee a las fuerzas también a los privados, con particular interés en el sector rural para planificar su producción.
También en el Servicio Meteorológico Nacional y el Servicio de Hidrografía Naval sus trabajadores y trabajadoras permanecen en estado de alerta. En las últimas horas, empezaron a coordinar acciones para visibilizar esta situación con el Instituto Geográfico Nacional.
Una situación similar reviste el personal del Edificio Libertador, sede de las oficinas del ministerio, donde trabajan unas 650 personas de las cuales 350, la mitad, lo hacen en planta transitoria, con contratos que están bajo revisión, detallan fuentes gremiales. "Como hicieron con los contratos caídos de los compañeros que ingresaron en 2023 nos enteraremos cuantos serán a los que no le renueven, el último día hábil que es el 27. Mientras tanto siembran zozobra y temores en los compañeros de cualquier modalidad", señalan en ATE.
Consultados al respecto por El Cronista, en el Ministerio de Defensa afirman que el 10 de diciembre se puso en acción una auditoría con la que buscaron diversas irregularidades, Al igual que en otras carteras, descubrieron personal que cobra horas extras y no las trabaja o contratos que se relocalizaron entre áreas donde faltaban personas. No hay detalle puntual sobre la suerte de los organismos específicos.














