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María Eugenia Vidal es diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires, pero antes fue gobernadora de la Provincia de Buenos Aires. Asegura que no abandonó a los bonaerenses, sino que cuando perdió la reelección, decidió que no volvería a competir por ese cargo porque "ví que los problemas estructurales de la provincia se resuelven desde el Gobierno nacional". Y que por eso se decidió a ser candidata a la Presidencia.
Fuera de Mauricio Macri, es la tercera que hace campaña en el PRO por esa postulación, después de Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Dice que no sabe si el exPresidente será neutral en las PASO o se expresará a favor de alguna fórmula en especial. Primero, espera que despeje la incógnita de si será o no candidato.
Sobre los 20 años del partido que contribuyó a fundar, Vidal dice "ahora ganamos en experiencia". Aquí, el diálogo con El Cronista.
- ¿Así que se casa?
- Sí, es lo más importante que tengo que hacer este año porque es para toda la vida, lo demás va y viene. Fue una propuesta de él (Enrique 'Quique' Sacco), para hacer una verdadera celebración familiar, porque como pareja ya llevamos tres años juntos.
- Pasemos a la política. Arranco por el principio de las cosas. Usted fue fundadora del PRO, que ya tiene 20 años...
- De Compromiso por el Cambio, que es anterior al PRO. Vengo desde la Fundación Creer y Crecer, la primera que tuvo Mauricio.
- ¿Y cómo cambió el partido de hace 20 años hasta acá?
- El PRO creció, tiene candidatos propios para gobernar Chubut, para gobernar Entre Ríos, se federalizó, tiene candidatos incluso en localidades muy chiquititas de todas las provincias. En la provincia de Buenos Aires los candidatos más competitivos son del PRO, incluso los candidatos más competitivos para las presidenciales son del PRO. Además, hay una renovación que está sucediendo en muchas partes del país.

- ¿Por ejemplo?
- Emanuel Gainza puede ser el próximo intendente de Paraná, Inés Palacios puede ser en 2027 intendenta de San Miguel del Tucumán, Ana Clara Romero puede ser la futura intendenta de Comodoro Rivadavia, Inés Liendo en Salta, Facundo Pérez Carletti en Santiago del Estero, Emmanuel Ferrario puede ser candidato en la Ciudad. Lo que no estamos viendo y hará más grande al PRO en el futuro. Hubo una camada que fueron Horacio, Marcos, Gabriela, Esteban Bullrich, Guillermo Montenegro, pero viene otra detrás nuestro, una camada que no salió de la Ciudad de Buenos Aires y que va a crecer durante los próximos cuatro años. Incluyo a primos hermanos del PRO como Pedrito Puerta en Misiones y Federico Frigerio en Tierra del Fuego. Lo mismo está sucediendo en el radicalismo.
- Pero aparte de los nombres, ¿qué siente que cambió en estos 20 años?
- Creo que los valores que nos llevaron a armar el PRO no son los mismos, pero ahora tenemos una experiencia que no teníamos cuando empezamos. Tuvimos muchos errores y tenemos una mochila de experiencia en un país que no tiene más lugar para el parche. No resiste que alguien crea que puede venir solo a cambiar las cosas, sin equipo, sin experiencia. El Estado es complejo, requiere soluciones complejas, el equipo es muy importante. Lo que nos faltaba, que era la experiencia, la fuimos consolidando.
- ¿Por qué dejó la provincia de Buenos Aires?
- Más que dejarla, justamente para que la pudiéramos volver a ganar era necesario generar nuevos liderazgos, me corrí. Sentí, como gobernadora, que la verdadera transformación de la provincia de Buenos Aires se hace desde la Presidencia de la Nación. La Provincia tiene un problema estructural de financiamiento. Aporta el 36% del PBI argentino y recibe hoy, calculo, el 24. Cuando yo me fui era de 23, y yo lo aumenté de 18 a 23 con respaldo de la Corte Suprema, del Presidente y de todos los gobernadores que firmaron el consenso fiscal. Por el conurbano, donde viven 10 millones de personas, requiere un involucramiento fuerte del Gobierno nacional. A diferencia de otras provincias, como Córdoba, Santa Fe, La Pampa, que por sí mismas pueden desarrollarse, la PBA por la estructura del conurbano requiere la intervención del Gobierno nacional. Entonces, lo mejor que uno puede hacer por la Provincia es trabajar desde la Presidencia. Es lo que ví desde la Gobernación.
-¿Por eso decidió no volver a competir por la Provincia?
-Después de perder la elección, me comprometí a no volver a ser candidata a gobernadora. Si me presentaba en el 2021, con mi presencia obturaba la llegada de nuevos candidatos para el 2023. Y la elección me dio la razón, porque pudimos ganar igual con Diego (Santilli) y con (Facundo) Manes. Y tengo mucha confianza de que podamos volver a ganar este año. Creo que los espacios se hacen daño cuando se vuelven dependientes de una figura y tenemos que seguir siendo así, no podemos contribuir a que los territorios se hagan dependientes de una figura. Hoy el PRO tiene siete candidatos a gobernador en la provincia y en 2020 la discusión era si yo iba o no iba.
Designación clave: de secretario de Mauricio Macri, a jefe de campaña de María Eugenia Vidal
La interna en PRO
- ¿Y qué pasa en el PRO en medio de esta transición hacia una transformación del poder interno, donde ya no está Mauricio Macri como único líder y se ve un partido sin dueño, más horizontal?
- Lo que el PRO tiene que entender es que la horizontalidad no tiene que ser solo entre dirigentes, sino con la gente. Lo que yo siento es que la política se convirtió en un circo sin público. La gente no está en la carpa, está afuera. Y los políticos están haciendo un show no sé para quién. Y el PRO no puede ser parte de eso. Nosotros tenemos que abrirnos a liderazgos nuevos, a participaciones nuevas. El ejemplo de Mario Markic en Santa Cruz va en esa línea. Le propuse que se incorporara al PRO porque necesitamos gente nueva en política. Si seguimos discutiendo entre los mismos de siempre vamos a ser parte de lo mismo.
-¿Cuál diría que es el principal desafío hoy como fuerza política de cara a la sociedad?
-El proceso que de verdad desafía al PRO es entender que cambió el mundo, que la tecnología revolucionó la participación de los ciudadanos, y que la gente no quiere ser mandada sino escuchada, que quienes los representa tiene empatía con lo que les pasa, que no está discutiendo su lugar en la lista y nada más. Hoy ningún argentino se va a dormir pensando quién es el candidato de Juntos por el Cambio, todos se van preocupados por el 6,6 % de inflación, por el calor, los cortes de luz, la inseguridad en sus barrios. A lo que se suma que la política no los está escuchando y no les importa lo que les pasa. Yo no quiero ser parte de eso. Y peleo adentro del PRO para que no seamos parte de eso.

- Igual la pelea entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich tiene aristas bravas. Hay muchos votantes que están preocupados por eso...
- Yo me peleo cuando hace falta. Y nunca por cuestiones internas. Yo me peleo con las barras bravas, con los que bloquean el desarrollo de los argentinos, no con los que compiten conmigo en unas PASO. ¿De verdad alguien cree que puedo pelearme con alguien con quien vengo trabajando hace 10 años como Patricia? Con Horacio soy amiga hace 25 años. Y el 14 de agosto, gane o pierda las PASO, voy a estar con ellos porque nadie puede ser tan mesiánico de creer que uno solo, del PRO o la UCR, va a poder él solo. No voy a perder un minuto en eso. La gente nos va a querer ver juntos al día siguiente, no quiere que nos peleemos, quieren que cuidemos la unidad.
- ¿Pero lo hablaste con ellos?
- Sí, claro. Además, no hay que subestimar a la gente, que van a elegir a quien crea que sea mejor para esta etapa, y cada uno de nosotros tiene que estar dispuesto a ser parte del equipo que gane.

- Sucede que había una especie de regla no escrita en el PRO de que el próximo candidato a Presidente iba a ser Horacio. La llegada de Patricia desequilibra ese status quo que había, y de hecho durante mucho tiempo no se creía que ella podía llegar tan lejos en el respaldo del electorado...
- La competencia es parte de la política, nadie tiene garantizado ningún lugar hasta que la gente no te vota. Se pueden hacer muchas especulaciones, pero los que tienen el poder son los ciudadanos. A veces los políticos nos equivocamos y creemos que el poder lo tenemos nosotros, pero no es así. Nunca hay un candidato puesto. Las proyecciones fallidas de las encuestas también lo demuestran. El PRO tiene que dar un nuevo paso, se federalizó, sumó experiencia, creo que el próximo paso es que puede tener una competencia sana y con altura. Es el nuevo paso que tenemos que atravesar.
- Supongamos que Mauricio no va a ser candidato a Presidente, ¿se imagina que él dirá quién es su candidato preferido, como hizo en la interna entre Horacio y Gabriela por la Jefatura de Gobierno porteño?
- No lo sé, no se lo pregunté tampoco. Me parece que primero estamos esperando la primera decisión, si va a ser candidato o no. No si va a apoyar a alguien y es una decisión que él tomará, si será neutral o no.

- Mientras tanto, ¿qué hacer con el creciente drama social que se vive en la Argentina, con tan altos índices de pobreza, semejante pobreza estructural, las mafias del narco que están instaladas en tantas franjas de población?
- Hay que pedirle al Gobierno que haga cosas ahora. Por ejemplo, tenemos un problema con la alfabetización nuevamente. El otro día escuchaba a Beatriz Sarlo que dijo que en la época de (Julio A.) Roca, con la ley de educación común de la primaria, alguien venía de otro país, no hablaba el idioma, y salía escribiendo, leyendo y hablando castellano. Esa escuela, hoy, no lo está logrando. Entonces, la nueva alfabetización hay que hacerla ahora, porque si no la hacemos este año, perdemos otro año más. Esto debería ser una prioridad del Ministerio de Educación urgente. Segundo tema urgente. Los jóvenes duplican la tasa de desempleo, y en algunas provincias triplican. Hay que incluir directamente la práctica laboral en los últimos años de las escuelas, como lo hace la Ciudad de Buenos Aires y otras pocas provincias.
- ¿Pero cómo hacerlo hoy? ¿Cuál es el ámbito?
- Eso es un proyecto de ley que ya presenté. Estamos discutiendo un juicio a la Corte Suprema donde no tienen los votos, y estos problemas urgentes, concretos, que se pueden aplicar, que no son tan difíciles, los ignoran. No estamos pidiendo una reforma de la educación a ocho meses de terminar el mandato
- Cristina plantea la necesidad de un acuerdo nacional en temas económicos.
- No le creo, primero porque ella hace tres años que es presidenta del Senado y no convoca a Labor Parlamentaria para ponerse de acuerdo con la oposición sobre el temario a tratar. Si no puede lo mínimo, cómo va a hacer un acuerdo económico.
- ¿Cómo se le exige entonces al Gobierno?
- Mi planteo es claro. Si no saben, les ponemos a disposición nuestro plan: háganlo. No esperemos al 10 de diciembre. Puede ir Cristian Ritondo a Rosario. Nosotros lo hicimos en la provincia de Buenos Aires, con una reducción del 30% de los delitos, van nuestros equipos y los ponemos a disposición. Tampoco creo que acepten, lamentablemente. Los argentinos necesitan que la política deje de especular. Yo estoy dispuesta. No a sentarme a negociar con ellos, porque tenemos valores muy distintos, sino a poner a disposición nuestros planes.
- Ultima. Hay un intento del kirchnerismo de deslegitimar las próximas elecciones en caso de que pierda, ¿qué piensa hacer Juntos por el Cambio?
- No es nuevo. Cuando ganamos en 2015 dijeron que fue por los medios hegemónicos, no porque la gente nos haya votado. El kirchnerismo nunca se hace cargo. No me sorprende. En estos 20 años, los argentinos demostramos que la democracia es más fuerte y creo que hoy estamos asistiendo a un fin de ciclo. La inmensa mayoría de los argentinos va a creer en una elección transparente y no va a poner en duda nuestro triunfo, en caso de que se dé. Esa expresión, si sucede, será minoritaria.
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