Carolina Losada es casi una recién llegada al mundo de la política. Irrumpió en 2021, cuando se presentó como precandidata a senadora por la provincia de Santa Fe. Contra todo pronóstico, la experiodista se impuso en la interna de Juntos por el Cambio de esa provincia, en la que compitieron cuatro listas.

Apenas desembarcó en el Senado, fue elegida vicepresidenta del cuerpo. Y, menos de dos años más tarde, suena como posible candidata a gobernadora de Santa Fe, provincia que en los últimos días cobró protagonismo tras el ataque a tiros contra el supermercado de la familia de Lionel Messi. Pero también, se baraja su nombre como posible precandidata a Vicepresidenta de más de un dirigente de Juntos por el Cambio que apuesta a conquistar la Casa Rosada.

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En un mano a mano, con El Cronista, y con el eje puesto en el Día Internacional de la Mujer, la senadora radical habló sobre cómo es ser mujer en la política; dio su visión sobre el Ministerio de la Mujer y advirtió que aquella fórmula presidencial que lleve a dos hombres debería sentir que se trata de "una forma vetusta de ejercer la política".

-¿La política sigue siendo un ambiente machista?

-Sí, creo que todavía hay mucho por hacer respecto de la inclusión real de la mujer. Si bien la sociedad elige mujeres, como por ejemplo en mi caso, que de las cuatro listas era la única encabezada por una mujer, en la política tradicional nos cuesta entrar en las mesas de toma decisiones. Yo vengo diciendo, lo digo constantemente, y lo dije en la Convención Radical en la que me tocó hablar, que muchas veces las decisiones las toma una mesa de hombres y, al momento de hacer una foto, llaman a las mujeres, porque queda bien, queda amplio meter mujeres de adorno en la foto. También me ha pasado de estar en una reunión y escuchar que los hombres dicen: "Bueno, eso lo tiene que decidir una mesa de la mesa chica". Y resulta que la mesa chica de la que hablan son todos tipos. Entonces decís: "Todavía falta bastante, realmente".

-En su caso, apenas asumió como senadora, fue elegida como vicepresidenta de esa Cámara. ¿Sintió que tuvo que dar más explicaciones que si se le hubiese dado esa silla a un hombre? ¿Hubo recelos por parte de sus compañeras de bloque?

-Para nada, al contrario. Fue una decisión que se tomó más que nada por la representación de la provincia de Santa Fe, por ser de la lista radical ganadora. Entonces, el bloque radical que es el que elige la Vicepresidente del Senado, me eligió a mí por esa razón. Otra de las razones fue también mi perfil y el hecho de que venía de afuera de la política, y de alguna manera, eso muestra la amplitud por parte de muchos referentes del partido. No encontré en ningún momento recelo ni nada, al contrario, de parte de las mujeres del bloque. Realmente, soy de hacer planteos respecto del lugar de la mujer, y lo que recibo de las mujeres es empatía y apoyo. Siento que en la política las mujeres han tenido históricamente un lugar de tercera o cuarta línea, quizás hoy está mucho más avanzado. Pero aun así, les cuesta mucho más.

-Dice que está todo mucho más avanzado y, de hecho, en el Senado, todas las autoridades son mujeres, pero ¿eso le imprime una perspectiva distinta a la Cámara?

-Es algo que está bueno. Son lugares institucionales importantes y habla de una apertura. Pero falta mucho más, porque en la mesa de decisiones son todos hombres. Yo le pongo voz a esta causa de forma constante: hacia afuera y hacia adentro.

-¿Le juega en contra ser la pareja del presidente de su bloque, Luis Naidenoff? ¿La chicanean por ese lado?

-No, para nada. Por lo menos, de frente, no. No te olvides que yo antes de conocer a Luis ya era senadora y vicepresidenta de la Cámara. La vicepresidencia del Senado me la dieron en 2021, apenas asumí, y yo empecé a estar con Luis en 2022, por lo tanto, si alguien dice algo, va por parte del machismo o inseguridad de esa persona.

-¿Es fácil dedicarse a la política y tener una familia? ¿Son cosas compatibles?

-No es fácil. Las mujeres tenemos que organizarnos el doble y darle para adelante. Creo que se puede hacer todo. Se necesita mucha ayuda, pero las cosas terminan saliendo.

-¿Tiene algún proyecto en mente vinculado a cuestiones de género?

-Algo que venimos trabajando desde hace mucho, que también es una forma de defender a las mujeres que son víctimas de violencia de género, es estar en contra de las falsas denuncias. Porque también es algo que sucede, ¿no? Que haya personas que denuncien, en forma falsa, bastardea la situación terrible que viven otras mujeres, que sí son violentadas o que sí tienen situaciones graves. Una falsa denuncia es una cuestión de justicia o de injusticia. Lo que yo defiendo es también una cuestión de justicia, también es una forma de defender a las mujeres que denuncian alguna situación real.

-¿Y cómo ve el desempeño del Ministerio de la Mujer? ¿Suma que haya uno?

-Tendría que meterme para ver qué hace realmente. Pero nadie pondría el ojo en si hay o no un nuevo ministerio si ese ministerio hiciera cosas y si se vieran los resultados. Cuando la gente pone el ojo en un ministerio es porque tiene un presupuesto que después se usa para tomar café. En su momento nos enteramos que se gastaban millones de pesos en catering. La Argentina está en una situación terrible en lo económico: tiene que haber una excelente gestión que justifique su existencia. No me parece mal o bien que exista el Ministerio de la Mujer, siempre y cuando haya gestión, se vean cambios y resultados. No conozco, todavía, un solo resultado de este Ministerio de la Mujer. Sé también que defienden a las mujeres según su posición política muchas veces, que es lo que pasa con el kirchnerismo. Hay un feminismo de doble vara que a mí no me representa. A mí, lo que me representa del feminismo es la búsqueda de igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres. Lo contrario. Creo que todas las mujeres y todos los hombres deberían declararse feministas, porque es una cuestión de justicia.

-Así como existe la ley de paridad en el Congreso, ¿cree que debería regir algo similar en la fórmula presidencial?

-Estoy convencida en un 100% que debe haber mujeres en la política; lo vengo diciendo desde esa convención radical que te comentaba, donde dije que no se tiene que ver a la mujer como un adorno, sino como una dirigente política. También dije que creía que en la fórmula tiene que haber mujeres, por supuesto. Pero ni siquiera se debería hacer algo por ley, creo que la fórmula que lleve a dos hombres debería sentir que es una forma vetusta de ejercer la política. La sociedad misma está pidiendo otra cosa y yo, en lo personal, no votaría una fórmula de dos hombres.

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-Varios especulan con su nombre: suena como candidata a gobernadora de Santa Fe o como compañera de fórmula de más de un referente de Juntos por el Cambio, ¿dónde se imagina de acá a un año?

-Me imagino haciendo lo que estoy haciendo, dentro de un proyecto para gobernar Santa Fe y el país, más allá de quiénes sean los candidatos. A nivel país, a través de las cuatro fundaciones de Juntos por el Cambio, para tener un país serio, que mire a mediano y largo plazo, que sea previsible, que nos dé oportunidades a todos los argentinos, que haga que los jóvenes no se vayan del país. Y en cuanto a Santa Fe, también estamos generando un proyecto que sea por primera vez, quizás en mucho tiempo, con un gobierno que tenga un plan serio, que es la única forma de que las cosas salgan bien. Y, entre los puntos que más nos importan, uno de ellos es, por supuesto, la inseguridad y la lucha contra la narco criminalidad.