"El bloque PRO en Diputados y el PRO va a acompañar las medidas que planteó el Gobierno, aunque hay muchos aspectos que todavía no se conocen y terminaremos de sentar posición cuando tengamos toda la información", dijo Cristian Ritondo en diálogo con El Cronista al salir de la reunión de dirigentes del PRO a la que convocó Mauricio Macri.

El expresidente no aguantó 72 horas desde la asunción de Javier Milei para convocar a una reunión en sus oficinas de la avenida Libertador, preocupado por el futuro del partido que fundó hace 20 años, buscando anticipar cómo posicionarlo después de la derrota electoral. O hacia dónde caminar en el duro contexto de un shock económico que él prefirió no encarar cuando le tocó ser Presidente. Se recordará que eligió el gradualismo y años después se arrepintió.

El día de la convocatoria quizás no fue el mejor. Una discusión partidaria después de los anuncios de Luis 'Toto' Caputo, con una opinión pública enfocada en las repercusiones del paquete de ajuste en la vida cotidiana, no es un buen contexto para encuentros políticos. Pero cerca de él expresaron que desde la resolución de la conducción de la Cámara de Diputados "pasó mucha agua bajo el puente y no hubo tiempo de volver discutir".

Le preocupa, además, que cuando el 24 de febrero termine el mandato de Patricia Bullrich haya una mayoría que pretenda ir a internas, como lo planteó la nuevamente ministra de Seguridad en el posteo donde anunció que dejaba su responsabilidad partidaria. "Si hacemos eso es porque no entendimos nada de lo que está pasando en la Argentina", le había dicho esta semana el diputado Martín Yeza a Macri, antes de entregarle un documento de coyuntura.

Allí, el exintendente de Pinamar le planteó la necesidad de tener una "posición crítica constructiva" frente al nuevo Gobierno, sin dejar de tener en cuenta que los cambios "tienen que ser realizables, no tienen que generar peores problemas que las soluciones que promete".

Además de Ritondo estuvieron los diputados María Eugenia Vidal, Diego Santilli y Diego Santilli, el Jefe de Gobierno porteño Jorge Macri, la intendenta Soledad Martínez, el intendente Guillermo Montenegro y los ex funcionarios Fernando De Andreis, Guillermo Dietricht y Jorge Triaca. Ellos coinciden que convocar a una interna "no tiene sentido" y más bien consideran que urge reparar las heridas de las primarias entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. Ambos estuvieron ausentes del encuentro.

Sin embargo, los dos fueron convocados. Bullrich se ausentó porque estaba en la reunión de Gabinete y porque no parece que el PRO sea una preocupación en su exigida agenda en materia de seguridad. Rodríguez Larreta no quiso "escuchar una bajada de línea" de parte de Mauricio y prefirió no concurrir. "Estamos grandes para que nos digan qué hacer", dijo a este diario un dirigente larretista.

El grueso de las tareas del PRO estará enfocado en Diputados, donde Macri siente que Milei le hizo un desplante al no designar a Ritondo para presidir la Cámara pero, en líneas generales, se trata de un episodio que ya dan por superado.

Tampoco nadie discute que se acompañarán las iniciativas de Milei. Pero nadie tiene muy claro hasta dónde y con qué respaldo público. Lo único que parece claro es que el apoyo no será automático y que se revisará la implementación. Si, además, se buscará la coordinación con otros bloques de la oposición afines no está demasiado claro.

Lo que nadie sabe es quién puede ser el presidente del PRO que suceda a Bullrich. Hay quienes creen que podría ser Rodríguez Larreta o incluso Vidal, dos nombres que sonaron antes de que Bullrich tome esa papa cuando todavía estaba muy caliente la derrota de 2019.

Ahora que salieron terceros, ¿habrá alguna figura dispuesta a inmolarse en esta nueva y compleja etapa?