El presidente de la Nación, Javier Milei, confirmó que Argentina está avanzando en la adquisición de submarinos de ataque a Francia. Además, la adquisición busca también incorporar buques de patrulla para fortalecer la vigilancia costera.

Esta noticia, revelada en una entrevista con el medio francés Public Sénat, reaviva las esperanzas de recuperar capacidades navales perdidas desde hace años y posiciona al país en un contexto estratégico regional clave para las Fuerzas Armadas Argentinas (FF. AA.).

Las negociaciones en privado entre Milei y Macron

Las tratativas entre Argentina y Francia se gestaron en estricta confidencialidad durante los últimos meses, impulsadas por la sólida relación bilateral entre el presidente Milei y su par Emmanuel Macron.

Todo comenzó con visitas mutuas de alto nivel: en noviembre de 2024, Macron pisó la Casa Rosada para discutir cooperación en defensa, tecnología e innovación. Luego, derivó en una carta de intención enviada por el Ministerio de Defensa argentino al astillero francés Naval Group para la incorporación de tres unidades del submarino Scorpene evolucionado.

En junio de 2025, Milei viajó a París para firmar un Memorándum de Alianza Estratégica en Minerales Estratégicos, oportunidad en la que el ministro de Defensa, Luis Petri, se reunió con su homólogo francés, Sébastien Lecornu, para acelerar las gestiones.

Figuras clave como el embajador argentino en Francia, Ian Sielecki, y Petri han participado en al menos cuatro actividades conjuntas.

La relación entre Argentina y Francia

Aunque no hay un plazo fijo para la firma del convenio oficial, Milei destacó una “relación maravillosa” con Francia, que facilita estos avances.

Este no es el primer vínculo en defensa: como antecedente, Argentina ya adquirió cuatro buques OPV Clase Gowind a Francia, entregados a la Armada en años previos. Ahora, el foco está en submarinos convencionales de ataque y patrulleros oceánicos para la Prefectura Naval.

En esta ocasión, el gobierno francés le daría un beneficio único a Argentina: pagarán las naves una vez que se terminen de fabricar y no antes. Se trata de un pago contraentrega, acuerdo que no es común en esta área.

Con respecto al financiamiento, el Presupuesto 2025 original preveía 2.310 millones de dólares en créditos plurianuales para “Recuperación Submarina”, que ahora podría prorrogarse.

¿Cómo son los submarinos que Argentina le comprará a Francia?

Los tres submarinos Scorpene evolucionados serán fabricados por Naval Group, líder mundial en tecnologías submarinas. Este modelo es un submarino de ataque convencional (diesel-eléctrico) con capacidades stealth avanzadas, ideal para operaciones en aguas territoriales y de proyección regional:

  • Diseñados para sigilo y versatilidad, los Scorpene pueden operar en modo AIP (Air-Independent Propulsion) para misiones prolongadas sin emerger.
  • Incluyen sistemas de torpedos, misiles antibuque y capacidades de inteligencia electrónica.

Vale destacar que la Armada Argentina analizó también el Tipo 209NG de TKMS (alemán) como alternativa, pero el Scorpene francés se impuso por compatibilidad y financiamiento.

En cuanto a los buques de patrulla, Milei hizo referencias a unidades oceánicas para la Prefectura Naval, posiblemente del mismo astillero Naval Group. El proceso de licitación está en pausa hace más de un año, pero podría adjudicarse pronto. Estos buques fortalecerían la vigilancia de la extensa Zona Económica Exclusiva argentina (ZEE), una de las más grandes del mundo.

¿Cómo beneficiará esta compra a las Fuerzas Armadas Argentinas?

Desde el trágico hundimiento del ARA San Juan en 2017, la Armada opera sin submarinos activos: solo quedan dos unidades obsoletas del siglo XX, el ARA Santa Cruz (en talleres de Tandanor, sin perspectivas de reactivación) y el ARA Salta (amarrado en Mar del Plata para adiestramiento).

La adquisición de estos submarinos de ataque representa un giro estratégico para las Fuerzas Armadas Argentinas. Entre los beneficios, se puede mencionar:

  • Operatividad: un submarino es “el arma más disuasiva” en las FF.AA., según Petri. Restauraría la capacidad de proyección en el Atlántico Sur, disuadiendo amenazas y protegiendo recursos marítimos como pesca e hidrocarburos offshore.
  • Contexto regional: Brasil lidera la flota submarina en Latinoamérica (con planes nucleares), seguido de Chile y Perú. Argentina ya realiza ejercicios con Perú para adiestramiento de submarinistas, y este acuerdo la reposicionaría como potencia naval equilibrada.
  • Efectos en la Prefectura Naval: los buques de patrulla mejorarían el control costero, combatiendo pesca ilegal y narcotráfico en la ZEE.