

Desde Villa La Angostura, el 29 de diciembre de 2018, el entonces presidente Mauricio Macri descongeló los sueldos de la plana mayor del Ejecutivo, incluyendo el suyo, luego de 12 meses marcados por el "pasaron cosas" sin tener ningún tipo de incremento como mensaje de "austeridad". La suba inmediata durante el verano fue del 25% en dos cuotas.
Atada a las paritarias estatales de UPCN y ATE, quedaron pendientes para la planta política más subas: un 5% para el próximo enero y otro 5% para febrero. En una remake modelo 2020, Alberto Fernández hoy evalúa suspender esos aumentos salariales tanto para él, como para la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y todo el gabinete.
En la Casa Rosada, si bien aún no lo confirman, dan por hecho que será así. "(El Presidente) está poniendo un freno a todo, a los peajes, al precio de la nafta; lo de los sueldos iría también por ese carril", confiaron cerca del mandatario. Como espejo en el cual mirarse está la medida dispuesta en el Congreso por Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa, de congelar por 6 meses las dietas de diputados y senadores.
Fue una medida reclamada primero por la bancada cambiemita. Con las firmas de Cristian Ritondo (PRO), Maximiliano Ferraro (CC) y Mario Negri (UCR), la oposición en Diputados pidió ayer con un proyecto que los poderes Ejecutivo y Judicial imiten al Legislativo.
También descontando que no podrán tomarse vacaciones, no sólo por la ajetreada rutina diaria del arranque de gestión sino también como mensaje ante la urgencia, no son pocos los funcionarios de primera línea que estiman que sus sueldos también serán congelados, en el marco de los 180 días de stand by económico que viene planteando Fernández hasta ultimar su futura ley de Presupuesto.
Según los registros oficiales, el sueldo 2018 de Macri comenzó siendo, en bruto, de $ 259.750 el 1 de enero para llegar a $ 326.985 el 9 de septiembre, última liquidación disponible. El salario de los ministros, en promedio, sin sumar beneficios particulares, era de $ 288.222. El de su sucesor aún no fue informado.
No es un secreto que el Jefe de Estado pretende esquivar el resurgimiento del debate por los gastos de la política. En varias entrevistas lo dejó en claro, como hace poco cuando en Canal 9 le preguntaron si se bajaría el salario: "Es un tema recurrente, pero que no es necesariamente justo. Un ministro de la Corte Suprema de Justicia gana cuatro veces lo que gana el Presidente. Cuando uno vive de sus ingresos, tampoco es muy entendible ese reclamo", sentenció.
En el albertismo entienden que hay una delgada línea entre discutir el sueldo de los funcionarios y el financiamiento de las instituciones, como la polémica recurrente de los gastos de las Legislaturas. La suspensión de la fórmula de movilidad previsional, con la inicial excepción después incluida en otras extraordinarias, amagó con resurgir la vieja polémica, sobre todo en las redes sociales a las que Alberto Fernández sigue atento.













