Durante una hora y cuarenta minutos la incertidumbre se respiró en la Casa Rosada, ocupada nada más por el círculo íntimo presidencial, el jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina y los secretarios Carlos Zannini (legal y Técnica) y Oscar Parrilli (General) que monitoreaban desde sus despachos la intervención quirúrgica de Cristina Fernández de Kirchner. Pasadas las 8, había comenzado la operación para descomprimir el hematoma craneal de la mandataria. A partir de ese momento se vivió un silencio de radio oficial. Luego de un improvisado adelanto del parte médico por parte del gobernador Daniel Scioli a 17 kilómetros de distancia de la Fundación Favaloro (ver Página 3), recién cerca de las 13.20, el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, llevó tranquilidad a los militantes de Unidos y Organizados que habían mantenido una vigilia durante la noche frente a la clínica.


La operación ha sido satisfactoria. La Presidenta ya está en la habitación, está de muy buen ánimo, afirmó el funcionario, en un revival de su rol de enero del año pasado en el Hospital Austral ante el falso positivo del carcinoma papilar, despertando el clásico camporil de Cristina Corazón. Desde el frente del hospital, Scoccimarro agregó que Cristina Kirchner se había despertado de la anestesia (dato anticipado por Scioli) y que se encontraba de muy buen humor, por lo que agradeció a toda la gente que está rezando por ella.


Si bien, según la opinión de los expertos, la intervención era de baja complejidad, la misma se siguió con suma atención. Aunque no se informó desde la Rosada, se estima que los próximos días Cristina Kirchner permanecerá internada en la clínica y podría recibir el alta esta semana. Tampoco se comunicó el reposo médico indicado (más allá de los 30 días que le prescribieron el sábado antes de los nuevos síntomas que la llevaron al quirófano). Los especialistas estiman que los tiempos varían de 15 a 45 días.


En la Favaloro la Jefa de Estado estuvo acompañada por su familia, sus hijos Máximo y Florencia Kirchner; su madre, Ofelia Wilhelm; y su cuñada, la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner. El vicepresidente, en ejercicio del Poder Ejecutivo, Amado Boudou, preparó su viaje a Córdoba, para reemplazarla en un acto, desde su mudado despacho en el Banco Nación, mientras las principales figuras K salieron a respaldarlo, políticamente pero también por las dudas sobre el cumplimiento de los mecanismos legales de su interinato (ver Página 4).


El primer parte posoperatorio especificó que se le realizó la evacuación de un hematoma subdural derecho a la Presidenta, en una cirugía sin complicaciones. El comunicado firmado por el director del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro, Facundo Manes, y por el director Médico de la misma institución, Gerardo Bozovich agregó que en los preparativos quirúrgicos fueron descartados los riesgos cardiovasculares a través de distintos exámenes complementarios. Y culminó indicando que la paciente evoluciona favorablemente. Este mediodía se difundirá una actualización de la evolución presidencial.