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Reflexiones a 40 años de estabilidad democrática

Este domingo, el país decidirá entre Sergio Massa y Javier Milei para el próximo presidente. Aunque presentan programas e ideas divergentes, queda en incógnita cómo gobernará el eventual vencedor. No obstante, una certeza prevalece: la democracia no está amenazada por Milei. Como apuntó el politólogo Germán Feierherd en El Cronista, son más bien riesgos los que enfrenta en el contexto democrático. Sin embargo, el debate público ha virado hacia afirmaciones negacionistas de La Libertad Avanza y el respaldo de la candidata Victoria Villarruel a exrepresores. Este tema ha cobrado protagonismo en la fase final de la campaña, coincidiendo curiosamente con el 40 aniversario de la recuperación de la estabilidad democrática en el país.

En este contexto, surge la interrogante sobre el porqué de este enfoque. Aunque la campaña se desarrolló en un clima de insatisfacción democrática, abordar esta cuestión resulta desafiante en este espacio. No obstante, cabe destacar la reveladora investigación de la doctora en Educación y Profesora de la Universidad Torcuato Di Tella, Claudia Romero, sobre la intersección entre educación y democracia. El estudio explora cómo las concepciones de la sociedad influyen en la valoración y comportamiento democráticos. Romero explica: "Las concepciones sobre la democracia influyen en las actitudes, expectativas y apoyo a la propia democracia. Es decir, las concepciones importan para comprender qué democracia estamos construyendo y cuáles son las perspectivas a futuro".

Participaron en el estudio estudiantes, docentes y directivos de primaria y secundaria, de gestión estatal y privada, con diversos contextos socioeconómicos. La investigación, llevada a cabo en el Área Metropolitana de Buenos Aires entre marzo de 2020 y septiembre de 2021, se centró en las preguntas generadoras: "¿Qué es para vos la democracia?" y "¿Qué es para vos la democracia en la escuela?".

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Los resultados revelan una predominancia de modalidades abstractas o conceptuales al expresar las concepciones sobre la democracia, contrastando con modalidades más concretas o experienciales al tratar las concepciones sobre la democracia en la escuela.

En cuanto a la democracia en la escuela, la concepción predominante para estudiantes, docentes y directivos es la de democracia como participación. Visualizan la escuela como un proyecto común construido colectivamente, aunque con matices en la horizontalidad y la asimetría de los diversos actores.

El tipo de gestión, ya sea estatal o privado, no parece modificar las concepciones sobre democracia y democracia en la escuela. Sin embargo, los entrevistados no asignan explícitamente a la escuela un papel fundamental en la consolidación de la democracia social, donde se vivencien los valores de una ciudadanía democrática. La investigación destaca: "La experiencia escolar aparece escindida de la experiencia social".

"Es interesante analizar las concepciones de los estudiantes. Ellos acuden a respuestas 'aprendidas' para definir la democracia, reproduciendo una visión formal y normativa que es la del currículum escolar (democracia representativa) lo cual resulta razonable dado que no hay experiencia social del ejercicio ciudadano. En cambio, ante la pregunta "Para vos, ¿qué es la democracia en la escuela?" aparece la experiencia escolar que sí conocen. Y descubrimos otra concepción predominante que es la democracia participativa, la idea de proyecto colectivo, de diferentes voces que buscan el consenso, el diálogo. Es cierto que en los relatos la vivencia escolar aparece muy separada aún de la experiencia social, pero esto puede ser un hallazgo auspicioso para el futuro. Porque como dice Dewey la escuela está llamada a ser un laboratorio de la vida democrática donde se aprendan prácticas que luego se trasladan fuera de la escuela. Creo que el principal desafío que tenemos está ahí", señala Romero a El Cronista.

Además, la investigación identifica una cuarta expresión de la democracia en la escuela en sentido "negativo/crítico", manifestando frustración, desconfianza y mostrando los límites o el fracaso del sistema democrático, especialmente en docentes de contextos desfavorecidos, a diferencia de estudiantes y equipos directivos.

Según la profesora Romero, "en los últimos 40 años, el sistema educativo argentino ha experimentado un crecimiento en todos los niveles, con la incorporación de sectores postergados, produciendo una notable democratización del acceso". Sin embargo, advierte sobre una "democratización aparente" debido a fuertes desigualdades y segregación en el sistema educativo.

El estudio cita a la especialista en educación Guillermina Tiramonti para argumentar que, aunque han aumentado las políticas educativas "compensatorias", no se ha logrado transformar las estructuras y dinámicas escolares, ni la gobernanza del sistema. A pesar de compromisos educativos firmados por los candidatos, la educación no fue abordada en profundidad durante la campaña, ni se discutió la relación entre educación y democracia, la calidad de la democracia argentina, cuántos pobres tolera la democracia en términos de la politóloga Carla Yumatle, o cómo enfrentar las promesas incumplidas de la democracia.

En este sentido, el informe de la Universidad Torcuato Di Tella ofrece pistas valiosas para que el próximo gobierno abandone la superficialidad en las redes sociales y promueva un debate público de calidad sobre el tipo de democracia que se busca construir.

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