Guzmán habla de YPF, viaja a Washington y prepara medidas

Antes de viajar a Washington para participar de la tradicional reunión de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI), el ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró que la decisión estratégica de expropiar YPF que estaba en manos de la española Repsol fue una decisión estratégica, un acto de soberanía que cambió la dinámica sectorial.

"Hoy se puede hablar de construir soberanía energética porque hace 10 años se tomó una decisión estratégica. Hoy Vaca Muerta tiene la importancia que tiene por esa misma decisión. Recuperar YPF fue un acto de soberanía que cambió la dinámica sectorial", aseguró Guzmán, al cumplirse 10 años de la expropiación del 51% de las acciones de la petrolera YPF que estaban en manos Repsol. "Esa decisión permitió un notable aumento de la inversión para poner en marcha el desarrollo productivo de Vaca Muerta, la segunda reserva mundial de gas no convencional y la cuarta de petróleo no convencional. Y así, cambiar la historia energética de nuestro país".

"Luego de una nueva etapa de desinversión y declive desde fines de 2015, YPF está transitando un notable proceso de recuperación, con el mayor programa de inversión del último lustro (u$s 3700 millones)", escribió Guzmán en su cuenta de Twitter. Y también afirmó: "Cuando YPF crece, toda la industria energética nacional se potencia".

Por último, dijo que "hoy Argentina enfrenta una gran oportunidad para acelerar el desarrollo energético, lo que sería transformacional para nuestro sistema productivo y la estabilidad económica". Agregó que "la decisión sobre YPF del 16 de abril de 2012 permite que 10 años después este camino sea posible".

Las definiciones de Guzmán surgen en medio de la tormenta que el ministro está capeando dentro del propio Gobierno. Hay sectores del oficialismo que directamente acusan a Guzmán de ser un hombre afín al FMI, o al menos, a sus políticas. La interna es tan intensa que la semana pasada corrieron todo tipo de rumores que daban al ministro fuera del Gobierno.

Pero el ministro se queda. Y va a tener que seguir dando batallas desiguales. Por un lado, enfrenta una economía que crece pero que sigue azotada por una inflación altísima. Una inflación que no resolvió ni el actual Gobierno, ni los anteriores. Y por otro lado enfrenta una crisis energética a resolver.

A la convocatoria a nuevas audiencias públicas para aumentar las tarifas de los servicios públicos se suma que hoy las petroleras siguen vendiendo gasoil a pérdida. La pregunta es hasta cuándo se puede sostener un esquema en el que los privados tengan que subsidiar al mercado. Se viene la cosecha gruesa, la que trae los dólares frescos que tanto se necesitan ¿Está garantizado el abastecimiento de combustible para que todo suceda con normalidad?