El desafío del hambre en la Argentina de Milei
Esta semana, el juez federal Sebastián Casanello ordenó al Ministerio de Capital Humano que distribuya "de inmediato" los alimentos almacenados en depósitos. En su resolución, el magistrado subraya una alarmante realidad: el 57,4% de la población argentina se encuentra en situación de pobreza, y dentro de este grupo, más del 60% son niños, niñas y adolescentes, con un 32% de ellos padeciendo inseguridad alimentaria. El mismo juez, en otro expediente esta semana, citó a indagatoria a líderes piqueteros acusados de exigir dinero a beneficiarios de planes sociales.
La cartera liderada por Sandra Petovello presentó ante la Justicia certificaciones de 1607 comedores y merenderos que recibían fondos del Estado sin ofrecer ningún servicio.
En la Argentina de Javier Milei, todo está en discusión, y la política social no es la excepción. La cuestión es cómo se ha llegado a esta situación. Según el Mapa de las Políticas Sociales en la Argentina 2023 elaborado por Andrés Schipani y Lara Forlino para CIAS/Fundar, en los últimos 20 años, el Estado de Bienestar argentino ha actuado como una red de contención que impide que los pobres caigan completamente ante las crisis recurrentes y el estancamiento económico. Sin embargo, ha fallado en ser un trampolín que promueva la movilidad social ascendente y la integración al mercado de trabajo formal.
La pregunta es si los tomadores de decisiones están diseñando políticas públicas teniendo en cuenta esta información. ¿En el gobierno de Milei, la ven o no la ven? Para Andrés Schipani, profesor de la Universidad de San Andrés e investigador del IU-CIAS, para empezar es necesario repensar el sistema alimentario de manera urgente. Hasta diciembre, el Estado Nacional compraba y distribuía alimentos, con altos costos logísticos y financieros. Existen solo dos depósitos, uno en el GBA y otro en Tucumán. "Este sistema es un absurdo. Un proveedor de Santa Fe enviaba alimentos al GBA para que luego regresaran a un comedor de Rosario. Lo ideal es que las familias coman en sus casas, aumentando la AUH o la Tarjeta Alimentar", señala a El Cronista Schipani.
Sin embargo, el politólogo advierte que esto no es suficiente por dos razones. Por un lado, hay un sector al que esa ayuda no llega: los trabajadores informales sin hijos. Por otro lado, los comedores son mucho más que un lugar donde comer: cumplen un rol central en la contención social en los barrios populares. Ofrecen apoyo escolar y psicológico, prestan sus instalaciones para atención médica y derivan a las autoridades municipales casos de adicciones o abuso. Los comedores son centros comunitarios con un rol social invaluable. Hay que reconvertirlos, no hacerlos desaparecer.
¿Qué podría hacer mejor el gobierno de Milei? "En tema alimentario: en lo inmediato, entregar la comida a comedores para paliar la emergencia. En el mediano plazo: apuntar a que la mayor parte de la gente coma en su casa con un régimen de actualización de AUH y Alimentar por CBA, y descentralizar comedores a provincias y municipios", explica Schipani.
Una mirada adicional es la falta de gestión del gobierno de Milei: carece de personal, experiencia y enfrenta serios problemas para ocupar puestos clave del Estado. En el caso del Ministerio de Capital Humano, esta deficiencia se acentúa. "Bajo el área de Petovello, varios ministerios quedaron fusionados, sobrecargando el trabajo. La acumulación de carteras combinada con la inexperiencia y falta de personal resulta en problemas de gestión gravísimos. Lo que estamos viendo es un ministerio que no puede impulsar la agenda por estas razones", explica el director de las carreras de Ciencia Política y Estudios Internacionales de la Universidad Torcuato Di Tella.
A esto se suma un Presidente que dice lo primero que se le viene a la cabeza, como la polémica frase: "Si la gente no llegara a fin de mes, se estaría muriendo en la calle", lo que revela una tremenda insensibilidad hacia las cuestiones sociales. "Ni siquiera es crueldad, es un comentario sin reflexión. Y no es la primera vez que pasa en este Gobierno. Muchos de los referentes tienen serios problemas para pensar antes de hablar. Va menos de un año, uno pensaría que hay tiempo, pero estas son cuestiones muy difíciles de revertir".
En su momento, Milei rechazó la ayuda que le ofrecía Mauricio Macri. Si bien la decisión tiene cierta lógica, está pagando los costos, afirma Negri. Según Negri, tendremos que acostumbrarnos a estas dinámicas porque estamos frente a un gobierno que no tiene ni personal ni experiencia. Más allá de las razones que impulsaron los cambios en el gabinete, la llegada de Guillermo Francos a la jefatura de ministros puede contribuir a mitigar la inexperiencia y las fallas de gestión. Pero es una historia en desarrollo...
Compartí tus comentarios