
Con la llegada de la primavera, muchas personas expresan un mayor interés por la jardinería. Las calles se llenan de color y el clima idóneo hace que los hogares también puedan favorecerse de esas condiciones.
Noviembre es la época en la que Buenos Aires se tiñe de violeta por la presencia del tradicional jacarandá, que alcanza su máximo punto de florecimiento durante ese mes. Sin embargo, existen otros árboles y plantas que también pueden engalanar los balcones, portales, jardines y terrazas.
En ese sentido, la lavanda aparece como otra opción muy requerida por los amantes de la jardinería. Es importante, para eso, tener en cuenta algunos aspectos para garantizar su correcto crecimiento y desarrollo.

Lavanda: cómo regarla de manera adecuada en primavera
La lavanda es una de lasprotagonistas en primavera porque su crecimiento y floración son óptimos durante esta estación.
En primavera, el riego ideal de la lavanda dependerá de si está en el suelo o en maceta, pero en general se recomienda seguir estas pautas:
Lavanda en el jardín (suelo directo):
- Frecuencia: cada 10 a 15 días, siempre que el clima sea seco y el suelo tenga buen drenaje.
- Clave: dejar que la tierra se seque completamente entre riegos. La lavanda no tolera el exceso de agua y puede sufrir pudrición de raíces.
Lavanda en maceta:
- Frecuencia: aproximadamente una vez por semana, pero puede variar según el tamaño de la maceta, el tipo de sustrato y la exposición al sol.
- Consejo práctico: introducí un dedo en la tierra hasta unos 4-5 cm. Si está seca, es momento de regar.
Otros cuidados importantes en primavera:
- Sol directo: al menos 6 a 8 horas por día.
- Sustrato: ligero, arenoso y con buen drenaje.
Cuáles son los beneficios de tener una planta de lavanda
Más allá de la estética y sus colores llamativos, la lavanda tiene varias propiedades que pueden resultar de mucho provecho:
1. Aromaterapia natural
La lavanda es conocida por su aroma relajante, que ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y mejorar el sueño. Tenerla cerca puede generar un ambiente más tranquilo y armonioso.
2. Repelente natural de insectos
Su fragancia ahuyenta mosquitos, polillas y otros insectos, lo que la convierte en una excelente opción para jardines y balcones.
3. Atracción de polinizadores
Las flores de lavanda atraen abejas y mariposas, favoreciendo la biodiversidad y ayudando a la polinización de otras plantas.
4. Uso medicinal y cosmético
Se utiliza en aceites esenciales, cremas, jabones y ungüentos por sus propiedades antiinflamatorias, antisépticas y calmantes.
5. Decoración y estética
Sus flores violetas y su follaje plateado aportan belleza y color al jardín o al hogar, además de ser muy resistentes y fáciles de cuidar.
6. Cosecha para infusiones y manualidades
Las flores secas pueden usarse en saquitos aromáticos, infusiones relajantes, popurrís o incluso en recetas de cocina.














