Polémica por la tapa de Caras: cuerpos hegemónicos y gordofobia
La tapa abrió un debate más profundo que trasciende el caso de Amalia y que apunta a por qué se sigue hablando de los cuerpos de las mujeres y que pasa con los cuerpos que no cumplen las condiciones consideradas "hegemónicas".
La semana pasada, las redes sociales se vieron sacudidas por una tapa de una revista. Hasta ahí se podría decir que no se está hablando de una situación muy fuera de lo común: más de una vez las tapas de revista han sido fuente de debate. Sin embargo, en este caso, el repudio generalizado a la tapa de la revista Caras, de Editorial Perfil llegó hasta Holanda.
Una foto de Máxima Zorraguieta, actual reina de Holanda, junto a su hija Amalia acompañado del título "La hija mayor de Máxima luce con orgullo su look 'plus size'", fue motivo de rechazo en redes sociales y medios tanto argentinos como holandeses y provocó que la misma revista que primero defendió la tapa, luego saliera a pedir disculpas por el hecho. "La tapa fue criticada por gran parte de la población y rechazada por la mayoría de los medios argentinos. La gente la llama baja y objetable. Dicen que el titular debería ser ‘La hermosa hija mayor de Máxima’, ponen el énfasis sobre el hecho de que Amalia es una adolescente en desarrollo y tildan a la publicación de cómplice del daño psicológico provocado", posteó en sus redes Rick Evers, el periodista holandés especializado en temas de la realeza..
Pero lo cierto es que la tapa de la revista abrió un debate más profundo que trasciende el caso de Amalia y que apunta a por qué se sigue hablando de los cuerpos de las mujeres y que pasa con los cuerpos que no cumplen las condiciones consideradas "hegemónicas". Para entender y profundizar qué pasó, Clase Ejecutiva se comunicó con especialistas y activistas que explicaron por qué esta mal esta tapa y qué debates aún se deben los medios argentinos.
El cuerpo como objeto de debate público
"Se usa esta etiqueta que es plus size que en realidad es un tamaño ropa no es un look, es un talle, es como si dijera talle 46. Como no era políticamente correcto decir gorda usa el eufemismo plus size, y lo hacen dando cuenta que el talle que se sale de la norma está mal, hay algo que debe ser señalado. Y la nota habla del supuesto bullying que sufre Amalia por su corporalidad no hegemónica. Entonces la revista termina hablando de bullying haciéndole bullying a la joven", explica Lala Pasquinelli, fundadora de Mujeres Que No Fueron Tapa, un movimiento de arte y activismo que visibiliza la manera desigual en la que los medios muestran la imagen de hombres y mujeres; y reproducen estereotipos; a la vez que intenta hackear las consecuencias de esa representación.
"Lo interesante es que tenemos normalizado hablar de las mujeres clasificándolas , como un auto, heladera las evaluamos por su aspecto exterior. Si en vez sería un hijo varón esto no ocurriría, es imposible ese título y eso da cuenta la cosificación y estigmatización a las adolescentes y a las mujeres por no encajar en este modelos que se supone nos hace mujeres", explica Pasquinelli. "No podemos seguir normalizando opinar del cuerpo de las mujeres, no podemos seguir hablando de si recupero la figura post embarazo, si se ve joven, las mujeres tenemos que ser tratadas como seres humanos y no adornos. Queremos que hablen de nuestra potencia, capacidades, como pasa con los varones y queremos ocupar lugares en los medios no por encajar en modelos hegemónicos", explica Pasquinelli.
Gordofobia en los medios
Cinthia Giselle Dalama, es diseñadora de indumentaria, escritora y trabaja en una agencia de publicidad. También es activista gorda y junto a Belén Delgado (bibliotecaria) y Lucía González, (desarrolladora) crearon este año el sitio Gordas Trabajando, una página que reúne información, contenidos y producciones de todo tipo sobre activismo gordo y gordofobia en América Latina y busca que las personas puedan informarse sobre activismo gordo, la discriminación a la gordura o a los cuerpos gordos y sobre gordofobia.
"La tapa y la nota son gorodofóbicas pero no es explícito, no es que dicen ser gordo está mal, no es esa gordofobia, es una mucho más sutil. El plus size es un talle que las personas tenemos pero los cuerpos no somos talles y las personas no somos objetos. Es una persona gorda que tiene un cuerpo gordo que la revista destaca en un mensaje con mucha carga negativa", explica Dalama, que de dedica a investigar gordofobia, moda y autoestima. "En la nota todo el tiempo se habla del peso, porque cuando hay una persona gorda siempre se habla de su alimentación mientras que a la gente flaca no la ponen en la tapa diciendo 'la modelo de talles normal'. De hecho se les festeja que esten flacas. En el activismo gordo queremos despatologizar el concepto de gordura, que nos dejen de relacionar con obesidad y sobrepeso ya que la gordura no tiene que ver necesariamente con la alimentación", explica Dalama.
"Todo el tiempo se busca hacer hincapié en que Amalia 'es valiente' por llevar ese cuerpo. Ese cuerpo gordo que es su cuerpo. Una chica de 16 años ¿qué entiende sobre eso? Es valiente porque se muestra pero el mensaje es que el cuerpo no debería mostrarse, es un mensaje peligrosísimo
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