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El Castillo de San Francisco, o "Castillo de Egaña" como se lo conoce popularmente entre los habitantes de la ciudad ubicada en el partido de Rauch, se prepara para recibir este fin de semana largo, a miles de visitantes en busca de hacer turismo de terror.

Emplazado entre 1918 y 1930 y bajo la dirección de Eugenio Díaz Vélez, el casco de estancia se caracterizó por ser una de las más grandes y lujosas mansiones rurales de la época con 77 ambientes, 14 baños, 2 cocinas, galerías, patios, taller de carpintería, terraza, mirador y balcones.

Sin embargo y a pesar de encontrarse abandonado desde 1970, tras el asesinato que terminó con la vida de uno de los trabajadores del reformatorio que allí también funcionó, ahora recobró fuerza como uno de los puntos más llamativo del esoterismo bonaerense.

Mitos y leyendas del castillo de Egaña

Con más de 95.00 suscriptores y un centenar de videos donde intenta dar respuesta a miles de incógnitas aún sin resolver, el Youtuber Leandro Gastón repasó una de las leyendas más emblemáticas que encierra hoy el Castillo de Egaña: "La fiesta inconclusa, el asesino del reformatorio y el segundo abandono".

LA FIESTA INCONCLUSA

La historia de la fiesta inconclusa hace referencia al destino fatal del arquitecto Eugenio Díaz Vélez, nieto del prócer Eustoquio Díaz Vélez, y quien estuvo a cargo de la ejecución del caserón.

Según cuentas las crónicas de la época, el terrateniente pasaba sus días entre su casa de Barracas y de viaje por Europa, desde donde enviaba buena parte de los materiales para la construcción de la mansión.

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Sin embargo, cuando llegó el día de la inauguración, todos aguardaban ansiosos al anfitrión con un gran banquete. Pero él nunca llegó ya que Díaz Vélez había fallecido en su residencia porteña, por lo que la fiesta nunca llegó a celebrarse.

Luego, el castillo fue heredado por la hija mayor de Eugenio, María Eugenia Díaz Vélez. La joven prácticamente no habitó la casa, por lo que permaneció cerrada durante 30 largos años.

EL ASESINO DEL REFORMATORIO

En 1958, a causa de la reforma agraria impulsada por el entonces gobernador bonaerense Oscar Alende, la estancia San Francisco (con el Castillo de Egaña incluido), fue expropiada por el Estado provincial, con la intención de ser subastado, fin que nunca logró concretarse, lo que dio paso al inicio de un período de deterioro.

Ya en 1965, durante la gestión de Anselmo Marini, la propiedad fue transferida al Consejo Provincial del Menor con intenciones de convertirlo en un hogar granja, aunque terminó siendo un reformatorio que alojó a un centenar de jóvenes.

Quince años después, hacia mediados de la década de 1970, la mansión fue escenario de otra tragedia: un joven interno esperó al encargado del edificio, lo interceptó y lo mató de varios tiros.

EL SEGUNDO ABANDONO

Después del crimen, la propiedad fue clausurada y todos los menores fueron reubicados, dando lugar al segundo abandono, instancia que se mantuvo hasta 1980, cuando la gobernación bonaerense habilitó al municipio de Rauch a gestionarlo para su explotación turística.

Maria Cecilia Rey

Cómo llegar al Castillo de Egaña desde Buenos Aires

El Castillo de San Francisco o Castillo de Egaña se encuentra a 302 km de la Ciudad de Buenos Aires y a unos 13 km al sur de Rauch, la localidad más cercana.

La vía de acceso más rápida es tomando la RN 3 hasta Las Flores y de ahí la RP 30 hasta Rauch.

El tramo desde Rauch es por un camino de tierra consolidado y en buen estado que va paralelo a las vías.

Cuándo se puede visitar el Castillo de Egaña

El Castillo San Francisco o Castillo de Egaña, abre sus puertas al público los días sábados, domingos y feriados de 10.00hs a 20.00hs.