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¿Cómo es llegar a la cima sin antes haber vivido la experiencia de liderar equipos? Expertos de distintos sectores ofrecen sus puntos de vista.

Eduardo Kaplan, mentor empresarial, cree que se puede crecer sin ser líder ni especialista. "Crecer es un resultado multifactorial y por lo tanto azaroso. Me preguntaría más bien si se puede comandar un equipo sin ser especialista, y la respuesta es absolutamente sí", reflexiona.

"Hay un mito de que el éxito está atado al liderazgo de un equipo, pero no es así. Pasa más por cumplir los objetivos personales", comparte Teresa Cassagne, consultora, socia fundadora de Daphnecom y mentora del Centro de Entrepeneurship de IAE Business School.

Cassagne explica que las escuelas de negocios suelen poner el foco en la escalabilidad (ascender en la escala organizativa, de junior a analista, de ahí a jefe, luego a gerente y por último a director), pero "no siempre el crecimiento es subir en escalas o ascender en roles". Crecer es distinto para cada profesional y estará ligado a los objetivos personales, explica. Están quienes prefieren especializarse en un tema, o de repente pueden destacarse en un rol dentro de una firma para luego ser reconocidos hacia afuera de la organización.

"Sin dudas, el liderazgo tiene que ver con la capacidad de las personas para guiar a otros, tanto en tiempos de calma como en momentos de cambio", apunta Lorena Montespier, experta en Recursos Humanos y actual Chief People & Happiness Officer en Nawaiam. Requiere de ciertas habilidades y características para crear soluciones que, al mismo tiempo, aporten innovación, estabilidad, motivación y una estrategia clara de hacia dónde ir. Montespier asegura que para liderar es necesario autoconocerse y que estos roles hablan más de uno mismo que de los demás. "No podemos liderar si no tenemos dominio sobre nuestras acciones y emociones", subraya.

Si bien ser líder de un equipo no solo se trata de dar directrices, sino también de mantener motivados a los miembros de un equipo, "liderar también puede ser interpretado como una forma de ser, de dirigir y de visualizar el futuro que una persona quiere alcanzar junto con su equipo de trabajo", aclara la experta en Recursos Humanos. Y en esta tarea intervienen factores emocionales que debe aprender a manejar para alcanzar el progreso de la organización. "Como siempre digo, el techo se lo pone uno mismo, pero para eso es necesario tener claro en qué momento de nuestras vidas estamos, qué necesitamos, qué proyección tenemos y que se alinee con nuestro propósito", detalla.

Carlos Sicurello, director de la Escuela de Negocios de UADE, coincide con el planteo anterior cuando resalta que los especialistas "se lideran a sí mismos, actitud fundamental para el desarrollo a largo plazo". Además, para alcanzar los objetivos tienen la capacidad de influir en sus jefes, pares, clientes internos y stakeholders. Sicurello aclara que los especialistas tienen muchas oportunidades de crecimiento a través de la gestión de nuevos proyectos, la participación en la toma de decisiones, la construcción sinérgica en los equipos de trabajo, en el logro de objetivos de largo plazo y en la autorrealización personal.

10 habilidades de los líderes silenciosos

  1. Trabajan y alcanzan sus objetivos
  2. Empatizan y no temen ser sensibles a las necesidades del equipo
  3. Comparten y acompañan a sus colegas
  4. Tienen la palabra justa
  5. Son resolutivos cuando las papas queman
  6. No se meten en chismes
  7. Tienen un método propio y suelen ser personas organizadas
  8. Son abiertos y espontáneos
  9. Resuenan y no pasan inadvertidos para sus pares
  10. Cumplen y se les tiene alta estima y valía

"En toda organización siempre se encuentra el líder interno, aquel que no tiene el título en la estructura organizacional pero que es el que empuja, alienta y crea ese compromiso interno porque las personas lo respetan y lo siguen", destacan desde Nawaiam.

El tope

Deborah Gendin, gerente General de Winco, difiere de lo anterior en un punto. "Sin liderazgo o capacidad para gestionar equipos hay un tope a donde uno puede llegar", subraya. "El mayor desafío es una capacitación continua que permita un crecimiento personal e interpersonal. Aunque hay cursos, posgrados, coaching y muchas otras herramientas, lo más importante es estar motivado a mejorar", aclara.

"Ya quedaron atrás los días del directivo solitario, salvador o controlador que usa enfoques únicos para lograr metas de negocio", profundiza Andy Tamaroff, socia y cofundadora de la consultora HAS & HAC en Miami que crea Programas de Impacto para generar soluciones innovadoras a problemas humanos en las organizaciones. Según la experiencia de la especialista la fuerza laboral actual demanda conocimientos compartidos, enfoques colaborativos y modelos inclusivos que respalden los éxitos del equipo.

Todas las decisiones de un líder, de su team y de la organización, tienen un impacto en la comunidad.

Retomando lo de "saber hacia dónde ir", Rosalie Orens, mentora de LinkedIn y emprendedora, también insiste en "tener claras las prioridades". Y agrega: "Se puede crecer como especialista, claro que sí, pero depende hasta dónde quieras llegar y cómo quieras hacerlo". Desde su experiencia personal, Orens recomienda unirse con otras personas emprendedoras y mejores profesionales con las cuales compartir experiencias y buscar asesoramiento. "No creo que debamos saber hacer todo, sería demasiado costoso, seguramente ineficiente y nos impediría hacer lo que realmente nos apasiona".

Para Aleksan Buyuk Kurt, profesor de Desarrollo de Nuevos negocios en la Universidad Torcuato di Tella (UTDT), "el crecimiento en una organización tiene mucho que ver con el servicio y el valor que uno genera para el universo de personas que lo rodea y eso es independiente del lugar que uno ocupa". Con "valor" se refiere a algo que excede el conocimiento técnico y que se relaciona a la escucha y la empatía. En este sentido, el académico subraya que es vital "determinar si uno genera valor para sus pares, en qué medida resulta bien valorado, si culturalmente está alineado ese valor con el de la organización y a partir de ello plantear si resulta suficiente para un plan de desarrollo".

Según Daniel Colombo, facilitador y master coach ejecutivo especializado en alta gerencia, "visibilizar los logros es, quizás, algo que muy pocas personas saben hacer con maestría, ya que en el camino suelen arrogarse méritos compartidos por todo un equipo, caer en la petulancia o ganarse una legión de enemigos internos cuando se les van de las manos los fuegos artificiales del lucimiento personal en detrimento de los demás". Por lo contrario, el especialista confía en que serán reconocidos y distinguidos quienes sepan sostener en silencio su forma de liderar, pero que "se trata de una carrera más lenta".

La versión original de esta nota se publicó en el número 335 de revista Apertura.